Un estudio británico identificó las claves de las muertes por Covid-19

NUEVA YORK.- Un estudio realizado sobre más de 17 millones de personas en Inglaterra -el más amplio que se haya realizado en su tipo, según los autores-, identificó al detalle una serie de factores que pueden aumentar las chances de que una persona muera de Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus .

El estudio fue publicado ayer en la revista científica Nature y sigue la línea de informes realizados en otros países que ya señalaban a los adultos mayores, a los varones, a las minorías raciales y étnicas, y a las personas con enfermedades subyacentes como los grupos poblacionales más vulnerables a la enfermedad.

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"Esto viene a confirmar mucho de lo que ya sabíamos sobre el Covid-19", dice Uchechi Mitchell, experto en salud pública de la Universidad de Illinois en Chicago, quien no participó del estudio. "Pero la ciencia tiene mucho que ver con cosas que se repiten, y este estudio ya es de por sí importante por su tamaño, así que ahora hay que documentar las disparidades que aparezcan".

Los investigadores analizaron el inmenso acervo de datos "desidentificados" con las historias clínicas del 40% de la población de Inglaterra, conservadas por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido . Y según se desprende de los registros médicos de 17.278.392 adultos británicos de los últimos 3 meses, 10.926 fallecieron de Covid-19 o de complicaciones relacionadas con esa enfermedad.

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"Hasta ahora, la mayoría de los estudios consideraban mayormente a los pacientes hospitalizados", dice el doctor Ben Goldacre, de la Universidad de Oxford, uno de los autores del estudio. "Eso es útil e importante, pero nosotros quisimos entender mejor los riesgos comunes de cualquier persona. Y nuestra muestra de casos es literalmente todo el mundo".

El equipo de Goldacre descubrió que los pacientes mayores de 80 años son al menos 20 veces más proclives a morir de Covid-19 que los menores de 60 años, y cientos de veces más proclives a morir que los menores de 40. La magnitud de esa diferencia "nos dejó boquiabiertos", dice Goldacre.

Además, los varones atacados por el virus corren mucho más riesgo de morir de la enfermedad que las mujeres de la misma edad. Comorbilidades como la obesidad, la diabetes, el asma severo o los inmunodeficientes también suelen vincularse con desenlaces desfavorables, algo que ya habían advertido, por ejemplo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Y los investigadores también notaron que las posibilidades de sobrevida de un enfermo de Covid-19 suele ir en paralelo con factores socioeconómicos, como el nivel de pobreza.

En líneas generales, esos datos confirman lo que ya se había observado alrededor del mudo y no son necesariamente una sorpresa, dice Avonne Connor, epidemióloga de la Universidad Johns Hopkins, que no participó del estudio. Pero observar que los mismos patrones emergen de una cantidad de datos tan inmensa "es abrumador, y agrega nuevos detalles al cuadro de riesgos durante esta pandemia", dice Connor.

Para Sharrelle Barber, epidemióloga de la Universidad Drexel, lo más interesante y convincente del estudio son los hallazgos sobre factores raciales y étnicos. Alrededor del 11% de los pacientes analizados se identificaban como "no blancos". El estudio descubrió que esos individuos -especialmente los negros y los surasiáticos-, corrían más riesgo de morir de Covid-19 que los pacientes blancos.

Esa tendencia se mantuvo incluso cuando Goldacre y sus colegas hicieron los ajustes estadísticos necesarios para dar cuenta de factores como la edad, el sexo y las condiciones médicas prexistentes, lo que dejó en claro que había otro factor determinante.

Cada vez son más los informes que vinculan las desigualdades sociales estructurales que sufren desproporcionadamente las minorías raciales y étnicas con los efectos más graves del coronavirus.

Algunos expertos señalan que este nuevo estudio tienen errores metodológicos que dificultan cuantificar los riesgos exactos que enfrentan los miembros de los grupos que el informe identifica como vulnerables. Por ejemplo ciertas comorbilidades que podrían exacerbar el Covid-19, como las cardiopatías, que suelen ser más prevalentes en la raza negra que en la blanca.

Los investigadores dejaron de lado esas variables para enfocarse exclusivamente en los efectos de la raza y la etnia. Pero como los individuos negros también son más propensos a sufrir de estrés y a no tener acceso a servicios médicos en muchas partes del mundo, esa misma disparidad en los índices de cardiopatías incluso podría reflejar los efectos del racismo, según Usama Bilal, epidemiólogo de la Universidad Drexel. O sea que al ignorar el factor de las cardiopatías, sin advertirlo el nuevo estudio podría estar eliminando parte de la conexión entre raza, etnia, y fallecimientos por Covid-19.

El estudio tampoco se propuso establecer de manera concluyente la relación causa-efecto entre factores de riesgo y fallecimientos por Covid-19.

Más allá de las desventajas metodológicas del estudio, los expertos coinciden en que "las causas de las disparidades, ya sea con el Covid-19 u otros aspectos de la salud, están intrincadamente vinculadas al racismo sistémico", dice Mitchell.

En Estados Unidos , los latinos y afronorteamericanos son tres veces más propensos a contagiarse el coronavirus que los blancos, y tienen casi dos veces más de probabilidades de morir de la enfermedad que causa.

Muchos de esos individuos trabajan en la primera línea de batalla contra el virus o realizan labores presenciales esenciales que les impiden quedarse en sus casas. Algunos viven en hogares multigeneracionales donde el distanciamiento físico es casi imposible, y otros deben lidiar con barreras idiomáticas y sesgos implícitos a la hora de procurarse atención médica.

Cualquier estudio que incluya datos de una fluctuante pandemia en curso será inevitablemente imperfecto, dice Julia Raifman, epidemióloga de la Universidad e Boston, quien no participó del informe.

De todos modos, el nuevo estudio viene a llenar "la verdadera laguna de datos sobre la relación de la enfermedad con la raza", dice Raifman. "Ahora sabemos que esas disparidades no se dan solamente en Estados Unidos."

En cuanto a las desigualdades raciales en esta pandemia, Barber dice que los datos vienen a confirmar lo que ya se veía. "Podemos aprender de este estudio y mejorarlo. Nos da una verdadera pista de lo que está pasando."

The New York Times

Traducción de Jaime Arrambide