La familia y amistades enfrentan nuevas tensiones en medio de la creciente división política de Estados Unidos

Paul Lucky, un demócrata que afirmó tener una relación tensa con su hijo por diferencias políticas, en su casa de Antelope, California, el 17 de octubre de 2022. (Andri Tambunan/The New York Times)
Paul Lucky, un demócrata que afirmó tener una relación tensa con su hijo por diferencias políticas, en su casa de Antelope, California, el 17 de octubre de 2022. (Andri Tambunan/The New York Times)

Los últimos dos años de la política estadounidense le han costado a Emory Liggett al menos dos amigos cercanos.

El primero fue un demócrata que se opuso a la continua insistencia de Liggett de que las elecciones de 2020 le habían sido robadas a Donald Trump, una separación que al final le pareció bastante comprensible. Pero el segundo —un amigo con el que Liggett, un comerciante de piedras preciosas retirado de Carolina del Norte de 73 años, había viajado a ferias de joyería durante 20 años— fue una sorpresa.

“Pensé que era un buen republicano conservador”, afirmó Liggett, quien es republicano. “Un día me dijo: ‘No quiero hablar más contigo’. Y le dije: ‘¿Por qué?’, y me respondió: ‘Porque no creo en esa [improperio] republicana del MAGA’”.

Como sugiere una nueva encuesta, las divisiones ideológicas cada vez más marcadas de la política estadounidense han tenido consecuencias a nivel personal. Casi 1 de cada 5 votantes (el 19 por ciento) afirmó que la política había perjudicado sus amistades o relaciones familiares, según una encuesta realizada la semana pasada por The New York Times y el Siena College.

A pesar de todas las preocupaciones por la retórica política violenta y el conflicto político manifiesto en Estados Unidos, las rupturas descritas por las personas fueron por lo general silenciosas, provocadas más por el dolor que por la ira. Personas con años de experiencias compartidas han llegado a la conclusión de que ya ni siquiera estaban de acuerdo en suficientes hechos como para tener discusiones coherentes.

“Hay mucho dolor”, afirmó Paul Lucky, de 73 años, un proveedor de cuidado infantil que se describe a sí mismo como un demócrata con tendencias de izquierda que vive cerca de Sacramento, California, y que contó sobre su relación tensa con su hijo republicano.

Cerca de la mitad de los votantes en la encuesta también reconoció emitir juicios sobre otras personas en función de sus preferencias políticas. El 48 por ciento de los encuestados afirmó que conocer las opiniones políticas de una persona les decía mucho o algo sobre si alguien era una buena persona.

Nelson Aquino, un demócrata moderado, contó que se había distanciado de amigos y conocidos republicanos por opiniones políticas, en Deltona, Florida, el 17 de octubre de 2022. (Phelan M. Ebenhack/The New York Times)
Nelson Aquino, un demócrata moderado, contó que se había distanciado de amigos y conocidos republicanos por opiniones políticas, en Deltona, Florida, el 17 de octubre de 2022. (Phelan M. Ebenhack/The New York Times)

Los demócratas e independientes fueron un poco más propensos que los republicanos a afirmar que la política había afectado sus relaciones. El 20 por ciento de los demócratas y el 21 por ciento de los independientes así lo manifestaron, en comparación con el 14 por ciento de los republicanos. Sin embargo, en las entrevistas, personas de todo el espectro ideológico contaron historias similares sobre distanciamientos: conversaciones rotas con hermanos e hijos, amistades de décadas que se han apagado. La mayoría datan de los primeros días de la presidencia de Trump y no han disminuido desde su final.

Los efectos personales de los desacuerdos políticos variaron mucho según raza y reflejaron divisiones partidistas más estrechas dentro de algunos grupos que en otros. Mientras que el 20 por ciento de los votantes blancos e hispanos reportó que la política había perjudicado sus relaciones, solo el 7 por ciento de los votantes negros afirmó lo mismo.

Al discutir de política con sus familiares “demócratas acérrimos”, William Robertson, un republicano de Acworth, Georgia, quien es negro, afirmó que había optado por la diplomacia. “Simplemente, les expondré mis puntos de vista de forma muy gentil y les daré algo en qué pensar”, afirmó Robertson, quien tiene 60 años y trabaja por cuenta propia. “Podemos aceptar nuestras diferencias”.

En entrevistas, varios votantes señalaron a Facebook como un factor agravante; un espacio donde las relaciones y la política parecían colisionar de forma inevitable.

“Es como si caminaras por la calle y vieras a alguien mostrando un cartel que dice algo estúpido, pero la persona que lo sostiene es alguien que te importa”, afirmó Nelson Aquino, de 40 años, demócrata y gerente de proyectos de tecnología de la información ubicado cerca de Orlando, Florida. “Quieres decirle: ‘Suelta ese letrero y vete a casa’. Y entonces, comienzas a discutir”.

Para Earlette Bleasdale, una gerente de servicio al cliente jubilada en Garland, Texas, Facebook solía ser un medio para mantenerse en contacto con una familia que estaba distribuida por todo un estado enorme. “Es muy fácil publicar fotos y cosas así”, afirmó.

Pero durante la presidencia de Trump, Bleasdale, de 63 años, una demócrata registrada en una familia de republicanos, no pudo resistirse a azuzarlos porque apoyaban al presidente. “En Facebook, es muy fácil publicar memes y opiniones”, afirmó. “Ahora hablo de política con personas con las que normalmente no hablaría de eso”.

Bleasdale afirmó que sus dos hermanos y su cuñado la habían bloqueado en la plataforma. “Algunos de mis amigos también me han bloqueado”, afirmó Bleasdale. “No hemos llegado al punto de gritarnos, pero ya no hay contacto”.

Richard White, un ingeniero de construcción en Des Plaines, Illinois, y un republicano en una familia mayoritariamente demócrata, contó que la política en los últimos años “realmente perjudicó mi relación con mi padre”. Afirmó que lamentaba la ausencia de un debate político abierto en su círculo social y la forma en que las opiniones bruscas habían sustituido tanto los argumentos como la comprensión.

“Apenas le digo a la gente que voté por Trump, sin que si quiera escuchen la historia de fondo” —no lo apoyó en las primarias de 2016— “de inmediato soy tildado de racista y nazi”, afirmó White, de 49 años.

Algunos votantes contaron que habían tratado de reparar las relaciones evitando a la larga discusiones de política. Luego de que las llamadas telefónicas con su hijo terminaban en que uno de los dos colgaba el teléfono enojado, Lucky “hizo un esfuerzo por no hablar de política”, afirmó. “La decisión que tomé fue que él era más importante” que la política, agregó.

Liggett también mantenía la esperanza de poder salvar la relación con su viejo amigo del circuito de ferias comerciales. “Pero no será sino hasta después de las elecciones cuando volvamos a tener un trato amistoso de nuevo”, afirmó.

Por supuesto, después vendrán las siguientes elecciones.

“Mejorará por un tiempo, hasta que llegue el 2024”, afirmó.

© 2022 The New York Times Company