Un estudio advierte del peligro de extinción del pingüino emperador

Principalmente en el mar de Bellingshausen, en el borde sur de la Antártida, el aumento de las temperaturas hizo que el hielo en el que anidaban los pingüinos comenzase a agrietarse y romperse literalmente bajo las patas de los pingüinos, antes de que sus polluelos pudieran desarrollar plumas adultas impermeables.

"El hallazgo clave es que los pingüinos anidan en el hielo marino y necesitan que ese sustrato dure más allá de diciembre para poder soportar con éxito su temporada de reproducción. Si se rompe antes de principios de diciembre, los polluelos caen al mar y se ahogan." explica Norman Ratcliffe, investigador del British Antarctic Survey.

"Si logran salir del mar, ese plumaje se moja y morirán de hipotermia. Alternativamente, pueden permanecer en témpanos de hielo, pero se alejan y entonces los padres no pueden encontrarlos y morirán de hambre", lamenta Ratcliffe.

Aunque se sabe que las poblaciones pueden compensar estas pérdidas, que ya han sucedido en otras ocasiones, esta vez fue especialmente grave. Según los científicos, de 62 colonias de pingüinos emperador conocidas, 19 se vieron afectadas negativamente y 13 probablemente no lograron tener descendencia.