Esta araña hace "esculturas" de sí misma y tiene a los biólogos desconcertados

Arañas capaces de
Arañas capaces de "esculpir" retratos de sí mismas | Phil Torres

Hace solo unos días, la conocida divulgadora Science Girl mostraba la imagen superior con un texto en el que explicaba que “esto no es una araña, sino una efigie que una araña ha construido con escombros para representar una versión enorme de sí misma”. El tweet triunfó rápidamente en redes sociales, alcanzando más de 5000 RTs y 24.000 likes, pero un texto de unos pocos caracteres tan solo permite atisbar brevemente una historia que resulta mucho más fascinante y curiosa.

Y esta historia comienza en 2012, cuando un equipo de investigadores de expedición zoológica en la selva amazónica se encontró con uno de los hallazgos más inesperados de todo su viaje. Ante ellos apareció una elaborada tela de araña con una especie de arácnido bien definido en el centro. Sin embargo, al acercarse, se percataron de un detalle verdaderamente insólito: no era una araña, sino una especie de “escultura” realizada con tierra, palitos, hojas y restos de insectos muertos. La artista creadora era en realidad una araña mucho más pequeña que, laboriosamente, había reconstruido su imagen (a mayor escala) a partir de escombros. El principal responsable del hallazgo, el célebre biólogo Phil Torres, aún recuerda su perplejidad al detectar, cerca de aquella trabajada “instalación” a su improbable autora: una especie desconocida de apenas cinco milímetros capaz de realizar una réplica a gran escala a su imagen y semejanza.

Por supuesto todos conocemos la habilidad de muchas arañas para crear intrincadas y geométricas formas mientras tejen su telaraña, e incluso existen algunas especies que utilizan otros elementos para recrear señuelos en ellas… pero esta conducta, con un nivel de detalle casi artístico, se encuentra a un nivel sorprendente.

Señuelo confeccionado por una araña en Perú | Phil Torres
Señuelo confeccionado por una araña en Perú | Phil Torres

El siguiente paso de Torres fue explorar a fondo una porción mayor de aquella selva en Perú, para toparse con más y más ejemplares de estas “arañas escultoras”, hasta contar con hasta veinticinco telarañas similares en un área de tan solo dos kilómetros cuadrados. Efectivamente se trataba de una especie desconocida que, posteriormente, fue incluida dentro del género Cyclosa, un amplio grupo de arácnidos que se encuentra repartido casi por todas partes en todos los continentes.

La hipótesis más plausible es que estas “esculturas” se fabrican a modo de señuelos para despistar o disuadir a depredadores mayores, como por ejemplo las avispas (que se lo pensarán dos veces antes de atacar a una araña gigante). El género Cyclosa posee varias especies que acuden a este truco del señuelo, pero sus construcciones apenas pasan de ser bolitas informes realizadas con sacos de huevos, escombros e insectos… aunque, ni mucho menos, algo parecido a una araña real como las que esculpe esta nueva especie.

Es aquí cuando la historia vuelve a tomar un giro de guión. Apenas unos años más tarde, Lary Reeves, otro entomólogo apasionado descubrió una nueva especie con las mismas habilidades constructoras que la arañita de la selva peruana… pero en esta ocasión, la nueva araña vivía a docenas de miles de kilómetros de distancia: la isla de Negros, en Filipinas. El descubrimiento se produjo de manera muy similar al primero y, tal y como Reeves relata, se produjo ““al encontrar una telaraña con una araña en el centro. Me acerqué y me di cuenta de que era una araña que no había visto antes en la zona. Volví a mirar con atención y entonces vi que era un señuelo”.

La araña
La araña "escultora" es mucho más pequeña en comparación con el señuelo | Phil Torres

Tanto la descubierta en Perú como la de Filipinas fabrican sus señuelos de manera similar y con los mismos materiales pero la “arquitectura” es algo diferente. Las patas del señuelo de Filipinas se extienden hacia afuera, logrando una mayor extensión, mientras que en el diseño de la araña amazónica tienden a apuntar hacia abajo.

Estas similitudes, a pesar de que las dos especies están separadas por casi 20.000 kilómetros de distancia plantea muchas cuestiones interesantes (para las que aún no tenemos respuesta). Parece claro que esta conducta en ambas especies independientes evolucionó gracias al beneficio de construir una ilusión que despiste o asuste a sus depredadores. El gran tamaño de estas arañas señuelo indica que juegan un papel defensivo pero quedan lagunas sobre la gran diversidad de construcciones y diseños, qué grado de parentesco mantienen estas dos alejadas arañas dentro de su árbol evolutivo o si este comportamiento es compartido o apareció por separado, como solución común, ante diferentes presiones del entorno.

Referencias científicas y más información:

Nadia Drake “This Spider Makes Fake Spiders. But Why?” Wired.com

Nadia Drake “Spider That Builds Its Own Spider Decoys Discovered” Wired.com

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