Es falso que la comentarista Kelly Powers de Fox News haya fallecido por “turbo cáncer”
Después de que la comentarista médica de Fox News, Kelly Powers, falleciera de un tumor cerebral el 1 de diciembre de 2024, cientos de usuarios aseguran en redes sociales que su muerte confirmó la existencia de un “turbo cáncer” supuestamente desencadenado por las vacunas contra el covid-19. Pero el “cáncer turbo” no existe en la clasificación médica: es un término utilizado por los opositores a la vacunación para describir sus presuntos efectos agresivos. Además, a Powers le diagnosticaron un glioblastoma antes de que las vacunas estuvieran disponibles.
“Férrea defensora de la Big Pharma, que sufrió un ataque al corazón en directo en Fox News, muere de turbo cáncer” y “Ella tenía todas las dosis y le dió el tipo de TURBO”, son algunos de los comentarios que los usuarios dejan en Facebook, junto a una fotografía de la comentarista de la cadena Fox News de Estados Unidos, Kelly Powers (1, 2).
Varias publicaciones incluyen un enlace o una captura de pantalla de un artículo de The People's Voice, un sitio web que la AFP ha verificado repetidamente (1, 2), con el titular en inglés: “La doctora de Fox News, Kelly Powers, completamente vacunada, que sobrevivió a un ataque cardíaco en el aire, muere de cáncer turbo”.
El contenido se comparte en X y también en entradas en inglés y portugués.
Las publicaciones comenzaron a circular luego del anuncio del fallecimiento de Powers por glioblastoma el 1 de diciembre de 2024.
Los glioblastomas son tumores de rápido crecimiento, con una tasa de supervivencia relativa a cinco años del 5,6 por ciento en adultos mayores de 40 años.
Powers, cirujana y comentarista médica de varios programas de Fox News, fue diagnosticada por primera vez con cáncer en julio de 2020, de acuerdo con una publicación que hizo en Instagram, varios meses antes de que las vacunas contra el covid-19 estuvieran disponibles en Estados Unidos.
A pesar de someterse a tres cirugías cerebrales y múltiples rondas de tratamiento, contó el 23 de febrero de 2024 que el cáncer había regresado. Falleció el pasado 1 de diciembre a los 45 años.
Un diagnóstico inexistente
Los rumores virales respecto de la muerte de Powers se hacen eco de una tendencia de grupos antivacunas que vinculan las inmunizaciones contra el covid-19 con “cánceres turbo”, un término inexistente en la bibliografía médica.
La evidencia actual no muestra ningún vínculo entre las vacunas y los cánceres agresivos. Las agencias de salud pública de todo el mundo afirman que las vacunas son seguras y eficaces para prevenir enfermedades graves y la muerte, y que han salvado millones de vidas (1, 2, 3, 4).
El Memorial Sloan Kettering Cancer Center, con sede en Estados Unidos, asegura en su sitio web que las vacunas anticovid “no pueden causar cáncer”. “No hay nada de cierto en el mito de que de alguna manera la vacuna contra el covid-19 podría inactivar los genes que suprimen los tumores”, sostiene.
El Instituto Nacional del Cáncer y la Sociedad Estadounidense del Cáncer comparten esta postura.
David Gorski, oncólogo cirujano de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne, escribió en su blog Science-Based Medicine que no hay evidencias de que las vacunas de ARNm contra el covid-19 desencadenen cáncer.
“Los oncólogos no lo reconocen como un fenómeno ni tampoco los biólogos del cáncer, y si lo buscas en PubMed, no encontrarás ninguna referencia al respecto”, escribió Gorski en 2022.
Diversos expertos explicaron anteriormente a la AFP que es mucho más probable que los retrasos en las pruebas de detección y la atención preventiva durante la pandemia hayan influido en los diagnósticos y las muertes por cáncer que las vacunas.