El exilio y la diáspora cubana en la obra de Luis Cruz Azaceta

Luis Cruz Azaceta (La Habana, 1942) se inscribe en esa “generación” de artistas cubanos cuya obra nació y se desarrolló en el exilio. Me refiero a ese grupo de artistas nacidos todos en La Habana a principios de la década de 1940, formado por Ramón Alejandro (1943), Julio Larraz (1944) y Humberto Calzada (1944). Todos salieron de Cuba aproximadamente entre 1960 y 1961 siendo todavía unos adolescentes. Además de estos “atributos” comparten también el hecho de que sus respectivos lenguajes tienen un gran componente expresivo neo figurativo.

En la muestra “Poetic Incongruities” de Cruz Azaceta son visibles dos distinciones respecto al grupo antes nombrado, y que han formado parte de toda su trayectoria artística. Primero, destacar que es el artista que más emplea dentro de su poética una combinación entre, por un lado, elementos del lenguaje de la abstracción en clave de arte informalista y, por el otro, francas expresiones del arte neo figurativo. Segundo, que, en el orden discursivo, su obra enfoca con mayor insistencia los efectos y las huellas del fenómeno del exilio y la diáspora, tratados desde una teoría crítica de corte humanista. Esto no quiere decir de ningún modo que, en los otros artistas citados, pueda haber en mayor o menor medida rasgos que hablen de los efectos del exilio y la diáspora (en Larraz es probablemente donde menos son rastreables estas huellas), sino que, en Cruz Azaceta, estos dos conceptos, exilio y diáspora, han conformado una especie de dominio discursivo atravesando toda su trayectoria. Y las obras que forman “Poetic Incongruities” no son la excepción, discursivamente hablando.

Las obras que ahora se pueden ver están realizadas entre 2019 y 2023 y en muchos de sus títulos hay referencias simbólicas a los temas recurrentes del exilio y la diáspora como por, ejemplo, Swimming to Freedom, 2022 o Refugee, 2022. Pero también hay obras con referencias metafóricas a sucesos que han marcado globalmente los comportamientos, la sensibilidad, y los modos de consumo socioeconómicos y culturales como ha sido el caso de la pandemia, que tiene una clara alusión en Hope in The Age of Covid 1-2-3 (Triptych), 2021.

Swimming to Freedom es una pintura donde el dispositivo alegórico del exilio con alusiones a la migración cubana a través del estrecho de La Florida ocupa el centro del cuadro. Tema que ya había tratado en sus pinturas de principio de los años 1980, antes de que esta aproximación se convirtiera en lugar común para mucha obras y artistas en el campo de producción de las artes visuales cubanas de la década de 1990. En el centro de la pintura alguien nada con el horizonte marcado por un cielo anaranjado. Es una composición donde se convocan otras figuras alegóricas como el faro, y lo que parecen extensiones visuales prismáticas. Una obra que tiene tanto de figuración como de abstracción describiendo sinuosidades, volúmenes y oquedades, lo que aporta a la imagen un movimiento convulso, enfatizado por el colorido contrastado entre azules y naranjas, desprendiendo un aura surreal y acaso un tanto alucinatoria.

Si en Swimming to Freedom la imagen de un nadador en mar abierto es el epicentro de la obra, en Refugge es, en cambio, un ser solitario con el trasfondo de un muro. Y el muro, su característico aspecto de estar compuesto por ladrillos, se ha vinculado en las metáforas visuales del siglo XX, sobre todo, posterior a la II Guerra Mundial, a las limitaciones que impone el espacio social al pensamiento y acción orientadas a expandir las libertades del sujeto como expresión legítima dentro de un sistema democrático. En este sentido pensemos en esa elegía visual de esta gran figura poética de la segunda mitad del siglo XX que es la película The Wall, (1982) del director británico Alan Parker, basada en el álbum con el mismo título de Pink Floyd The Wall (1979).

El muro es una figura poética que comparte dicotomías semánticas porque, además de separar, dividir, excluir y discriminar, puede habilitar también el refugio, puede llegar a conformar, en sus cuatro costados, un habitar, un nicho, una casa, donde resguardar lo privado de la intemperie social. Y esa dualidad, ese carácter contradictorio entre la expresión del ser en sociedad y el expresionismo de la individualidad constituye una fuente inagotable de conflicto en la sociedad y la cultura contemporánea. Tal vez por eso el personaje de Cruz Azaceta en esta obra, está esbozado con dos rostros superpuestos, dos miradas, dos expresiones una distante de la otra. El exilio es la ausencia de arraigo, es la casa (y por extensión simbólica el país) expropiada y la vida errante, pero no por elección propia sino por condiciones impuestas. Es la pérdida primaria que busca inconsolablemente volver a arraigar, dejando atrás los fantasmas del desarraigo.

“Poetic Incongruities”, de Luis Cruz Azaceta en PanAmerican Art Projects, Gallery, 21 NE 39 Street, Miami. Hasta el 4 de diciembre. Para más info : www.panamericanart.com

Dennys Matos es crítico de arte y curador. Especialista en arte latinoamericano contemporáneo. dmatos66@gmail.com