Fallece el escritor cubano Armando de Armas (1958-2024)
Uno de los narradores cubanos más brillantes, un agudo periodista investigativo, y ensayista lúcido, Armando de Armas, falleció al atardecer del martes 8 de octubre del 2024 en la ciudad Falletteville, Georgia, donde estaba residiendo con su hija Amanda, tras una larga batalla contra problemas prostáticos. Tenía 65 años de edad. Armando de Armas nació en Santa Clara, antigua provincia de Las Villas, el 15 de octubre de 1958.
En una ocasión, poco tiempo después de llegar a Miami y publicar su primer libro de relatos Mala jugada, expresó: “Resulta duro hacer cultura cuando no se tiene tierra bajo los pies”. Enfrentando obstáculos se incorporó a la vida cultural, política y social de los cubanos en el exilio, donde logró publicar sus libros, los que trajo de Cuba, como Mala jugada y la novela La Tabla, así como lo que fue escribiendo a lo largo de sus años como exiliado.
Armando de Armas vivió en Cuba marginado, soportando los constantes acosos de la policía. Se consideraba un rebelde con causa, porque le habían robado su libertad y tenía que defenderla. Su tesis era vivir entre las palabras y las acciones. Escapó de la Isla con su familia en un barco bajo una balacera, burlando la guardia costera cubana, aventura que narró en una larga crónica que publicó en la revista Lettre International, de Berlín, Alemania.
En Miami participó en una de las primeras Flotillas Democracia, organizadas por Ramón Saúl Sánchez, donde el barco en que viajaba zozobró y tuvo que ser rescatado. Fue miembro del Ex Club, la asociación de Ex Presos Políticos y formó parte del grupo inicial que solicitó el ingreso de los escritores cubanos al PEN Internacional. La gestión dio paso a la creación del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, organización de la que fue además de su fundador, su vicepresidente.
La obra de Armando de Armas comprende cuento, novela y ensayos. En los relatos de su primer libro publicado, Mala jugada (1996), describe el sórdido mundo de una isla desgarrada por la violencia, la traición y la marginalidad. En Carga de la caballería, libro de cuentos escrito en el exilio, tiene cuentos antológicos como Dedos, texto en el que se resume un poco la tragedia del exiliado. Es un relato crudo, punzante, desesperanzador. Armando de Armas es poseedor de una prosa sólida, contundente, fluida, con un gran sentido del ritmo narrativo.
Armando de Armas siempre consideró su novela La Tabla como el pilar de su obra. El manuscrito tenía originalmente cerca de 1000 cuartillas y fue editado 18 años después de haber sido escrita por la Editorial Hispano Cubana, de Madrid, en el 2008, lo que representó para él un gran triunfo literario. La tabla es un fresco de una familia, de un pueblo, de una ciudad, de un país, donde el tiempo, individual y colectivo, avanza o retrocede en torno a Amadís, su personaje principal, se señala en una reseña.
El escritor incursiona en el ensayo con Mitos del antiexilio (Editorial El Almendro, 2007), donde analiza con agudeza el siempre complicado tema cubano, desde una perspectiva sobre el destierro cubano y el compromiso que las víctimas del régimen castrista tienen con la libertad y la justicia. El autor desmonta con agudos argumentos los mitos que sobre los cubanos exiliados se han repetido a lo largo de casi medio siglo.
Su otro libro de ensayos, Los naipes en el espejo (Latin Heritage Fundation, 2011), es sobre el partidismo en Estados Unidos, donde enfoca ciertas ideas y conceptos que se han manejado durante años en torno a los partidos demócrata y republicanos.
La obra de este escritor fundamental comprende además, Caballeros en el Tiempo, Escapados del paraíso, El Guardián en la Batalla, Los naipes en el espejo, Luces en el cielo, Realismo metafísico: un texto mistérico acerca de la creación literaria.
Fue distinguido por el Centro UNESCO de Cultura de Puerto Rico por el conjunto de su obra. Trabajó en Radio Martí, donde publicó importantes trabajos de temas socio cultural y fue un asiduo invitado al programa de Juan Manuel Cao en el Canal 41 de Miami.
En una entrevista se le preguntó cuál sería la responsabilidad de un creador, a lo que respondió: “No servir tiranías, sería bastante. Comprometerse con la libertad, sería lo ideal. Contrariamente a lo que suele creerse los creadores, intelectuales en general, no son esos alados defensores de la libertad y la democracia. Las plagas más dañinas que han asolado el siglo XX –esos socialismos de la izquierda y de la derecha, que son el nazismo y el comunismo–, fueron creadas, planificadas y ejecutadas por intelectuales”.
A Armando de Armas lo sobreviven sus hijos Andy, Amanda, Armando III y Ariadna, además de varios nietos. Sus servicios fúnebres serán anunciados posteriormente. Que descanse en paz Armando de Armas.