Es falso que las vacunas contra el COVID no son aptas para el uso humano, está comprobado que son seguras

undefined
undefined

Un video que muestra al doctor Peter McCoullough, quien ya ha sido señalado por difundir desinformación sobre las vacunas contra el COVID, circula por redes sociales asegurando que las vacunas no son aptas para uso humano. Sin embargo, esto es falso y ya ha sido desmentido por múltiples medios y publicaciones especializadas en  salud.

Peter McCollough es un cardiólogo que utiliza sus credenciales de afiliación con la Universidad Baylor en Estados Unidos, para supuestamente dar credibilidad a sus argumentos. El centro médico de la universidad inició una demanda en el 2021 ya que terminó su relación laboral con ellos y sigue utilizando su nombre para desinformar sobre tratamientos contra el COVID-19.

En el video que desinforma McCollough asegura que las vacunas supuestamente “no son aptas para el uso humano” ya que causan la muerte. Esto es falso ya que las vacunas pasan por un proceso riguroso para asegurar su seguridad, y han sido recomendadas y aprobadas por las principales instituciones de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), y en México por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)

Dicha afirmación falsa se compartió en redes sociales como youtube y twitter, y hasta el momento ya registra más de 579 mil reproducciones.

 

También te puede interesar: El director de un hospital en Alemania no dejó una carta póstuma para decir que las vacunas son una estafa

 

Una afirmación ampliamente verificada

El medio Health Feedback, que cuenta con el reconocimiento de la OMS como miembro del proyecto Red de Seguridad de Vacunación (Vaccine Safety Net), verificó anteriormente los argumentos del video y determinó que son falsos.

De acuerdo con los médicos que trabajan en esta organización, sí se ha relacionado algunos casos de miocarditis con las vacunas de ARN mensajero, pero estos son leves y no hay evidencia suficiente que apunte a que causen la muerte. Por otro lado sí se ha comprobado que el COVID causa un mayor riesgo de complicaciones cardiacas, entre ellas la miocarditis grave. Los argumentos de McCollough están ligados a un razonamiento erróneo, ya que es mayor el riesgo de miocarditis si se contrae la enfermedad, a contraerla por la vacuna.

Health Feedback afirma que los estudios que McCollough cita para suponer que las vacunas causan la muerte, tienen una metodología errónea para establecer una relación entre las vacunas y la muerte. Encontraron que los autores del estudio citado son señalados por ser desinformantes y conspiracionistas, incluido el mismo McCollough.

La publicación científica The Lancet lo publicó y lo quitó de su sitio un día después con el argumento de que las conclusiones del estudio no están respaldadas por la metodología y viola los principios de la publicación al no cumplir con el rigor científico requerido.

En conclusión, es falso que las vacunas covid causen la muerte o no sean aptas para uso humano. Esta información ha sido difundida por Peter McCollough, quien ya ha sido señalado por difundir desinformación. Además, los estudios que utiliza para realizar las afirmaciones se han reconocido como insuficientes ya que la metodología no respalda los resultados.