Estafa de $9 millones en cupones para medicamentos en Miami

Dos hombres de Kendall pasaron siete años —sin siquiera hacer una pausa durante los dos años que uno de ellos estuvo en la cárcel—, recaudando $9 millones en una estafa con cupones destinados a ayudar a la gente a pagar sus medicamentos por receta. Usaban a amigos, esposas de amigos, empresas ficticias y farmacias que solo existían en papel.

Esta estafa llevó a William Clero de los suburbios al downtown, y después al centro de detención federal de Miami, tras recibir la semana pasada una condena de 17 años y seis meses por confabulación para cometer fraude electrónico y fraude postal. El socio de Clero en sus últimos delitos, César Armando Pérez Amador, ya había sido condenado a siete años y tres meses.

A cada hombre se le asignaron también $9,086,476 por concepto de restitución. En el decomiso, perdieron una GMC Yukon Denali de 2016 y una GMC Sierra 1500 Denali de 2018 que manejaba Pérez; un BMW de 2017 que usaba un amigo de Clero, y Cadillac Escalade de 2017 y 2019 que manejaba Clero.

Clero y Pérez comenzaron su estafa en 2014, apuntando a los programas de los fabricantes de medicamentos que usaban cupones o tarjetas de ahorro para ayudar a las personas a cubrir los costos de ciertos medicamentos recetados.

Propietarios falsos, farmacias falsas, dinero real

Los compinches reclutaban a personas para que fueran los propietarios que figuraban en las farmacias, que constituían y licenciaban en la Florida.

“Una vez autorizadas, las farmacias presentaban reclamaciones en el marco de los programas de ahorro de costos de medicamento y luego eran sustituidas por otra farmacia en la misma u otra ubicación, todas en Miami-Dade, en el distrito sur de la Florida”, afirma la admisión de hechos de Clero. “Las farmacias no compraban medicamentos por receta, no tenían clientes que presentaran recetas y no operaban como una farmacia”.

Los propietarios que figuran en la lista abrieron cuentas de farmacia a su nombre, pero Clero y Pérez no les dejaron acceder a esas cuentas.

La primera de las farmacias, AVDrugs, inscrita ante el estado en diciembre de 2013 y con licencia de abril de 2014, tenía como dirección oficial4993 SW 74 Court, Suite A. Si se busca esa dirección en Google, una de las empresas que aparece es Avalon Pharmacy. En los registros estatales figura Enrique Cubero como presidente de cada una.

La admisión de Clero afirma que “E.C.... era el ayudante de Clero y Pérez”.

“E.C. tuvo que renunciar a la licencia de AVdrugs después que una inspección del Departamento de Salud descubrió que no funcionaba como farmacia”, continúa la admisión de Clero. “[Clero y Pérez] establecieron AV Drug PH en septiembre de 2014 y facturaron los programas de cupones bajo la licencia de AVdrugs”.

Clero y Pérez no dejaron que la condena de dos años de prisión de Clero por delitos cometidos en asociación con Moron Drug & Pharmacy, de la que los dos eran dueños juntos, frenara su rollo fraudulento.

Mientras Clero cumplía condena por hurto mayor, fraude organizado, fraude de sustancias controladas, fraude en el uso de la identificación, tráfico ilegal de drogas, etiquetas fraudulentas de medicamentos por receta y venta no autorizada de medicamentos por receta, un pariente de Clero consiguió que “C.V.”, el técnico de farmacia de Morón durante muchos años, figurara como propietario de la Farmacia Fenix.

“A C.V. se le encargó la realización del trabajo diario de la estafa, es decir, la presentación de reclamaciones falsas a los programas de cupones usando tarjetas de cupones o de ahorro, así como listas de nombres que se le suministraban para incluirlos como “pacientes” en el sistema de facturación de la farmacia”, señala la admisión de Clero. “C.V. continuó presentando reclamaciones fraudulentas a los programas de cupones después que Clero salió de la cárcel, hasta la fecha de la detención de los acusados el 1de abril de 2021”.

Los registros estatales de Fénix dicen que “C.V.” es Carmen Velásquez, una técnica de farmacia registrada con licencia hasta el 31 de diciembre de 2016. Esos mismos registros estatales dicen que Osvaldo Acosta asumió la presidencia de Fenix después de Velásquez. La admisión de Clero dice que Pérez reclutó a “O.A.”, un viejo amigo, y luego reclutó a la esposa de “O.A.” para ser propietaria nominal de 26 Pharmacy & Discount.

Pérez los guió en la apertura de cuentas bancarias, la concesión de licencias de farmacia y “les hizo firmar previamente libros de cheques en blanco para sus respectivas farmacias”. Clero hizo lo mismo con “R.G.”, que según los registros estatales es Raisel Gil, como propietario nominal de la Rubi Pharmacy.

Algunos propietarios nominales recibieron entre $10,000 y $15,000 por permitir que una farmacia fuera propiedad y tuviera licencia a su nombre. A otros se les dijo que su farmacia nunca obtuvo la licencia, por lo que no recibirían ese dinero.

Clero y Pérez canalizaron el dinero de las farmacias hacia ellos mismos a través de varias empresas ficticias, como Green Eagle, Clear Options y Olok Corp.