Las ‘fábricas de papel’ y la venta de artículos falsos a investigadores


Un nuevo problema preocupa a la comunidad científica: las “fábricas de papel”. Un grupo de alto perfil de financiadores, editores, académicos y organizaciones denuncian que estas empresas producen artículos periodísticos falsos o de mala calidad para vender autorías, según la revista Nature.

En una declaración publicada el 19 de enero, por United2Act, el grupo describe cómo abordará el problema mediante medidas como el estudio minucioso de las fábricas de papel, incluidas sus especialidades regionales y temáticas, así como la mejora de los métodos de verificación de autores.

“Están contaminando la literatura científica. Las fábricas de papel a menudo venden autorías de artículos falsos a investigadores que intentan rellenar sus currículums”, señala el artículo.

Un análisis refiere que alrededor del 2 por ciento de todos los textos científicos publicados en 2022 se parecían a producciones hechas por fábricas de papel. Sin embargo, detectar estos artículos es una tarea difícil y cerrar las operaciones que lo producen es aún más complicado.

Además, a los investigadores también les preocupa que el aumento de las herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa exacerbe el problema, al proporcionar más formas de generar rápidamente documentos falsos que puedan eludir los métodos de detección actuales.

“La fabricación de papel no es una operación, no es una organización, es una cultura. Las fábricas de papel llevan mucho tiempo creando un problema. Y ha sido ignorado durante mucho tiempo”, asegura Adam Day, científico de datos y fundador de Clear Skies en Londres, que ha desarrollado una herramienta de detección llamada The Papermill Alarm.

“LAS FÁBRICAS DE PAPEL ANTICIPAN LO QUE HACEMOS”

Para contrarrestar este espinoso problema, investigadores, analistas de integridad de la investigación, editores y financiadores asistieron a una cumbre, convocada en mayo, por el Comité de Ética en Publicaciones (COPE) y la Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos (STM), con sede en Oxford, Reino Unido.

Ahí retomaron áreas que necesitan mayor acción como realizar investigaciones detalladas sobre las fábricas de papel, mejorar las correcciones posteriores a la publicación, apoyar el desarrollo de herramientas para verificar las identidades de autores, editores y revisores; y garantizar que los grupos editoriales que están abordando el problema se comuniquen.

Otras iniciativas están abordando las fábricas de papel y el grupo United2Act no quiere superponerse ni reproducir sus esfuerzos. Estass incluyen, por ejemplo, a STM Integrity Hub, que está explorando una herramienta de detección y trabajando en técnicas para detectar documentos generados por IA. La inteligencia artificial es un área que los grupos de trabajo de United2Act evitarán intencionalmente, según Nature.

“Las fábricas de papel están cambiando mucho de forma. Sabrán lo que estamos haciendo y cambiarán lo que desarrollan. Lo emocionante de esto es que realmente estamos comenzando a hacer el trabajo”, dice Deborah Kahn, miembro electo del consejo del COPE.

PAÍSES CON LAS TASAS MÁS ALTAS DE INVALIDACIÓN DE ARTÍCULOS

Datos de la revista Nature indican que, más de 10,000 artículos de investigación fueron invalidados en 2023, rompiendo así un récord que evidencia la preocupación sobre la cantidad de artículos falsos y fraudes que se dan dentro del ambiente académico.

La combinación de estas prácticas deshonestas, aunada a la presión por publicar a la que están sometidos los investigadores bajo la premisa de “publicar o morir”, ponen en riesgo su imagen y credibilidad.

Entre los países productores de investigación que tienen las tasas de invalidación más altas en los últimos 20 años se encuentran Arabia Saudita, Pakistán, Rusia y China. Según el análisis de Nature, las tasas más altas de invalidación provinieron de revistas propiedad de Hindawi, una filial de la editorial Wiley con sede en Londres, la cual ha retirado más de 8,000 artículos.

Sin embargo, el verdadero problema es que, a pesar de que estos artículos fueron retirados, se citaron colectivamente más de 35,000 veces, informa Guillaume Cabanac, científico informático de la Universidad de Toulouse, en Francia. Este experto se encarga de rastrear los problemas en los artículos, incluidas las frases manipuladoras, redacción incoherente, evasión de detectores de plagio y signos de uso no revelado de IA. N

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