Es falso que el Gobierno español haya destruido presas, agravando las consecuencias de la DANA
La DANA que inundó Valencia entre el 29 y el 30 de octubre de 2024 y dejó más de 200 muertos motivó la difusión de desinformación sobre qué podría haber hecho el Gobierno español para minimizar los daños. Por ejemplo, publicaciones compartidas cerca de 30.000 veces en redes sociales afirman que la catástrofe se debió a la destrucción de barreras fluviales llevada a cabo en los últimos años por el Ejecutivo. Sin embargo, expertos consultados por la AFP aseguraron que en el país solo se han derribado azudes en desuso, los cuales suponen un mayor peligro en caso de no retirarlos.
“Todos los expertos coinciden. Las 26 presas que se demolieron en Valencia entre 2020 y 2024 son la causa de la catástrofe vivida que ocasiono enormes perdidas humanas y materiales”, recoge una captura de pantalla compartida en Facebook. Otras publicaciones señalan que la cifra es mayor a “500 presas”.
Afirmaciones similares, algunas responsabilizando al actual Gobierno español y a “los ecologistas”, han circulado en X, Instagram, TikTok, Threads y Telegram, y en otros idiomas como el alemán. También han sido compartidas desde partidos políticos, como es el caso del líder de Vox, Santiago Abascal.
El 28 de octubre el fenómeno conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) azotó las regiones del sur y el este de España, generando inundaciones sobre todo en Valencia, aunque también se vieron afectadas Andalucía y la provincia de Albacete, en Castilla-La Mancha.
El 3 de noviembre, los ciudadanos estallaron contra los reyes Felipe VI y Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente valenciano, Carlos Mazón, quienes se encontraban de visita en Paiporta, una de las zonas más golpeadas por las inundaciones. Algunos presentes les lanzaron barro y llamaron “asesinos” por, según afirman, no avisar a tiempo de las tormentas y no haber hecho lo suficiente para ayudarlos tras la tragedia.
A fecha y hora de esta verificación, el balance de personas fallecidas superaba los 200 muertos en toda España. Se trata del saldo más elevado desde las inundaciones que dejaron 300 fallecidos en octubre de 1973.
No se eliminaron presas ni embalses en uso
El gabinete de prensa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) compartió a AFP Factual el 4 de noviembre de 2024 un comunicado en el que descarta haber demolido “cuatro pantanos y embalses en Valencia”, y “200 embalses y presas en España en estos últimos años”.
En realidad, en España se derribaron “pequeños azudes o saltos de agua de pocos metros que hoy están en desuso”, aclaró el personal de este ministerio. Los azudes son pequeños muros construidos en los ríos para facilitar el desvío de parte del caudal para riego y otros usos.
De acuerdo con los datos del MITECO, España derribó 485 azudes entre los años 2000 y 2021, y 74 en años previos.
A diferencia de los azudes, una presa es una infraestructura que se construye “para guardar el agua”, explicó Francisco Flores, vicepresidente de la Sociedad Española de Presas y Embalses (SEPREM) en esta verificación. Expertos consultados por AFP Factual coinciden en que no tienen constancia de que se hayan demolido presas que sirvan de protección ante inundaciones.
Concretamente, en Valencia se demolió el azud del Corindón en 2017, y los azudes de Algoder 1, 2, 3, 3’ y 4 en 2006, como AFP Factual constató en el Geoportal del ministerio. Ninguno de estos derribos se produjo durante el actual Gobierno de Pedro Sánchez.
Pueden ser peligrosos si no se derriban
Las presas, “para que sean efectivas frente a inundaciones, deben ser capaces de almacenar un gran volumen de agua”, comentó Ignacio Escuder Bueno, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), el 5 de noviembre de 2024 a AFP Factual. Este no es el caso de las infraestructuras derribadas.
Para Escuder Bueno, “algunos azudes o pequeñas presitas que ya no tengan uso (normalmente son de poca altura y con muy poca capacidad de almacenamiento) pueden suponer un peligro público o pueden tener efectos ambientales adversos”.
Coincide en esta valoración César Rodríguez, secretario general de AEMS-Ríos con Vida, que respondió a AFP Factual el 4 de noviembre de 2024: “Se han eliminado unos pocos azudes, que son insignificantes en el problema del que estamos hablando”.
Rodríguez afirmó que un azud, especialmente cuando está en desuso o no se mantiene, “puede provocar una acumulación de material, una elevación del nivel de la lámina de agua y contribuir al desbordamiento”, o que la estructura “reviente”.
Incluso otras infraestructuras más grandes pueden generar estos problemas, como ocurrió con la presa de Tous en 1982, en la cuenca del Júcar, que “colapsó y se vino abajo” causando víctimas y damnificados, recordó el secretario general de AEMS-Ríos con Vida.
La Confederación Hidrográfica del Júcar también citó en X en 2023 que los azudes “constituyen una barrera infranqueable para el paso de peces y fauna acuática” y que “el agua remansada puede ser un foco de expansión de especies exóticas invasoras”, por lo que “si un azud está en desuso, conviene demolerlo para evitar estos problemas y recuperar la continuidad longitudinal del río y su carácter de corredor ecológico”.
La Directiva Marco del Agua de la Unión Europea es la que obliga a establecer este tipo de planes para que los ríos, lagos y aguas subterráneas estén en buen estado, como informó AFP Factual en marzo de 2024.
AFP Factual ya verificó otros contenidos relacionados con la supuesta demolición de presas y sus efectos.