Europa League: Bayer Leverkusen perdía 2-0, empató con Roma en un partido espectacular y jugará la final, con un Palacios imperial (y Paredes “goleador”)

Alivio y éxtasis, con Palacios en el centro de la escena: Leverkusen empató con Roma y jugará la final de la Europa League
Alivio y éxtasis, con Palacios en el centro de la escena: Leverkusen empató con Roma y jugará la final de la Europa League - Créditos: @INA FASSBENDER

Bayer Leverkusen es invencible. Perdía 2-0, se recompuso una vez más, empató y sigue haciendo historia. Historia grande. No perdió ni un partido en 2024. Es una auténtica locura. Selló el espectacular 2-2 con Roma y jugará la final de la Europa League frente a Atalanta.

Exequiel Palacios cumplió otra tarea sensacional. Y Leandro Paredes cayó de pie: convirtió dos penales, que le habían dado vida a la Roma. Paulo Dybala no jugó ni un minuto: todo un símbolo.

Además de acceder a la final de Dublín el 22 de mayo y mantener vivo el sueño del triplete, los hombres de Xabi Alonso quebraron un récord que se mantuvo durante 59 años. Así, Leverkusen extendió a 49 partidos su racha sin conocer la derrota, la mejor marca de la historia del fútbol europeo.

El Benfica de Eusebio firmó una serie de 48 partidos consecutivos sin perder entre 1963 y 1965. Un récord que se mantuvo hasta hoy. Y la sensación de Europa juega con el reloj: fue la 16ª ocasión en que el “Werkself” (el conjunto de la fábrica) marca en el tiempo añadido esta temporada. Algo “difícil de explicar”, como reconoció Alonso. “No vi que eso ocurra a menudo en el fútbol”, advirtió el técnico vasco, de 42 años, el creador de esta obra maestra.

El flamante campeón de la Bundesliga ya había hecho añicos la racha de 43 partidos sin perder de la Juventus entre 2011 y 2012, la mejor serie de un equipo de uno de los cinco grandes campeonatos europeos (España, Inglaterra, Francia, Italia y Alemania).

Después de que el Leverkusen igualase el domingo la racha del Benfica con una goleada 5-1 sobre el Eintracht en Fráncfort, el arquero y capitán Lukas Hradecky confesó que completar la temporada sin perder un partido supone “una motivación añadida”. “Ahora podré contárselo a mi nieta y a mi nieto”.

Leandro Daniel Paredes, especialista en penales
Leandro Daniel Paredes, especialista en penales - Créditos: @KIRILL KUDRYAVTSEV

El Leverkusen, que se proclamó en abril campeón de la Bundesliga por vez primera, se enfrentará al Kaiserslautern (segunda división) en la final de la Copa de Alemania.

Fue una sinfonía de Bayer Leverkusen sobre Roma durante la primera mitad. Con el 55 por ciento de posesión del balón, 6 disparos al arco (de 17 intentos) y seis córners, se impuso el elenco germano sobre el conjunto romano en todos los conceptos del juego. Menos el gol: por eso, el fútbol es tan maravilloso. Y la formación supuestamente a la sombra, aprovechó un penal (que no suele cobrarse) señalado por Danny Makkelie y abrió el marcador, con la clase habitual de Paredes al momento de impactarle a la pelota. Más aún, en un balón detenido.

Exequiel Palacios cada día juega mejor
Exequiel Palacios cada día juega mejor - Créditos: @INA FASSBENDER

Antes, mucho antes, Palacios dio una masterclass. Y Paredes se sintió incómodo. Los dos campeones del mundo se situaron unos metros adelante de los zagueros, dueños del primer pase. El volante que brilló en River pisó el área rival, se hizo dueño de los tiempos. Hasta tiró lujos, como suele hacerlo en la Bundesliga: está en un momento óptimo. El mediocampista que jugó poco tiempo en Boca actuó unos metros más atrás, uno de los actores agobiados por el frenesí local.

Una dura infracción de Paredes sobre Palacios mereció la tarjeta amarilla. Y en el mientras tanto, hubo serios reproches del jugador surgido en el Monumental contra el mediocampista nacido en la Bombonera. Un contrapunto de selección.

Al rato, hubo un remate de crack de Palacios, de unos 25 metros, que chocó contra un palo; el rebote en el arquero Mile Svilar casi se convierte en gol en contra.

Jonas Hofmann, Amine Adli y Adam Hlozek resultaron imparables para la atribulada estructura romana, que ya había sufrido la lesión de Leonardo Spinazzola. De pronto, inspirado en el ímpetu arrollador como jugador de Daniele De Rossi, Roma encontró la moneda en la Fontana di Trevi.

Penal de Jonathan Tah a Sardar Azmoun (un sutil agarrón) en el cierre del primer capítulo, que lo tuvo a Leverkusen como dominador en todo momento. Paredes, con un remate fuerte y al medio (como suscriben algunos manuales), abrió el marcador. Y se presentó el camino del misterio.

El tramo final resultó eléctrico, porque el equipo alemán no se quedó inmóvil y el conjunto italiano fue, con la desesperación de la última vez. Un espectáculo a la altura de Europa. Matej Kovar, el arquero local, se revolcó de palo a palo, para mantener la mínima diferencia. En realidad, los dos arqueros fueron una maravilla.

Una mano de Adam Hlozek en el área determinó el llamado del VAR. ¿Penal para Roma, otra vez? Sí, señor. Y Paredes convirtió de nuevo, con un remate cruzado, bajo, inatajable. Cambió la ecuación y lo gritó con el alma, de frente con la gente, en un costado del escenario convertido en una caldera. Roma se puso 2-0 con la prepotencia del especialista... y sólo faltaban 25 minutos para los primeros 90.

A ocho minutos del cierre, una pelota parada puede acabar con todo. Esta vez falló Mile Svilar y la pelota sorprendió a Gianluca Mancini, directo al arco. Un doble blooper. Algo así como el gol en contra más insólito del año dentro de un enorme espectáculo.

Nervios, tensión y algo de fútbol se entremezclaron en el final. Y salvó el invicto, como en tantas otras batallas, en el último suspiro. Un final de fiesta inolvidable. En un contraataque fatal, lo definió Josip Stanisic, un defensor con alma de delantero.

Paulo Dybala no entró ni un minuto: un mensaje de De Rossi y una señal rumbo a la Copa América. Palacios vuela a la final, luego de un choque de planetas, con dos campeones del mundo a tono con la exigencia europea. No será el único, lógicamente. Juan Musso ataja en Atalanta, su adversario, que este jueves se impuso por 3-0 sobre Marsella.

Sin argentinos en la final de la Champions League, habrá otro campeón también en la Conference League. La Fiorentina de Lucas Beltrán, Lucas Martínez Quarta y Nicolás González se medirá con el Olympiakos de Santiago Hezze, que se impuso por 2-0 a Aston Villa. Dibu Martínez, lejos de su mejor versión física, cayó de pie.