Expertos: Alianza de Cuba con Rusia no basta para ingresar a club de economías emergentes

CUBA Y sus amigos. El gobernante ruso Vladimir Putin (izq.) recibe al líder cubano Miguel Díaz-Canel en el Kremlin, Moscú, en esta foto del 9 de mayo de 2024.

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel debe asistir a una reunión de una organización de las principales economías emergentes a finales de este mes en Kazán, Rusia, después de que la isla solicitara la asociación con el grupo como una nueva forma de buscar ayuda y créditos para su maltrecha economía.

Viktor Koronelli, embajador ruso en La Habana, dijo recientemente a una agencia de noticias rusa que Cuba envió una solicitud formal para unirse en una carta al presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien preside el grupo BRICS este año. También dijo que Díaz-Canel recibió una invitación para asistir la reunión.

Carlos Pereira, un funcionario de alto rango de Relaciones Exteriores de Cuba, confirmó más tarde la carta en una publicación en X. El funcionario dijo que el BRICS se está convirtiendo en “un actor clave en la geopolítica global y una esperanza para los países del sur”.

El BRICS, creado formalmente en 2009 por Brasil, Rusia, India y China, busca fortalecer los lazos económicos entre las naciones en desarrollo al tiempo que aboga por un orden internacional que esté menos dominado por las naciones occidentales.

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Sudáfrica se unió en 2010, y cinco nuevos miembros -Egipto, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía- se sumaron este año. Argentina se negó a convertirse en miembro, pero varias otras grandes economías y países de ingresos medios como Turquía, Malasia y Tailandia han expresado interés.

Cuba ha solicitado convertirse en socio, un paso anterior a la membresía plena que permite a los países familiarizarse con la organización y potencialmente recibir una invitación para unirse como miembros más adelante.

El liderazgo cubano está tratando de sacar provecho de décadas de defensa de un “nuevo orden mundial multilateral” y su estrecha alianza política y militar con Putin para obtener acceso a algunos de los beneficios que vienen con el estatus de socio, como el acceso a fondos del Nuevo Banco de Desarrollo del grupo.

“Simplemente les da otro canal formal para pedir ayuda a un gobierno”, dijo John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba.

“Si hay un canal que puedan usar para hacer sonar su Campana del Ejército de Salvación, lo usarán”, agregó. “No quieren unirse a los BRICS porque les proporciona un modelo para todos los cambios económicos que necesitan hacer. Están tratando de conseguir que algún gobierno les dé dinero para no tener que hacer ninguno de esos cambios”.

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El gobierno de la isla depende cada vez más de la ayuda extranjera para proporcionar alimentos y medicinas a la población y mantener los servicios públicos en funcionamiento mientras la economía sigue deteriorándose. Con una industria turística que aún no se ha recuperado de la era anterior a la pandemia, menos subsidios petroleros provenientes de Venezuela, mayores presiones financieras por las sanciones estadounidenses y una profunda renuencia a abrir su economía a la inversión extranjera, el gobierno cubano se encuentra cada vez más endeudado y con menos fuentes de divisas.

Con la economía en picada, gobernante cubano apoya a Putin durante su visita al Kremlin

Los líderes militares y los partidarios de la línea dura parecen haber apostado por Rusia como el salvador del país, aunque Putin aún no ha brindado un impulso económico significativo a Cuba. Gracias a sus vínculos con Rusia, Cuba obtuvo en 2020 el “estatus de observador” en la Unión Económica Euroasiática, que incluye a Rusia, Bielorrusia y otros tres estados postsoviéticos, pero hasta ahora ha obtenido pocos beneficios.

En el plano político, Cuba ha manifestado inequívocamente su apoyo a Rusia.

Aunque en un principio se abstuvo en las votaciones en las Naciones Unidas que condenaron la invasión rusa de Ucrania, más tarde Cuba se alineó plenamente con Putin. En una visita anterior en mayo con motivo del Día de la Victoria de Rusia, Díaz-Canel le deseó a Putin “éxito en la conducción de la operación militar especial”, dijo, utilizando el eufemismo acuñado por Moscú para referirse a la invasión. El líder cubano también aprovechó la visita para insistirle a su anfitrión sobre “duras condiciones” que enfrentaba la isla.

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En junio, las autoridades cubanas dieron la bienvenida a un submarino nuclear ruso en el puerto de La Habana, el primero desde la Guerra Fría.

Buques de guerra rusos, incluido submarino de propulsión nuclear, van camino a Cuba

Cuba espera que estos gestos sean suficientes para obtener el apoyo de Rusia a su candidatura, lo que podría alinearse con la visión de Putin de expandir agresivamente el grupo y usarlo para su propia agenda antioccidental. Sin embargo, los expertos creen que es una posibilidad remota precisamente debido a la mayor diversidad del grupo y la falta de bienes tangibles de Cuba para poner sobre la mesa.

“Cuba no aporta nada para legitimar aún más a los BRICS”, dijo Kavulich. “Si Miguel Díaz-Canel llega a una reunión de los BRICS y dice: ‘Este es un gran ejemplo de solidaridad’, la mayoría de ellos pondrán los ojos en blanco porque no están allí por solidaridad. Están allí por el dinero”.

Otros miembros del grupo, como India, parecen estar más interesados en preservar el peso económico del grupo y diversificar el comercio que en rescatar a las naciones en quiebra.

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Incluso otros miembros que han construido vínculos estrechos con Cuba podrían decidir no asociarse con la isla esta vez.

A pesar de su estrecha alianza política y militar, China no ha proporcionado ayuda ni inversiones significativas a Cuba recientemente porque el gobierno cubano no ha podido pagar sus deudas ni reformar sustancialmente su ineficiente economía de planificación centralizada

El presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, que en su día fue un amigo cercano de los hermanos Castro, se ha distanciado de Cuba y no ha proporcionado ayuda sustancial como lo hizo durante su mandato anterior. Da Silva, que justificó la inclusión de Irán en el BRICS citando su peso geopolítico, habría vetado las solicitudes de Nicaragua y Venezuela para unirse al grupo como socios.

“Venezuela y Cuba son malas apuestas; no creo que aporten nada” al BRICS, dijo Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Brasil y la India, dos países democráticos del BRICS, no quieren tener nada que ver con que el BRICS sea conocido como esta agrupación autoritaria servil a China. Por eso van a vetar la expansión con ese tipo de países”.

Kavulich cree que las décadas dedicadas a promover un movimiento no alineado para erosionar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo no le traerán mucho a Cuba.

“Eso podría haber funcionado en los años 60 o 70, pero Fidel, y lo que él representaba, está muerto”, dijo Kavulich. “Los cubanos quieren llevar figurativamente el ataúd de Fidel con ellos a todas partes y decir: ‘¿Oye, se acuerdan del Comandante?’ Eso fue hace 60 años”.