Otra famosa denunció en España a Errejón por abuso sexual: su testimonio completo
MARBELLA.- La situación del exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, se complica día a día. Este martes, los medios más importantes de España confirmaron que otra mujer hizo una denuncia por acoso y abuso sexual en su contra , por hechos de 2015. El nuevo caso se suma a la presentación que ya había realizado la conductora Elisa Mouliaá.
La nueva denunciante también es conocida: se trata de la exparticipante de Gran Hermano (GH) y presentadora de televisión de 49 años Aída Nízar , quien se apersonó ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de Marbella para contar su historia, similar a la anterior. Aparte de ir a sede judicial, la mujer reveló lo ocurrido en sus redes sociales.
Según consta en el expediente, que dieron a conocer medios como El Mundo y ABC, esta nueva denuncia es sobre hechos que pasaron en mayo de 2015 en el auditorio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde Nízar había ido a cubrir un acto del que participó Errejón, en el marco de la candidatura de Unidas Podemos (fuerza a la que pertenecía el exdiputado) para las elecciones generales de 2015.
“Quiero ayudar a las víctimas de este depredador social a empoderarse y a que denuncien. Recuerdo que [ese día de la agresión] llamé a mi jefe y le dije que Errejón era un baboso”, indicó en ABC la mediática sobre por qué decidió ir a la Justicia y también reveló que, aquella vez, Errejón le aseguró que nunca más trabajaría en Cataluña (algo que finalmente ocurrió), ya que alegó que el izquierdista “era una persona que ejercía mucho poder”.
De acuerdo a esos medios, ante la Policía Nacional Nízar contó que, cuando terminó el acto en la universidad, Errejón se abalanzó sobre ella para decirle que debía cambiar sus “ideas retrógradas”. Pero no fue solo eso. “Eres muy guapa en persona”, le dijo y, en base a la denuncia, después la abrazó y la acercó “con fuerza hacia sus partes”.
Nízar aseguró ante los efectivos que ella sintió “claramente que tenía una erección”. Asimismo, la besó en su mejilla derecha, le dejó “restos de saliva” y le pidió su número de celular. Según la mujer, ella se lo sacó de encima de inmediato y entonces él reaccionó: “Se volvió a acercar y me dio un fuerte azote en las nalgas” . Y ahí le habría dicho: “A ver cuánto vas a seguir trabajando en Cataluña”.
Al respecto, la exparticipante de GH aseguró que se sintió “humillada, vejada, baboseada y repugnada”.
Más detalles
Además de ir ante la Policía, Nízar se volcó a sus redes sociales y no solo narró completa su historia con Errejón, sino que también cargó contra políticos de la izquierda española por -supuestamente- conocer lo que pasaba y no actuar.
“Hace unos ocho o nueve años, cuando vivía en Barcelona y trabajaba con tanto éxito en la televisión, conocí a este infame sujeto, Íñigo Errejón, en un acto político, donde también estaba presente la política Ada Colau [exalcaldesa de Barcelona], quien sabe perfectamente la verdad sobre este ser infame. Que le pregunten a ella y a tantas mujeres de su partido, lo sabían todos, incluso el señor Pablo Iglesias, quien ha recibido múltiples denuncias de mujeres valientes que, lamentablemente, fueron ignoradas. Era un secreto a voces que callaban todos y todas”, aseguró Nízar. El lunes, la vicepresidenta segunda del gobierno de España, Yolanda Díaz, tuvo que dar explicaciones por Errejón, que era portavoz de Sumar, su fuerza.
Por su parte, Nízar siguió: “Ahora tiene nombre lo que este hombre practicaba, acoso sexual. Les aseguro que hace años no se definía como un piropo. Recuerdo claramente ese encuentro con un político cuyo aspecto era desagradable a la vista y cuya insistencia en pedir mi número de teléfono me incomodó profundamente. Y cuando se despidió, me tocó el culo, me rozó tan desagradablemente . Lo ignoré, en vez de partirle la cara. Pero imagínense el titular [en las noticias] si en ese acto político lo escupo o le parto la cara: la que termina detenida soy yo”.
Siempre refiriéndose a Errejón, Nízar dijo que no olvidará sus palabras, vinculadas a que ella no volvería a trabajar en la televisión catalana. “Y así fue. Pero como nunca necesité favores de nadie, y todo lo que conseguí fue gracias a mis seguidores y al público que siempre me apoyó aclamándome y convirtiéndome en la persona más vista en los programas que salgo, decidí no denunciarlo. Pensé qué diría la Policía”, admitió sobre por qué no fue a la Justicia antes.
“‘Este político de reconocidísimo prestigio me está acosando, me tocó el culo en un acto público y todos lo vieron, pero nadie hizo nada ’”, recordó y siguió: “No lo entendí en su momento como una amenaza grave, como una intimidación, o como maltrato o acoso. Tuve la fortuna de ser contratada rápidamente en otra importante cadena y dejé pasar lo sucedido. Al aterrizar desde Milán sentí un nudo en el corazón cuando me informaron de la denuncia que salió a la luz [la de Mouliaá]. ¡Maldito sea ese ser infame!”.
Entonces, en la parte final de su descargo, Nízar dijo: “Ojalá termine en prisión. Admiro profundamente la valentía de la mujer que lo denunció. Lo que viví yo en su momento lo ignoré equivocadamente. Este sujeto es un acosador sexual. Todos lo sabían. Por favor, denunciá”.
La semana pasada, antes de las dos denuncias por violencia machista en su contra, Errejón dimitió de todos sus cargos públicos a través de una carta. Ahí aseguró tener un desgaste en su “salud física y mental” y también dijo que en la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz “con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros”, lo que deriva en una “subjetividad tóxica” que “en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”.
En ese momento el escándalo había estallado, pero en redes sociales, luego de que la periodista Cristina Fallarás difundiera acusaciones anónimas contra Errejón -pero sin nombrarlo directamente- a través de su cuenta de Instagram. En ese testimonio, una mujer aseguraba que un “político muy conocido de Madrid” era un “maltratador psicológico” y un “monstruo”. Rápidamente se especuló con que se trataba del izquierdista.