La exalcaldesa Lori Lightfoot pide a los federales que aceleren la autorización de trabajo a los inmigrantes y lanza una iniciativa para apoyar a las organizaciones locales sin ánimo de lucro

Haciéndose eco de un llamamiento realizado por su sucesor y otros alcaldes de ciudades afectadas por la creciente crisis migratoria, la exalcaldesa de Chicago Lori Lightfoot afirmó que el gobierno federal debe facilitar a los solicitantes de asilo el trabajo legal.

En un discurso pronunciado el jueves en el City Club de Chicago para destacar una nueva organización sin ánimo de lucro destinada a apoyar a los grupos vecinales locales, Lightfoot afirmó que las oportunidades de trabajo para los recién llegados ayudarían a frenar las tensiones por el gran gasto continuado de la ciudad en cuidados y podrían contribuir a resolver los problemas de personal de las empresas de servicios.

“Tenemos que presionar a nuestros representantes federales para que abran, mucho más rápidamente, oportunidades para que la gente en este país tenga trabajo”, dijo Lightfoot. “La respuesta es empleo, empleo y empleo”.

Casi 35,000 inmigrantes han llegado a Chicago desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses con solicitantes de asilo en agosto de 2022, hacia el final del mandato de Lightfoot. Chicago ha gastado hasta ahora 156.2 millones de dólares en servicios de proveedores, como personal de albergues, para atender a los recién llegados, según datos municipales.

El alcalde Brandon Johnson y su equipo han criticado a Lightfoot por los costosos contratos con proveedores que dice haber “heredado” y que su administración ha renegociado desde entonces. Lightfoot declinó hacer comentarios sobre la gestión de la llegada de inmigrantes por parte de su sucesor, pero afirmó que su administración se esforzó por lograr una transición fluida en la respuesta de la ciudad cuando la administración de Johnson tomó el relevo.

Aunque Lightfoot y Johnson no han coincidido mucho públicamente desde que Johnson la derrotó en las elecciones del año pasado, Johnson también ha pedido al gobierno federal que agilice la autorización de trabajo para los inmigrantes.

La comparecencia de Lightfoot el jueves coincidió con el anuncio de una nueva organización sin ánimo de lucro llamada Chicago Vibrant Neighborhoods Collective. La organización trata de poner en contacto a organizaciones comunitarias que trabajan en barrios desinvertidos con recursos “administrativos” como análisis de datos, recaudación de fondos, elaboración de presupuestos y marketing.

La nueva iniciativa pondrá en contacto a “un grupo de consultores” con organizaciones sin ánimo de lucro de los barrios más necesitados, para que aporten conocimientos empresariales y hagan más sostenible el trabajo de base, explicó Lightfoot. Los servicios se prestarán gratuitamente a las organizaciones sin ánimo de lucro de los barrios, añadió.

Lightfoot elogió a las organizaciones sin ánimo de lucro de Chicago por ayudar a la ciudad a superar la pandemia de COVID-19 y atender a los más necesitados. Pero muchos de estos grupos luchan por mantenerse a flote, añadió.

“Estas organizaciones hacen su trabajo todos los días, a menudo en la sombra y sin reconocimiento”, dijo Lightfoot. “Es hora de sacarlas de la sombra. Es hora de que ayudemos, a lo grande”.

La exalcaldesa presidirá la junta directiva de Vibrant Neighborhoods y se centrará en la recaudación de fondos, según declaró al Tribune. La organización ya ha conseguido financiación de la Fundación MacArthur y la Fundación de la Familia Pritzker Pucker, añadió, aunque no detalló cuánto dinero han aportado.

Lightfoot prosiguió su campaña de recaudación de fondos tras anunciar la nueva organización en el acto del City Club, y animó a los asistentes, entre los que se encontraban filántropos y empresarios de alto poder adquisitivo, a apoyar a la organización.

“Vamos a llamar a tu puerta. Es hora de unirse al club de los chicos guays. Ven a financiarnos”, bromeó.

A la pregunta de por qué ha creado esta organización sin ánimo de lucro, Lightfoot respondió que “quería darse tiempo para recuperarse” tras dejar el cargo.

“Había pasado por mucho”, dijo.

Sin embargo, junto con su etapa de otoño como profesora en la Universidad de Harvard y su nuevo trabajo en el Instituto de Política de la Universidad de Chicago, la labor de apoyo a las organizaciones comunitarias de Chicago le pareció una forma de hacer algo bueno con sus contactos y ampliar su “cociente de felicidad”, afirma.

“He visto de primera mano la increíble repercusión que tienen estas organizaciones comunitarias a nivel de barrio”, dijo, y añadió que tiene previsto anunciar pronto más trabajos profesionales.

-Traducción por José Luis Sánchez Pando/TCA