Para las familias de Surfside, dividir los $1,000 millones del acuerdo es ‘muy doloroso’

A pesar de las buenas noticias sobre el acuerdo de conciliación de casi $1,000 millones en el caso del derrumbe del edificio de condominios de Surfside, el calvario de repartir esa enorme suma no ha terminado. Y el proceso se presenta difícil y potencialmente desgarrador para algunos familiares de las 98 personas que murieron en la tragedia del verano pasado.

Las familias, que aún sufren la desgarradora pérdida personal, tendrán que presentar ahora reclamaciones por sus seres queridos en las que se especifique la edad, la ocupación y los ingresos, entre otros factores económicos, para que un par de administradores y un juez puedan asignar un valor exacto a cada vida perdida. Algunas, según un enfoque habitual en las indemnizaciones por pérdida de vidas, invariablemente “valdrán” más que otras.

“Va a ser extremadamente doloroso; se me saltan las lágrimas mientras hablo”, dijo el abogado Pablo Rodríguez, de 41 años, cuya madre, Elena Blasser, de 64 años, y su abuela, Elena Chávez, de 88 años, estaba en su apartamento del piso 11 del edificio cuando este se derrumbó en medio de la noche.

“Ya me estoy preparando para no tomarlo personalmente”, dijo Rodríguez al Miami Herald el viernes. “Todos asumen que el acuerdo de $1,000 millones se repartirá de manera uniforme, pero no funciona así”.

Aunque la demanda de Champlain Towers South se ha planteado como una acción colectiva, en realidad se asemeja a lo que los abogados llaman un caso de agravio masivo, que implica actos o errores que conducen a múltiples muertes o lesiones. Para las víctimas que buscan una indemnización por daños y perjuicios, hay dos partes en la ecuación: el dolor y el sufrimiento y la pérdida económica.

Es probable que el proceso determine que todas las personas que murieron en el derrumbe del edificio de apartamentos sufrieron el mismo dolor y sufrimiento.

Pero cada víctima no sufrió la misma pérdida económica, que se basa en la capacidad de ganancia durante el resto de la vida esperada. Así, un médico va a recibir una indemnización mayor que alguien que trabajaba como maestro de escuela o que es anciano y está jubilado. Pero, como en muchos casos similares, es probable que el reparto final de los fondos sea confidencial, según los observadores jurídicos.

La tarea en Champlain Towers South será ingente. Las edades de las víctimas oscilan entre una niña de un año, Aishani Patel, que pereció junto a sus padres Vishal y Bhavna Patel, y una jubilada de 92 años, Hilda Noriega. Las víctimas trabajaban en la medicina, el sector inmobiliario, la banca, la moda y muchos otros negocios e industrias. Algunos eran estudiantes, otros recién casados y muchos eran jubilados.

El destacado abogado surfloridano Stuart Grossman, cuyo bufete ha tomado la delantera en el caso Champlain, dijo que calcular el valor de la vida de cada persona fallecida en el derrumbe de un edificio no es diferente de la misma tarea en un accidente aéreo.

“Todas estas personas tienen algo en común: son inocentes”, dijo Grossman al Herald. “Pero, individualmente, son todos muy diferentes. Son muchas víctimas y cada una tendrá diferentes reclamaciones”.

El juez de circuito de Miami-Dade Michael Hanzman, quien ha presidido el caso de la demanda colectiva desde el derrumbe del edificio de 12 plantas frente al mar el 24 de junio, ya ha sentado las bases para dividir la enorme suma de dinero del acuerdo de conciliación.

El juez nombró a dos administradores de reclamaciones encargados de evaluar el valor de cada vida. Los administradores, el veterano abogado Robert Parks y el juez de circuito jubilado John Thornton, revisarán las reclamaciones presentadas por las víctimas y sus abogados, un proceso que llevará meses. A continuación, los “evaluadores”, como se conoce a los administradores, recomendarán pagos específicos para los familiares de los residentes fallecidos. Hanzman tendrá la última palabra en este asunto.

“Mi sensación es que estamos muy satisfechos con el acuerdo de conciliación y con la cantidad de dinero que hemos podido recaudar”, dijo la abogada Rachel Furst, que ha colaborado con docenas de abogados en el caso de la demanda colectiva de Champlain. “Pero también sabemos que queda mucho trabajo por hacer y que el proceso de reclamación tardará meses en desarrollarse y que será muy emotivo para las víctimas”.

Ronit Felszer da las gracias al juez Michael Hanzman y le estrecha la mano tras el proceso. El miércoles se informó a un juez federal que se llegó a un acuerdo de conciliación en la demanda colectiva por el derrumbe de las Champlain Towers South, y se espera que los demandantes reciban algo menos de $1,000 millones.
Ronit Felszer da las gracias al juez Michael Hanzman y le estrecha la mano tras el proceso. El miércoles se informó a un juez federal que se llegó a un acuerdo de conciliación en la demanda colectiva por el derrumbe de las Champlain Towers South, y se espera que los demandantes reciban algo menos de $1,000 millones.

Pérdidas patrimoniales ya liquidadas

El reto de determinar el valor de cada vida será extremadamente delicado si se compara con el proceso de resolver las reclamaciones de propiedad de los 136 propietarios de condominios de Champlain. En ese escenario, el juez Hanzman ordenó que un tasador independiente estimara un valor para todo el edificio junto con cada unidad, basándose en un análisis piso por piso, el tamaño de las unidades y otros factores, como las vistas al mar. El juez también nombró a un mediador, el veterano abogado Bruce Greer, para ayudar a los propietarios de los condominios y a sus abogados a llegar a un acuerdo. Greer ofreció sus servicios gratis.

Al final, los 136 propietarios aceptaron el acuerdo de $83 millones aprobado por el juez en marzo, aunque docenas de ellos expresaron su decepción por los valores asignados a sus unidades. Muchos estaban indignados y pensaban que los habían perjudicado. Aceptaron los términos solo porque, como parte del acuerdo, se evitó la posibilidad de ser demandados como miembros de la asociación de condominios de Champlain por personas que perdieron familiares en el colapso.

El dinero para ese acuerdo provendrá de las aseguradoras de la asociación de condominios, que ya entregaron $50 millones al administrador judicial designado, Michael Goldberg. Los otros $33 millones de ese acuerdo procederán de la venta prevista de la propiedad de casi dos acres por al menos $120 millones. La subasta de la propiedad de Collins Avenue está prevista para este mes, pero un promotor de Dubai ya se ha comprometido a comprar el terreno por ese precio mínimo.

Aunque los propietarios de los condominios ya han firmado el acuerdo de $83 millones, pudieran recibir más dinero a la luz del acuerdo de conciliación del caso de negligencia de la demanda colectiva anunciado la semana pasada.

El acuerdo de $997 millones, que aún es preliminar, es el resultado de que más de 20 demandados acepten pagar. La mayoría fueron demandados en el caso de la demanda colectiva de Champlain; otros llegaron a acuerdos extrajudiciales.

Los demandantes en la demanda colectiva llegaron a un acuerdo con diversas entidades, como las aseguradoras de la empresa de seguridad de Champlain South, los urbanizadores del condominio contiguo en Collins Avenue, ingenieros, arquitectos y un despacho de abogados que representaba a la asociación de condominios de Champlain South.

Son 8701 Collins Development, Terra Group, Terra World Investments, John Moriarty and Associates de Florida, NV5, DeSimone Consulting Engineers, Stantec Architecture, Morabito Consultants y el despacho de abogados Becker.

El Herald conoció un desglose aproximado de los $997 millones . Varias partes asociadas al edificio de condominios Eighty Seven Park, adyacente a Champlain South, llegaron a un acuerdo por unos $400 millones. Los contratistas legales y de ingeniería asociados a la asociación de condominios de Champlain South suman unos $50 millones. La ciudad de Surfside llegó a un acuerdo por $2 millones. Securitas USA, la empresa de seguridad que prestaba servicios de vigilancia, gestionaba el acceso de los visitantes y operaba los sistemas de seguridad en Champlain South, llegó a un acuerdo por la mayor cantidad, alrededor de $500 millones.

Se espera que otros demandantes lleguen a un acuerdo

Se espera que otras partes lleguen a un acuerdo de conciliación con los demandantes de la demanda colectiva antes de la próxima semana, cuando el juez Hanzman tiene previsto aprobar el acuerdo preliminar. A finales de junio, tras un periodo de comentarios de todas las partes, se espera que dé su aprobación final.

A lo largo del litigio, Hanzman se ha ganado la reputación de hacer avanzar el caso de la demanda colectiva de Champlain lo más rápido posible, presionando a los abogados de los demandantes. Pero incluso a él le sorprendió el anuncio del acuerdo la semana pasada. “El resultado obtenido y la rapidez son extraordinarios”, dijo el miércoles durante una audiencia judicial.

Mientras tanto, el proceso de decidir cómo dividir el dinero ya comenzó con el nombramiento del administrador de reclamaciones y la emisión de formularios de reclamación.

El acuerdo también cubrirá los honorarios legales de docenas de abogados que presentaron demandas en el caso. Todavía no está claro a cuánto ascenderá el importe total, pero será una parte considerable.

Inicialmente, prometieron trabajar pro bono, o gratis, en nombre de las víctimas de Champlain. Ahora, planean pedir decenas de millones en honorarios legales por su trabajo, posiblemente hasta $100 millones. El juez les ha permitido presentar una reclamación por su trabajo por horas durante el último año. Pero Hanzman ya ha dictaminado que no pueden recibir honorarios de contingencia, que suelen ascender al 30% o 40% de un acuerdo.

Algunos familiares de los fallecidos en el derrumbe del edificio Champlain se mostraron impresionados por la rapidez y la cuantía del acuerdo alcanzado por los abogados de la demanda colectiva, un litigio que suele tardar años en resolverse.

“Estoy gratamente sorprendido”, dijo Rodríguez, que perdió a su madre y a su abuela en la tragedia.

Rachel Spiegel dijo que ella y otros familiares todavía están llorando la pérdida de su madre, Judy Spiegel, de 65 años, que murió en el derrumbe, y no han pensado demasiado en el acuerdo de conciliación. Dijo que su familia planea seguir el consejo de sus abogados sobre la presentación de una reclamación por la muerte de su madre.

“Cualquiera que sea el siguiente paso, lo manejaremos como familia”, dijo. “Pero todavía estamos muy centrados en mi madre, centrados en nuestro viaje de duelo. Lo que los abogados digan que es el siguiente paso, lo seguiremos”.

Otros, sin embargo, parecían menos emocionados por el resultado, sugiriendo que ninguna vida tiene un precio.

“Ninguna cantidad de dinero compensará jamás lo que ocurrió el 24 de junio”, dijo Martin Langesfeld. “Mi hermosa hermana Nicky murió horriblemente en su propia casa con su marido [Luis] y su perro. Su lugar más seguro”.

Langesfeld dijo que estaba más disgustado por el hecho de que la Legislatura estatal no abordara los requisitos de seguridad de los edificios de condominios durante su reciente período de sesiones en Tallahassee.

“No podíamos dejar que una cifra cubriera el hecho de que esto pudiera volver a ocurrir y que millones de vidas están en peligro potencial”, dijo. “Hay que hacer un cambio legislativo ahora; ya es demasiado tarde para 98 vidas”.

Los redactores del Miami Herald Linda Robertson y Martin Vassolo contribuyeron a este artículo.