Ever Daddy ganó el Gran Premio José Pedro Ramírez en Uruguay, se lesionó y se espera que vuelva a la Argentina para definir su futuro

Ever Daddy, con William Pereyra, en la celebración posterior al triunfo en el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1), en Maroñas.
Ever Daddy, con William Pereyra, en la celebración posterior al triunfo en el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1), en Maroñas. - Créditos: @Maroñas

La misma contundencia que Ever Daddy ofreció al imponerse en el Gran Premio Nacional, en noviembre en Palermo, se vio el sábado pasado en la arena de Maroñas para adjudicarse otro Grupo 1, el José Pedro Ramírez, la carrera más importante del turf uruguayo. Por tercer año seguido, un caballo argentino se llevó esa prueba, aunque en esta oportunidad fue uno de los que viajó desde Buenos Aires para estar en la tradicional jornada de Reyes.

Después de dominar fácilmente el Derby, desde su equipo de trabajo junto con sus propietarios decidieron ir contra el mandato hípico no escrito de correr el Carlos Pellegrini, en San Isidro. Se pensó que la mejor opción era cruzar el Río de la Plata para buscar más gloria en otra competencia sobre arena y con una bolsa de premios mucho más tentadora. El final de la travesía deportiva fue feliz, porque el potrillo se impuso en el cotejo de 2400 metros más famoso de Uruguay, pero quedaron secuelas.

El argentino Ever Daddy, con William Pereyra, se impuso por varios cuerpos en la principal carrera del turf uruguayo.
El argentino Ever Daddy, con William Pereyra, se impuso por varios cuerpos en la principal carrera del turf uruguayo. - Créditos: @Maroñas

Detrás de la felicidad por el triunfo y los 120.000 dólares de recompensa (contra el equivalente a casi 50.000 del Pellegrini), el desenlace arrojó, además, una lesión que está en evaluación y cuya gravedad se dictaminará después de los estudios a los que sea sometido al volver a la Argentina, ya en manos del cuerpo de veterinarios que trabaja en el stud de Juan Saldivia en Palermo. Así, esa preocupación por un notorio dolor en una mano, que podía advertirse en medio de la coronación, se mantiene con el paso de las horas.

“Apenas volvió nos dimos cuenta. Se le hicieron los estudios necesarios y se le puso hielo en la mano derecha. En principio, no parece nada grave, pero es un esfuerzo de la rama de la entrecuerda”, confió el entrenador, ya de regreso al país. “De todos modos, estamos esperando que llegue para seguir acá con todos los estudios”, agregó.

La entrega de premios del GP José Pedro Ramírez (G1-2400m), en Maroñas
La entrega de premios del GP José Pedro Ramírez (G1-2400m), en Maroñas - Créditos: @Maroñas

El caballo viajó a Uruguay por vía terrestre a fines de diciembre y por esa misma vía iba a ser la vuelta por estas horas. No obstante, ahora se cambiaron los planes. “Es posible que este jueves viaje en avión. Ya se consultó con los veterinarios si es posible y dijeron que sí, que no hay problemas”, detalló.

Lo que se altera, también, son los planes a futuro. Al menos, eso ingresa en un terreno de interrogantes. La idea era llevarlo a Estados Unidos para intentar competir allá, hacer una apuesta todavía más grande luego de un comienzo de campaña con cuatro victorias en sus primeras cinco carreras. Sólo perdió en el debut el zaino de casi 500 kilos y esa cosecha incluyó otro triunfo clásico, el Coronel Martínez (G3-1800m), en septiembre.

El Gran Premio José Pedro Ramírez

Por lo pronto, Ever Daddy atrapó el cotejo más selectivo de la generación 2020 en Argentina, conquistó ahora el corazón de los uruguayos, le permitió a su jockey, William Pereyra, superar la barrera de los 1400 triunfos e inauguró la lista de grandes éxitos argentinos en el exterior esta temporada.

Falta determinar cuándo podría volver a competir. Para eso habrá que tener nuevos estudios, la palabra de los veterinarios y darle tiempo de recuperación. Ever Daddy es la última gran aparición en las pistas rioplatenses y la esperanza de que siga escribiendo capítulos exitosos es lo último que se pierde.