Dentro de la fábrica del ejército que produce municiones para AR-15: 4 conclusiones

Una bala Winchester .223 FMJ de 55 granos con un sello en la cabeza que dice “LC”, el cual se refiere a la Planta de Municiones del Ejército Lake City ubicada en Misuri, en Pollock Pines, California, el 3 de julio de 2023. (Max Whittaker/The New York Times)
Una bala Winchester .223 FMJ de 55 granos con un sello en la cabeza que dice “LC”, el cual se refiere a la Planta de Municiones del Ejército Lake City ubicada en Misuri, en Pollock Pines, California, el 3 de julio de 2023. (Max Whittaker/The New York Times)

La Planta de Municiones del Ejército Lake City, construida durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido operada durante mucho tiempo por contratistas privados para el gobierno federal. Según una investigación realizada por The New York Times, durante la última década, la planta ha producido cada vez más balas para el mercado comercial a medida que la demanda militar ha ido disminuyendo.

El ejército afirma que el objetivo del negocio comercial es mantener la fábrica en buen estado de funcionamiento para que la producción militar pueda intensificarse rápidamente y al mismo tiempo reducir el costo de sus municiones. El contratista actual, Olin Winchester, no respondió a las preguntas del Times.

Más de un millón de páginas de órdenes de allanamiento, registros de evidencia policial, informes balísticos, registros de decomiso y procedimientos judiciales compiladas por el Times brindan un extenso relato de cómo las municiones de la planta Lake City, que solían destinarse a la guerra, en ocasiones han caído en manos de criminales. A continuación, cuatro conclusiones.

Lake City es uno de los mayores fabricantes de balas comerciales para rifles estilo AR-15 del país.

Tras revisar informes anuales, transcripciones de reportes de ganancias y documentos gubernamentales, además de entrevistar a más de 40 exempleados y otras personas con conocimiento de las operaciones de Lake City, el Times pudo determinar que el sitio, ubicado en Independence, Misuri, había fabricado anualmente cientos de millones de balas para el mercado comercial desde al menos 2011.

Durante la mayor parte de ese periodo, sus operaciones comerciales sobrepasaron a sus negocios militares. Para 2021, la producción comercial —que incluye tanto las ventas minoristas como las compras realizadas por las fuerzas de seguridad y gobiernos extranjeros— había superado la producción militar más de dos veces, de acuerdo con un resumen histórico proporcionado por el ejército.

Como ese tipo de rifles han aparecido en crímenes, también lo han hecho las municiones fabricadas por la planta.

La gran mayoría de las balas de Lake City vendidas por minoristas han ido a parar a ciudadanos respetuosos de la ley, incluidos cazadores, agricultores y tiradores de práctica. Algunos se sienten atraídos por ellas porque están fabricadas con los mismos materiales y, a menudo, con las mismas especificaciones que las militares, mientras que otros las ven como un complemento genuino para sus armas y equipos tácticos.

Sin embargo, algunas balas de Lake City han sido incautadas a narcotraficantes, delincuentes violentos, grupos antigubernamentales, alborotadores en el Capitolio de Estados Unidos y contrabandistas de los cárteles mexicanos. Fueron confiscadas a un hombre en Massachusetts que amenazó con asesinar al presidente Barack Obama y a un hombre en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles después de que disparó contra un civil y tres agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte; uno de ellos murió.

Las balas de Lake City han sido vinculadas con al menos una docena de tiroteos masivos perpetrados con armas de fuego tipo AR-15.

La lista incluye tiroteos en el cine Century 16 en Aurora, Colorado, en 2012; un centro de servicios sociales en San Bernardino, California, en 2015; un festival de música en el Strip de Las Vegas en 2017; la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, Texas, el mes siguiente; Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, en 2018; la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh ese mismo año; las calles de Midland y Odessa, Texas, en 2019; un almacén de FedEx en Indianápolis en 2021; estudios de tatuajes en el área de Denver más tarde ese año; un supermercado Tops en Buffalo, Nueva York, en 2022; Robb Elementary School en Uvalde, Texas, días después; y un club nocturno en Colorado Springs, Colorado, también el año pasado.

Payton Gendron, condenado a cadena perpetua por matar a diez personas y herir a tres en el supermercado de Buffalo, había mencionado la planta Lake City en su manifiesto y en su diario en línea. Escribió que planeaba dispararle a un guardia de seguridad a través de una ventana, y las balas fabricadas en Lake City eran “la mejor munición de penetración de barreras que se puede conseguir”.

La conexión con crímenes de alto perfil fue motivo de preocupación para los contratistas de la planta.

El secretismo en torno a la producción comercial ha ayudado a ocultar su magnitud, y el ejército ha restado importancia sistemáticamente al papel de la planta en la fabricación de municiones para civiles. Pero cuatro exempleados, que no estaban autorizados para hablar públicamente, afirmaron que a los contratistas les preocupaba la posibilidad de que las municiones de Lake City aparecieran en escenas de delitos violentos. En particular, tras tiroteos masivos, a los directivos les “aterrorizaba” que los periodistas pudieran descubrir alguna conexión, dijo uno de ellos.

c.2023 The New York Times Company