No hay estudios que respalden el uso de ivermectina contra COVID-19, como dijo Gabriela Cuevas

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Aunque desde 2021 la Organización Mundial de la Salud desaconsejó el uso de ivermectina para el tratamiento de la COVID-19, Gabriela Cuevas –vocera de campaña de Claudia Sheinbaum ha insistido en que “está demostrada” científicamente su efectividad y utilizó ese argumento para justificar el uso de este fármaco en la CDMX.

En su cuenta personal de X, antes Twitter, la morenista aseguró que su dicho se basa en “diversas investigaciones científicas” realizadas en diferentes países.

Sin embargo, en una búsqueda no se encontró que la OMS, ni la propia Secretaría de Salud de México recomienden o avalen su uso en las actualizaciones de sus lineamientos. Tampoco se encontró un estudio científico concluyente que respalde el uso de este fármaco contra el SARS-CoV-2.  

La ivermectina, pese a no ser aprobada por las autoridades sanitarias a nivel nacional e internacional, fue comprada y distribuida durante la pandemia por el gobierno de Sheinbaum en la Ciudad de México. 

Animal Político contactó a Cuevas para preguntarle sobre las fuentes que mencionó, y dijo que las haría llegar, pero hasta el próximo lunes 8 de abril. 

El doctor Alejandro Macías, quien en el 2009 fue comisionado especial para la atención de la influenza A (H1N1) en México, dijo a El Sabueso que cuando se busca de manera selectiva en la literatura médica se pueden encontrar publicaciones que confirmen lo que uno busca, pero esto no significa que estén verificadas o avaladas por la comunidad científica. 

También aseguró que aunque la evidencia científica puede cambiar, “al momento que se distribuyó la ivermectina en Ciudad de México la evidencia ya apuntaba hacia su inutilidad”.

Hasta ahora, la evidencia científica internacional recomienda no usar la ivermectina para tratar la COVID-19 ya que no hay evidencia que sustente su eficacia.
Kit médico que se entregó en la CDMX en el 2020, el cual incluía ivermectina. FOTO: MAGDALENA MONTIEL/CUARTOSCURO.COM

Autoridades sanitarias no recomiendan ivermectina contra COVID

En la última actualización de las directrices sobre los tratamientos contra la COVID-19, publicada en noviembre del 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda “no administrar ivermectina a los pacientes que no presentan un cuadro grave de COVID-19”.

Al presentar un cuadro grave, la OMS recomienda utilizar ivermectina sólo en el marco de ensayos clínicos. 

En México, mediante un comunicado de la Secretaría de Salud en México, especialistas de institutos de salud y hospitales pidieron desde enero de 2021 evitar el uso de ivermectina contra COVID-19 ya que “no existen pruebas que fundamenten su efectividad en la prevención y tratamiento del contagio”.

También en Estados Unidos, la agencia nacional de Administración de Alimentos y Medicamentos​ ​(FDA) rechazó el uso de este medicamento para tratar la COVID-19, tanto en humanos como en animales. 

Reportaron que tras el interés en esta medicina durante la pandemia, recibieron informes de pacientes que requirieron atención médica después de automedicarse con ivermectina destinada al ganado. 

¿Qué dicen los estudios?

Buscamos estudios de la efectividad de la ivermectina en la base de datos de investigación sobre la COVID-19 de la OMS. El estudio más reciente, publicado el año pasado, menciona que se ha demostrado insuficiencia en la eficacia clínica de este medicamento para tratar el SARS-CoV-2 y que “es poco probable que la ivermectina sea traducible en un agente antiviral seguro y eficaz”.

También en 2023 se publicó un estudio en donde hacen un reanálisis de publicaciones que hablaban de los beneficios del uso de ivermectina en Itajaí, Brasil.

Concluyeron que la eficacia que se mencionaba de la ivermectina para la infección por COVID-19, la hospitalización y la mortalidad, no está respaldada. Explicaron que los efectos observados eran resultado de errores metodológicos y “artefactos estadísticos no tratados”, es decir, distorsión o error en los datos que se recopilaron.

En las pautas de tratamiento para la COVID-19 de National Institutes of Health (NIH) hay un apartado sobre la ivermectina, actualizado al 20 de diciembre de 2023. En este, recomiendan no utilizarlo como tratamiento de esta enfermedad, ni para ninguna otra infección viral. 

Ahí explican que la ivermectina sólo ha demostrado inhibir la replicación del SARS-CoV-2 en cultivos celulares, pero para lograr la concentración necesaria para que sea un antiviral eficiente se necesitan dosis hasta 100 veces mayores de las que están aprobadas para el uso humano.  

Por lo cual, concluyen que “los ensayos han fracasado en encontrar un beneficio clínico en el uso de ivermectina para tratar el COVID-19”. 

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Ivermectina es segura para tratar infecciones parasitarias, no para tratar la COVID-19 

Las declaraciones de Gabriela Cuevas se dieron después de un debate organizado por Reforma donde Adriana Dávila, representante del equipo de Xóchitl Gálvez, criticó la compra y el uso de ivermectina durante la pandemia en la Ciudad de México, cuando Sheinbaum era jefa de gobierno.

Al respecto, Cuevas señaló que “es un medicamento tan seguro que quien lo descubrió ganó el Premio Nobel de Medicina en el año 2015”.

Es verdad que William C. Campbell y Satoshi Ōmura ganaron este galardón en 2015 por el descubrimiento de este medicamento, pero para tratar infecciones parasitarias, y esto no significa que su uso sea seguro para tratar la COVID-19.  

Hasta ahora, la evidencia científica internacional recomienda no usar la ivermectina para tratar la COVID-19 ya que no hay evidencia que sustente su eficacia.
FOTO: LUIS ROBAYO / AFP

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También, Cuevas dijo que cada año se prescriben 250 millones de recetas de ivermectina en el mundo para distintos padecimientos en las personas”. Este dato se puede encontrar en una publicación del año 2019 en la Biblioteca Nacional de Medicina de NIH. 

Pero de nuevo, se indica que es para combatir enfermedades parasitarias, incluyendo: filariasis, oncocercosis, estrongiloidiasis, sarna y pediculosis. En esta publicación tampoco hay ningún indicio de que pueda servir para tratar el SARS-CoV-2.