De exportación: Esteban Guerrieri, Néstor Girolami y Matías Rossi, los sellos argentinos de Hungría a Brasil

La bandera argentina vistió podios en Hungría y en Brasil. Esteban Guerrieri y Néstor Girolami calcaron resultados en dos de las tres carreras del WTCR (World Touring Car Cup), en el circuito de Hungaroring, allí donde en la Fórmula 1 nadie ganó más veces que Lewis Hamilton; Matías Rossi firmó su primera incursión al escenario de premiación en Stock Car en el autódromo de Velo Citta, en Mogi Guacu, a 180 kilómetros de la ciudad de San Pablo. Mientras el automovilismo nacional acelera sus calendarios tras la extensa inactividad por la pandemia mundial de Covid-19 -el fin de semana el Rally Cross CARX se reactivó en Alta Gracia y el Turismo Pista con un parque de más de 100 autos se presentó en el autódromo de Buenos Aires- los pilotos argentinos reafirman en el exterior sus capacidades y la búsqueda constante, a pesar de las dificultades económicas, de escribir páginas de gloria.

La triple cita en Hungaroring resultó un impulso para las aspiraciones de Guerrieri (Honda Civic Type) de batallar por la corona. El piloto de Mataderos embolsó 69 puntos, producto de los triunfos en la primera y tercera carrera y un octavo lugar -en la segunda manga, con grilla invertida- y ahora se muestra como escolta, a 22 unidades -169 a 147-, del puntero del campeonato, el francés Yann Ehrlacher (Lync & Co 03 TCR). El galo, casualmente, se adueñó de la restante competencia.

Las dos pole evidenciaron que Guerrieri era el piloto destacado de la fecha, aunque debía ratificar su condición de candidato: lo hizo con estilo, doblegó a Ehrlacher por apenas 0,5 segundos en la carrera inicial y mostró las credenciales. Doce giros, un sprint de pura intensidad en las que el argentino, de 35 años, dominó de comienzo a fin; Bebu Girolami, uno de sus cuatro compañeros de equipo, junto con Tiago Monteiro y Attila Tassi, se trepó al tercer escalón del podio, el mejor reconocimiento para los mecánicos del equipo ALL-INKL.COM Münnich Motorsport, quienes en una semana construyeron una nueva unidad, luego del espectacular accidente en Eslovaquia. El cordobés, de Isla Verde, tuvo en la segunda carrera un encontronazo con el español Mikel Azcona y los operarios debieron alistar la máquina para la carrera final de la jornada, en la que volvió a ser tercero.

El segundo éxito fue de conjunto, porque Guerrieri no tenía el auto más contundente, aunque sí a los mejores laderos. "Tuve una gran protección de Tiago y Bebu, fue un perfecto trabajo de equipo. Mi auto no era rápido, no podía frenar y tenía poca aceleración, así que les estoy agradecido. Es importante para el campeonato", aseguró quien selló su tercer éxito en el año, después de la victoria en Nürburgring, en septiembre.

La batalla con Ehrlacher no es un mano a mano, ya que el líder y primer escolta del campeonato cuentan con el soporte de los integrantes del equipo. Porque si Guerrieri tuvo la colaboración de sus compañeros, el éxito del francés resultó una tarea de la estructura y de la familia. El francés Yvan Muller, que fuera rival de José María Pechito López, cuando el cordobés se consagró tres veces monarca en WTCC, comparte garaje con Ehrlacher y además es su tío. No fue extraño que en la segunda carrera cediera el primer puesto a su sobrino y jugara como escudero.

Rossi, podio en la undécima cita

"La experiencia en el Stock Car es positiva, aunque los resultados pudieron ser mejores", le comentó Matías Rossi a LA NACION. Un mes transcurrió de esa declaración y el clasificador le devolvió la sonrisa, después de tanto aprendizaje y algunas maniobras al límite de los pilotos locales. En Velo Citta logró su primer podio, después de finalizar en el segundo puesto en la Carrera 2 -fue octavo en la primera- y la emoción se observó en el festejo: desplegó una bandera argentina y jugueteó con el trofeo, durante la premiación.

El Misil celebró en su undécima cita en Brasil con el Toyota de Full Time Sports, donde comparte techo con Rubens Barrichello.