Fallece en Miami ex presa y luchadora anticastrista. ‘Fue una titana que lo dio todo por Cuba’

Cary Roque, una de las ex presas políticas y opositoras más destacadas contra el castrismo, repetía una frase como un mantra: “Prohibido olvidar”.

Considerada por sus compañeros de lucha como una de las mujeres más valientes de la oposición, que resistió los horrores del presidio político femenino durante 16 años, Caridad Roque (La Habana, 1940) falleció en Miami, el miércoles 20 de septiembre, dejando a todos los que la querían desconsolados. Tenía 83 años.

“Como una titana que todo lo dio por Cuba, hasta el último momento. Así la voy a recordar”, dijo la ex presa política y activista Iliana Curra, que la cuidó en el Hospital Palmetto, donde Cary llevaba unos días en hospicio.

Roque sufrió una caída en su apartamento el 4 de septiembre, y se partió la cadera. Cuando estaba en recuperación, sufrió un accidente cerebrovascular que la dejó sin poder hablar. Valiente como siempre fue, Roque eligió que no le dieran alimentación asistida, dijo Curra, que en los últimos tiempos la visitaba en su casa varias veces a la semana, para ayudarla con las tareas y llevarla a las citas médicas.

“Ella decía que yo era como su hija”, dice Curra, lamentando que no estuvo presente en el momento de su muerte, pero consolándose con que Cary no estaba sola. La acompañaron otras luchadoras anticastristas, Noelia Pedraza y Damaris Moya. Su familia era el grupo de amigos, ex activistas y presos, apuntó Curra.

La ex presa política y periodista radial cubana Cary Roque (der.) con Iliana Curra, también opositora, que la acompañó hasta su muerte en el hospital Palmetto en Miami.
La ex presa política y periodista radial cubana Cary Roque (der.) con Iliana Curra, también opositora, que la acompañó hasta su muerte en el hospital Palmetto en Miami.

Una segunda carrera en la radio de Miami

Roque, que fue actriz y locutora en su juventud en Cuba hasta que se unió a la lucha anticastrista, se reencontró con su público en Miami, dijo la personalidad de la radio miamense Ninoska Pérez Castellón, recordando la labor que hizo en la Voz de la Fundación, la emisora de la Fundación Nacional Cubano Americana.

Fue allí donde la escuchó por primera vez Curra, que llamaba a la emisora para hacer denuncias sobre las violaciones de los derechos humanos en Cuba.

“Cary era muy activa, su nombre se reconocía y con ello todo el valor que tuvieron esas mujeres”, apunta Curra, que pertenece a una generación de opositores que se inspiró en el valor de las presas.

Roque estuvo trabajando en su programa de Radio Martí, Tras la noticia, hasta que se enfermó. “Ella nunca iba a soltar la bandera”, dijo Curra.

Sylvia Rosabal, directora de la Oficina de Trasmisiones a Cuba, a la que pertenece Radio y TV Martí, dijo que sus compañeros siempre la recordarán por “su dedicación y entrega a la causa de la democracia y la libertad de expresión en Cuba.

“El legado de Cary Roque servirá como un faro que ayudará a guiar nuestra misión”, dijo la ejecutiva de medios, resaltando los 15 años de trabajo que Roque le dedicó a la emisora.

Roque también se dio a conocer en la radio local de Miami, con su propio espacio o acompañando a veteranos locutores como Armando Pérez Roura.

“Como buena actriz se comunicaba con su público tanto en las cosas humorísticas como en las serias”, dijo Pérez Castellón, quien también compartió con ella en protestas anticastristas en varias ciudades.

En Madrid, durante una cumbre iberoamericana en 1992, el Partido Comunista español había llenado la Gran Vía de pancartas de bienvenida a Castro.

“Pintamos la palabra cobarde en todos los afiches”, recuerda Pérez Castellón, que guarda una foto de Roque pintando los afiches.

“Era una mujer muy valiente, uno se sentía más protegida cuando estaba con Cary”, dijo Pérez Castellón, indicando que en este momento le vinieron a la mente las palabras de condolencia que envió Celia Cruz desde Buenos Aires cuando la muerte de Jorge Mas Canosa: “Hoy es un día que todos los cubanos tenemos que darnos el pésame”.

Llos ex presos políticos cubanos, Angel de Fana, Cary Roque, y Jorge Luis Garcia Pérez Antunez, con la Medalla de la Libertad de la Florida, luego de una ceremonia en el Museo de la Diáspora Cubana en Miami, el jueves, 20 de abril del 2017.
Llos ex presos políticos cubanos, Angel de Fana, Cary Roque, y Jorge Luis Garcia Pérez Antunez, con la Medalla de la Libertad de la Florida, luego de una ceremonia en el Museo de la Diáspora Cubana en Miami, el jueves, 20 de abril del 2017.

La prisión, una mala experiencia pero sin arrepentimiento

Roque era fuerte, tan fuerte que a veces amedrentaba a las personas hasta que le trataban, dijo Pérez Castellón, recordando una anécdota que hizo el periodista venezolano Alejandro Marcano de cuando conoció a Roque.

Fue eso lo que salvó a una actriz que comenzó a conspirar contra el castrismo en 1960 y que fue apresada en 1961 cuando tenía 19 años. Estuvo bajo interrogatorio durante cuatro meses, y en su proceso fueron condenados a muerte y luego fusilados, siete personas.

Uno de los momentos más duros de la vida de Roque fue la golpiza a que la sometieron los represores castristas cuando trasladaban a un grupo de presas desde La Habana a la prisión de Baracoa.

“Les daban botellazos en la cabeza”, apunta Pérez Castellón, mientras que Curra señalaba que en el grupo viajaba hasta un bebé, hijo de una de las presas.

“Estuvo en un presidio de mujeres que cumplieron más de una década, como Ana Lázara Rodríguez, y el mundo les daba la espalda,”, dijo Pérez Castellón, apuntando que “aun quedan algunos por el mundo que pretenden defender a Cuba, ¡con el historial represivo que tiene!”.

Las golpizas, las visitas negadas, la presión a la familia, terminaron por enfermar de los nervios a la madre de Roque, que ni a su llegada a Estados Unidos se recuperó de esas casi dos décadas de sufrimiento por su hija.

Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, saluda a la ex presa politica cubana Cary Roque, quien pasó casi dos décadas en cárceles castristas, en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, el 16 de junio del 2017.
Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, saluda a la ex presa politica cubana Cary Roque, quien pasó casi dos décadas en cárceles castristas, en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, el 16 de junio del 2017.

“Cary nunca se dejó vencer. No perdió esos 16 años porque, aunque esa experiencia fue muy mala, tuvo grandes satisfacciones”, dijo Pérez Castellón, recordando que el entonces presidente Donal Trump le entregó a Cary la pluma con que firmó las sanciones contra el régimen cubano, en junio del 2017.

Curra recuerda el valor de Roque cuando salió de Cuba en 1977 para vivir en España, el país que recibió a muchos presos políticos cubanos, porque Estados Unidos los consideraba terroristas, ya que habían actuado contra el castrismo.

“Hizo de todo en España, trabajó en la construcción, pintó casas”, dijo Curra, alegrándose que en Miami retomara su carrera en los medios.

El domingo, muchos amigos fueron a darle el último adiós, algunos le dijeron cuánto los había inspirado para seguir luchando por Cuba, dijo Pérez Castellón.

“El exilio no es una calle, es una conducta”, recordó Pérez Castellón de una de las frases que más le escuchó.

Roque será cremada, como lo pidió y sus amigos lanzarán sus cenizas también en el lugar que ella eligió, dijo Curra, porque Roque estuvo consciente hasta el final.

Misa en memoria de Cary Roque, domingo 1 de octubre, 12: 15 p.m., Trinity Episcopal Cathedral, 464 NE 16 St.