Un estudio sugiere qué tipo de personalidad lidia peor con los confinamientos

Investigadores en psicología de las universidades de Cambridge, Columbia y Harvard se han unido para llevar a cabo un estudio que ha implicado pasar una encuesta sobre las medidas de restricción por el coronavirus a más de 101.000 personas en 55 países para estudiar sus repuestas. Del análisis de las mismas se han sacando conclusiones sobre qué tipo de personalidades lidian mejor con las medidas de confinamiento y a quiénes les resulta más difícil cumplirlas.

Los extrovertidos llevan peor cumplir con el confinamiento, según un estudio. (Foto: Getty Images)
Los extrovertidos llevan peor cumplir con el confinamiento, según un estudio. (Foto: Getty Images)

Las encuestas se pasaron durante la primara ola del coronavirus, entre finales de marzo y principios de abril, y los resultados han sido hechos públicos esta semana en la revista American Psychologist en base a los cinco rasgos de la personalidad: amabilidad, escrupulosidad, extroversión, neuroticismo y franqueza.

Lo que descubrió este grupo de investigadores internacionales es que hay factores de la personalidad humana que ayudan a las personas a sobrellevar mejor las restricciones. Así, por ejemplo, concluyeron que aquellos con una puntuación más alta en aspectos como franqueza, escrupulosidad, amabilidad y neuroticismo tienen una mayor tendencia a quedarse en casa cumpliendo con el confinamiento.

Por el contrario, quienes más difícil lo tienen en este sentido los son extrovertidos. “Son sociables y les resultaba especialmente difícil permanecer encerrados en casa y no ver a otras personas”, explica Friedrich Götz, investigador principal y candidato a doctorado en psicología de la Universidad de Cambridge, como recoge Science Alert.

En cuanto a las “personas altamente neuróticas”, Götz explica que ellas “habían decidido desde el principio que este virus no era algo con lo que meterse, y se quedaron en casa”. Y algo similar ocurría con las personas con altas puntuaciones en franqueza debido a su instinto de protección. Según el mencionado investigador esta reacción se relacionada con el hecho de que “están generalmente más dispuestas a buscar nueva información y se adaptan más rápidamente a situaciones cambiantes”.

“Las personas de mente abierta tienden a estar muy bien conectadas e interesadas en el mundo en general, por lo que creemos que se dieron cuenta del impacto potencial del coronavirus antes que otras y actuaron en consecuencia”, añade. Al contrario, los participantes en la encuesta con menos puntos en franqueza y neuroticismo tenía menos tendencia a quedarse en casa. Algo que disminuía a medida que la restricción se endurecía.

Otra de las conclusiones a las que llegaron es que si bien a franqueza y el neuroticismo como rasgos de la personalidad influyeron al comienzo a la hora de cumplir las normas, según se fueron relajando al mejorar la situación sanitaria resultaron menos determinantes. “No es sorprendente que en áreas donde las políticas gubernamentales eran más estrictas, las personas tenían más probabilidades de quedarse en casa”, comenta Götz.

Es decir, ante la prohibición de salir de casa salvo casos concretos, esta tiende a cumplirse. Si se trata de una recomendación y se deja a la responsabilidad individual, el cumplimiento es menos estricto e influye la personalidad. De ahí que el investigador principal de este estudio señale que “los extrovertidos plantean un desafío particular durante la pandemia, porque es menos probable que se queden en casa cuando los gobiernos lo aconsejan”.

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