¿Qué explica la caída histórica que tuvo la bolsa de Japón y cómo impacta a México?

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El ‘poderoso’ peso mexicano se depreció a un nivel no visto desde 2022. El lunes 5 de agosto, su tipo de cambio alcanzó los 20.21 pesos por dólar y finalmente cerró en 19.40. Su depreciación no se debió a un factor local, sino al alza de tasas de interés en Japón que causó un efecto dominó en los mercados a nivel mundial, y a una posible recesión de la economía en Estados Unidos, indicaron especialistas consultados.

Estos cambios entre los mercados internacionales tendrían repercusiones en México, como el aumento en el costo de productos importados como la gasolina, maíz, alimentos e insumos de la industria, agregaron, pues Japón es una de las cinco economías más importantes del mundo y Estados Unidos es el principal socio comercial de México.

En este texto, te contamos qué sucedió a nivel internacional y los detalles de las posibles consecuencias para el país:

Para leer: Dólar baja a 19.40 a mediodía, el peso tocó un nivel no visto desde 2022; “podemos resistir, hay finanzas sanas”, dice AMLO

La caída de la bolsa de Japón y una posible recesión en EU

En el ámbito financiero, existe un método de financiamiento llamado “carry trade” que es utilizado para tener ganancias en un período corto de tiempo.  

Se da cuando inversores —que pueden ser personas, empresas o reservas monetarias de los países— solicitan un préstamo financiero a alguna bolsa de valores en el mundo que cobre una mínima tasa de interés. Luego, toman ese dinero prestado y lo invierten en otra bolsa de valores, donde la tasa de interés sea mayor. Así, pagan su deuda y obtienen ganancias. 

Este financiamiento es bastante común. Los inversores suelen aprovechar que la Bolsa de Valores de Japón ofrece una tasa de interés mínima y luego reinvierten ese dinero en Bolsas de Valores como la de Estados Unidos, por ejemplo en áreas tecnológicas, donde se considera una inversión de alto riesgo, pero se obtienen ganancias significativas. 

Sin embargo, al hacer este tipo de acciones se corre un riesgo: las tasas de interés de las bolsas de valores no son fijas, se pueden elevar. El miércoles 31 de julio el Banco de Japón anunció que su tasa de interés de 0.10% pasaría al 0.25%. Lo que significa un aumento de 15 puntos. Y se esperan más subidas en el año. 

“Esto significa que de repente se volvió carísimo financiarse en Japón, para financiar cualquier proyecto en otro país”, apunta el economista Antonio Ruíz y académico de la Universidad de Guadalajara. 

Al reducirse la diferencia entre la tasa de interés ofrecida entre Japón y Estados Unidos, para el domingo 4 de agosto, el yen la moneda japonesa ganó terreno frente al dólar y  tuvo un aumentó de su valor del 0.8%. Alcanzando el nivel más alto desde mediados de enero.

“Había la expectativa de que bajara la tasa de interés de la Reserva de los Estados Unidos la semana que entra, entonces la ganancia por sacar el dinero de Japón y meterlo a Estados Unidos se pierde, ya no es tan atractivo pedir a los japoneses y se va generando una especulación”, explica Ignacio Román Morales, economista y académico del ITESO.

Además, se sumó la especulación sobre una posible recesión estadounidense, luego de que el informe de hace una semana diera cuenta que los empleadores en Estados Unidos desaceleraron las contrataciones mucho más de lo que esperaban los economistas. 

La combinación de estos factores hizo que no resultara rentable pedir dinero a Japón, y  los inversionistas cancelaron los contratos de endeudamiento y liquidaron su deuda.

La rápida salida de los inversionistas del mercado bursátil japonés ocasionó la histórica caída de la bolsa de Japón. El principal índice de la Bolsa de Valores Japonesa, conocido como “Nikkei 225 que recopila los 225 títulos más representativos del mercado bursátil—, tuvo una caída de 12.40% , la peor desde 1987. 

Los impactos para México

Al estar interconectados los mercados financieros del mundo, México registró una caída en el  valor del “súper” peso. 

De acuerdo a los economistas consultados, algunos de los posibles impactos para la economía mexicana por una depreciación de la moneda son el aumento en el costo de los productos importados, como la gasolina, el maíz, y todos los insumos necesarios para producción de autopartes, maquinaría y aparatos electrónicos. 

También habría repercusión en la inversión extranjera directa en el país, en el Producto Interno Bruto (PIB) y en el nivel de deuda, aunque habrá que esperar al comportamiento de los mercados y el tipo de cambio en los próximos días, para saber el nivel de impacto. 

“Estamos hablando que el endeudamiento sale más caro en general, lo que va a ocurrir es que las deudas del gobierno aumentarán, lo cual generará costos sobre las finanzas públicas”, puntualiza el académico de la Universidad de Guadalajara. 

Ya que la depreciación no tiene que ver con el truene de empresas, del sector agricultura o la llegada de desastres naturales, existen repercusiones económicas que no necesariamente son malas para todos, apunta el economista Ignacio Román del ITESO. 

Por ejemplo, productores mexicanos y empresas de recepción de divisas podrán tener un respiro económico.

“Para los exportadores mexicanos, el estar exportando con el súper peso, implica un problema del encarecimiento de la producción mexicana ante el resto del mundo… para el productor de bienes nacionales que tiene que competir con los productos importados, con un peso extremadamente fuerte tampoco es necesariamente un beneficio. Por otro lado, el hecho de que receptores de divisas están recibiendo más dólares y menos pesos respecto a esos dólares, por la apreciación peso tampoco les beneficia”, concluye Ignacio Román.