Estudiantes de Sacramento State protestan por el alza en las colegiaturas de la CSU

A Kendall Ward le va a resultar más difícil pagarse la universidad. Ward cursa el cuarto año de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Sacramento y se graduará la próxima primavera.

Con la renta, los pagos del auto, las facturas y, ahora, un inminente incremento del 6% en la colegiatura, Ward contempla la posibilidad de tomarse un semestre libre porque ya no puede “permitirse pagar escuela”.

“El aumento de la colegiatura va a hacer que sea más difícil obtener una educación”, dijo Ward. “No debería ser así. Debería ser fácil. Debería ser accesible”.

Ward es una entre los más de 400,000 estudiantes que se preparaban para el nuevo incremento en la colegiatura del sistema de la Universidad Estatal de California; y algunos de ellos protestaron el miércoles por el cambio de hace ocho meses en Sacramento State y otros 22 campus de todo el estado.

Más de 100 manifestantes se reunieron en el patio de la biblioteca de Sacramento State, exigiendo que el aumento sea congelado. Posteriormente, los estudiantes marcharon hacia Sacramento Hall para entregar volantes exigiendo que la universidad apoye un congelamiento de la colegiatura, golpeando los volantes en el escritorio de recepción de la oficina del presidente.

La colegiatura en las CSU aumentará un 6% anual en otoño. Pero, en el plazo de cinco años, la colegiatura será un 34% más alta después de que la junta directiva de la CSU votara a favor del alza 15-5 en septiembre.

Los estudiantes universitarios del estado verán aumentar su factura educativa en $342 el próximo curso. En comparación con este año académico, se espera que la colegiatura en el año escolar 2028-29 sea $1,940 más alta con la serie de aumentos, según CalMatters.

Por ejemplo, un estudiante universitario que cursa más de seis unidades en un campus de Cal State paga $5,742 por año académico. En cinco años costaría $7,682 por cada estudiante del estado.

Los directivos a favor del alza dijeron que el aumento proporcionaría estabilidad financiera a la CSU en medio de un déficit estructural de $1,500 millones. En una declaración publicada en septiembre dijeron que este cambio “ayudará a dar estabilidad al presupuesto de la universidad”.

El aumento de la colegiatura, dijeron, generaría $148 millones en ingresos durante su primer año. La CSU dijo que 49 millones se destinarán a “ayudas financieras para los estudiantes”.

Además, la CSU dijo que el aumento no afectará al “60% de los estudiantes universitarios de la CSU cuya colegiatura está totalmente cubierta a través de subvenciones, becas, exenciones y otras ayudas no crediticias”.

Pero estudiantes como Ward no creen que el aumento esté justificado. La universidad ya es cara, especialmente con las cuotas adicionales, dijo. Ward no tiene derecho a ayuda financiera y paga la colegiatura de su bolsillo. Y cuando no puede pagarla en su totalidad, ha tenido que pedir préstamos.

El aumento de la colegiatura le parece innecesario y es una “gran carga” para su educación.

“No es justo”, afirma Ward. “No debería ser difícil para los estudiantes terminar su educación y graduarse de la universidad”.

Las universidades estatales de California son conocidas por ser una opción más asequible en comparación con sus homólogas de la Universidad de California, dijo Chayanne Sani, una estudiante de sociología de cuarto año. Pero con la colegiatura cada vez más cara y a menudo inaccesible para las comunidades de color, Sani teme que el sistema vea menos inscripciones y diversidad.

Como estudiante continua, Sani dijo que el aumento de la colegiatura iba a hacer “casi imposible permitirse la universidad”.

Los estudiantes se preguntan cómo podrán pagar

Algunos estudiantes, como Elena Ramírez, no están seguros de poder pagar la colegiatura el próximo semestre.

Ramírez, una estudiante de tiempo completo con doble especialización en danza y biología, dijo que ya está luchando para pagar la colegiatura mientras trabaja 38 horas a la semana en tres trabajos.

“Es ridículo. Es una locura. La gente apenas puede permitírselo”, dijo Ramírez. “Especialmente con la inflación y el salario mínimo que no se ajusta tampoco”.

Los estudiantes dijeron que la colegiatura ya es cara, y un futuro en el que cueste más solo pondrá más barreras.

William Robey, un estudiante de tercer año de estudios étnicos que se transfirió de American River College y que depende de préstamos estudiantiles para pagar la escuela, dijo que ha tenido que trabajar en dos empleos para mantener la estabilidad financiera.

Robey dijo que solo este semestre está tomando seis clases, está en tres clubes y trabaja 40 horas a la semana. Por un poco de dinero extra, Robey dijo que incluso ha donado plasma. Este semestre, incluso antes de que el alza se haya puesto en marcha, “ha sido más que difícil”, dijo.

Robey dijo que el aumento de la colegiatura también desalentará a los estudiantes de entornos subrepresentados de cursar estudios superiores.

“La educación no es una mera transacción”, dijo Robey. “Es una inversión en nuestro futuro colectivo, un faro de esperanza que ilumina el camino hacia el progreso”. Sacramento State es la “CSU más diversa” en su apuesta por la equidad, la diversidad y la inclusión. Sin embargo, aumentar la colegiatura es todo lo contrario de eso”.

Michael Lee-Chang, estudiante de segundo curso de ciencias políticas y organizador de la protesta, dijo que el alza de las colegiaturas es “malvada”.

La educación es un derecho, añadió Lee-Chang, diciendo que muchos estudiantes no sienten que sus voces sean escuchadas no solo por el sistema de la Universidad Estatal de California, sino por la administración de Sacramento State y el presidente Luke Wood. Lee-Chang instó a Sacramento State a oponerse al incremento en las colegiaturas.

“Dejamos claro que queremos hablar con (el presidente Luke Wood) y que queremos que se pronuncie”, dijo Lee-Chang.