Un nuevo estudio demuestra que algunos productos comunes de consumo corriente contienen varias sustancias tóxicas

Productos de limpieza a la venta en una tienda de Office Depot, en Hoboken, Nueva Jersey, el 24 de julio de 2012. (Robert Caplin/The New York Times)
Productos de limpieza a la venta en una tienda de Office Depot, en Hoboken, Nueva Jersey, el 24 de julio de 2012. (Robert Caplin/The New York Times)

Según una investigación publicada el martes en la revista Environmental Science & Technology, más de 100 tipos de productos comunes de consumo corriente contienen al menos una, y a menudo, muchas sustancias químicas que están vinculadas con el cáncer o con problemas reproductivos o de desarrollo.

Muchas de estas sustancias químicas se encontraron en productos de higiene personal, como el barniz para uñas, el champú, las lociones y los jabones. Los productos de limpieza, sobre todo los que sirven para limpieza de uso general, el detergente para ropa y el jabón para platos, también contienen muchas sustancias químicas. El grupo más importante de estos productos fue el de los productos que se usan en lugares de trabajo como las fábricas o los sitios de construcción, los cuales incluían adhesivos, desengrasantes, lubricantes y selladores.

Con el propósito de elaborar la lista de los productos dañinos, los investigadores del Silent Spring Institute y la Universidad de California, campus Berkeley, cruzaron las referencias de dos bases de datos que alimenta el estado de California. La primera fue la lista que creó la Junta de Recursos del Aire de California de los productos vendidos en ese estado que emiten compuestos orgánicos volátiles (o VOCs, por su sigla en inglés), los cuales son sustancias químicas que fácilmente se convierten en gas y se liberan en el medioambiente. La segunda fue una lista de sustancias químicas identificadas por la propuesta 65 de la Ley de Cumplimiento de Sustancias Tóxicas y Agua Potable Segura de California como carcinógenas o tóxicas para la salud reproductiva o el desarrollo.

Al comparar ambas bases de datos, los investigadores descubrieron que 33 VOCs identificados por la propuesta 65 eran peligrosos para la salud. Estas sustancias aparecieron como ingredientes en 105 categorías de productos de consumo diferentes.

“Lo que en realidad nos llamó la atención fue solo el nivel de exposición”, señaló Kristin Knox, la científica de planta del Silent Spring Institute que encabezó la investigación. “Las personas pueden estar expuestas a la misma sustancia química en muchísimos productos distintos”. Algunos productos también contienen muchas sustancias químicas diferentes.

Kurunthachalam Kannan, profesor de investigación en el centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York que estudia la exposición de los seres humanos a las sustancias tóxicas y no participó en el estudio, comentó que los resultados no le sorprendieron. Estos compuestos orgánicos volátiles se encuentran en casi todos los productos que usamos: los productos de consumo, los de higiene personal y los cosméticos”, afirmó.

Los investigadores también identificaron 11 de las sustancias químicas y 30 de las categorías de los productos “como objetivos inmediatos de restricciones regulatorias o de reformulación del fabricante”. Cerca de dos terceras partes de los productos eran de higiene personal o de limpieza que la gente usa en sus hogares. Muchos de ellos también eran utilizados por profesionales de la limpieza, mecánicos, trabajadores de la construcción o empleados de salones de belleza y manicura, quienes posiblemente están expuestos a niveles más elevados de estas sustancias químicas que el consumidor promedio.

Es común que los trabajadores no tengan mucha autoridad “para controlar los productos que usan en su lugar de trabajo y a lo que están expuestos”, aseveró Megan Schwarzman, médica y científica de la salud ambiental en la Escuela de Salud Pública de Berkeley de la Universidad de California y coautora del artículo. Como consecuencia, señaló, se requieren medidas regulatorias que protejan a los empleados de estas sustancias químicas.

Según los investigadores, una de las sustancias químicas más preocupantes identificadas fue la dietanolamina, o DEA, la cual está clasificada como un posible carcinógeno por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y cuyo uso para cosméticos está prohibido en Canadá y la Unión Europea. La DEA aparece como un ingrediente de 40 artículos, entre ellos jabones, lociones, productos para el cabello y productos de limpieza en el hogar.

El formaldehído que se usa como conservador también estuvo en los primeros lugares de la lista. Es un conocido carcinógeno que también está prohibido en la Unión Europea para su uso en cosméticos y que se encontró en diecisiete categorías de productos. El formaldehído ha sido objeto de muchos estudios que evalúan la calidad del aire en los salones de manicura. (Aunque no se exige que muchos productos de consumo mencionen sus ingredientes, los productos de higiene personal deben hacerlo, así que en sus etiquetas aparecen tanto la dietanolamina como el formaldehído).

Según los investigadores, una manera de limitar la exposición a algunas de estas sustancias químicas es elegir productos de higiene personal y de limpieza en el hogar que no tengan perfume. Puesto que para que podamos olerlos el aroma tiene que liberarse en el medioambiente, los perfumes son una fuente habitual de VOCs. Los investigadores también recomendaron usar estos productos en áreas lo más ventiladas posible.

Una pregunta que aún no tiene respuesta es en qué nivel de exposición comienzan a surgir los problemas de salud. Es probable que en dosis pequeñas y poco frecuentes sea bajo el riesgo que plantean la mayoría de estas sustancias químicas; no obstante, según Kannan, en el caso de las sustancias químicas encontradas en los productos de uso común, es posible que incluso pequeñas cantidades de exposición se acumulen con el tiempo.

“¿Qué efectos son los que vemos cuando, por ejemplo, el producto se usa diariamente durante 70 años sin interrupción?”, preguntó Kannan. Durante todo ese tiempo, “estamos expuestos a cientos, si no es que a miles, de este tipo de sustancias químicas”.

c.2023 The New York Times Company