Estados Unidos ve una oportunidad para que Ucrania aproveche las debilidades de Rusia

Miembros nuevos del batallón checheno, una unidad militar ucraniana, asisten a un entrenamiento en la provincial de Kiev, Ucrania, el 15 de octubre de 2022. (Brendan Hoffman/The New York Times).
Miembros nuevos del batallón checheno, una unidad militar ucraniana, asisten a un entrenamiento en la provincial de Kiev, Ucrania, el 15 de octubre de 2022. (Brendan Hoffman/The New York Times).

WASHINGTON — En las próximas seis semanas, el Ejército ucraniano tiene una ventana de oportunidad para ganar terreno frente a los soldados rusos, según las evaluaciones de la inteligencia estadounidense, si es que puede seguir resistiendo en el sur y el noreste antes de que el suelo lodoso y las nubes obliguen a los ejércitos enemigos a hacer una pausa y reorganizarse.

Los funcionarios estadounidenses afirman que hay pocas posibilidades de que las fuerzas rusas sufran un colapso generalizado que le permita a Ucrania recuperar otra enorme franja de territorio, así como lo hizo el mes pasado. Pero unidades individuales rusas podrían ceder ante la presión sostenida ucraniana, lo cual le permitiría al Ejército de Kiev seguir retomando pueblos en la región del Dombás y tal vez ocupar la ciudad de Jersón, un objetivo preciado en la guerra.

Funcionarios estadounidenses y ucranianos afirman, con cautela de no hacer predicciones precisas, que es probable que la lucha continúe durante otros meses más a pesar de que la guerra ha favorecido a Ucrania en últimas fechas. Además, unas cuantas variables podrían cobrar una relevancia particular al cambiar la trayectoria del conflicto: condiciones más difíciles para pelear en diciembre, el extremo al que el presidente Vladimir Putin está dispuesto a escalar el enfrentamiento, la interrogante de si Europa podrá mantenerse unida este invierno conforme se disparen los precios de los energéticos y el posible cambio en el entorno político estadounidense que podría derivar en un menor apoyo militar para Ucrania.

Parte de lo que complica tanto las evaluaciones en tiempos de guerra es que este conflicto ha pasado por distintas etapas, en las que cada bando ha tenido la ventaja en algún momento. Los ucranianos vencieron a los rusos en la batalla de Kiev, solo para que luego Rusia mantuviera su frente durante la brutal lucha del Dombás en el verano.

La intensidad del conflicto ha aumentado en los últimos días. Sin embargo, los analistas militares dicen que Ucrania tiene el ímpetu de su lado, que le da la oportunidad de definir dónde quiere concentrar sus esfuerzos para recuperar territorios.

“Aquí hay una ventana de oportunidad para Ucrania”, comentó Mason Clark, analista militar ruso en el Instituto para el Estudio de la Guerra. “Los ucranianos tienen la libertad de elegir dónde van a atacar”.

En privado, los funcionarios estadounidenses dicen que Ucrania debería seguir aprovechando su ventaja en las próximas semanas, pero no al grado de agotar sus cadenas de suministro militar o darle al Ejército ruso la oportunidad de explotar cualquier debilidad en las líneas de defensa ucranianas. Muchos de los funcionarios entrevistados para este artículo hablaron con la condición de mantener su anonimato para hablar de evaluaciones clasificadas de la guerra.

Un vehículo militar ruso destruido en Arjanguelske, Ucrania, el 9 de octubre de 2022. (Nicole Tung/The New York Times).
Un vehículo militar ruso destruido en Arjanguelske, Ucrania, el 9 de octubre de 2022. (Nicole Tung/The New York Times).

En público, los altos funcionarios de Ucrania hablan con optimismo sobre la posibilidad de obtener victorias significativas en el campo de batalla. Los oficiales en el campo coinciden en que están logrando avances, pero a un alto precio.

“Estamos avanzando, pero no tan rápido como lo hicimos en la provincia de Járkov”, dijo Maj. Yaroslav Galas, un comandante de compañía con la 128.° Brigada de Asalto de Montaña, que está en el frente en la región de Jersón. “Y ha habido muchas pérdidas”.

Los funcionarios estadounidenses creen que el avance ucraniano pronto podría obligar a las fuerzas rusas en Jersón a retroceder más allá del río Dniéper y devolverle a Ucrania el control sobre la mayoría de la ciudad. Los comandantes rusos ya habían recomendado la retirada al río, pero Putin revocó esa orden. Esta semana, los funcionarios de la ocupación rusa comenzaron la labor de forzar a unas 60.000 personas a desplazarse de Jersón al lado oeste del Dniéper, antes del operativo ucraniano.

Tras la ofensiva de septiembre, las fuerzas ucranianas tuvieron que bajar el ritmo y fortalecer sus cadenas de suministro en el noreste. Luego de que Rusia tomó medidas para consolidar esas posiciones, la embestida relámpago de la contraofensiva se desaceleró de nuevo al ritmo de la agotadora batalla del verano.

Pero, aunque esté perdiendo impulso, Rusia todavía no ha perdido la guerra, según funcionarios estadounidenses y analistas militares. Y jamás se debe subestimar a un adversario, afirman los funcionarios estadounidenses. La milicia de Moscú aún puede realizar ataques de artillería a gran escala, y Rusia cuenta con dos posibles fortalezas: una infusión de soldados provenientes de la movilización forzada que Putin convocó a instancia de comandantes claves y una capacidad para absorber grandes pérdidas en el campo de batalla.

El Ejército de Rusia ha sufrido una pérdida de equipo y soldados que habría quebrado a la mayoría de los ejércitos en Europa. La semana pasada, un informe del gobierno estadounidense decía que los rusos habían perdido 6000 artículos de equipamiento. Los estimados de las bajas rusas llegan a los miles. Pero una fortaleza crucial que se ha mantenido por generaciones en el Ejército ruso es poder traer más equipo y más soldados incluso en momentos de desesperación. Pese a las pérdidas, los funcionarios estadounidenses afirman que Rusia y Putin parecen estar listos para continuar la lucha. Pero hay límites.

“Está claro que Rusia está enfrentando retos importantes en materia de logística y sostenimiento en este momento”, declaró el martes el general de brigada Patrick Ryder, un vocero del Pentágono. “Esos desafíos no harán más que crecer cuando lleguen los meses del invierno. Así que sin duda el tiempo es oro para aprovechar todo lo posible desde una perspectiva operativa”.

Por otro lado, Ucrania se ha sostenido gracias a decenas de miles de millones de dólares en asistencia, armamento y fondos estadounidenses que han mantenido la economía a flote y permitieron que su Ejército primero frenara el avance ruso y ahora recupere territorio.

Dada la dinámica en el campo de batalla, los funcionarios estadounidenses no creen que la pausa en el combate vaya a ser prolongada. La nieve invernal no detendrá la lucha, pero el fango de finales del otoño, que los rusos llaman raspútitsa, sí lo hará. Cuando el suelo se endurezca en febrero, más o menos en el aniversario de la invasión, los ejércitos podrán moverse de nuevo con más rapidez.

Rusia tal vez use los próximos cuatro o cinco meses para reorganizarse, quizá ofrezca cierto nivel de entrenamiento a sus soldados recién reclutados. Pero lo que viene después es un misterio, según los funcionarios estadounidenses. Rusia podría tratar de recuperar el terreno que ha perdido desde septiembre con la reanudación de su aluvión de artillería pausada. Por otro lado, Putin podría ordenar una escalada —tal vez al grado de usar un arma nuclear— para cambiar la suerte de su Ejército. O, Rusia podría buscar consolidar el terreno que ha ganado con intentos de negociación con los ucranianos, contando con que las capitales europeas temerosas de la escasez de combustible en el invierno presionen a Kiev para acceder a un alto al fuego.

Los funcionarios estadounidenses advierten que hay salvedades importantes en su evaluación de la guerra. Los funcionarios ucranianos aún no divulgan la mayoría de sus planes operativos. Aunque Estados Unidos tiene inteligencia más precisa sobre la planificación rusa, las intenciones de Putin para la siguiente fase de la guerra son difíciles de discernir, y ahora mismo hay pocos contactos regulares, si acaso los hay, entre los funcionarios estadounidenses y sus homólogos rusos.

“No creo que los ucranianos vayan a logar que el Ejército ruso colapse por completo en el corto plazo”, pronosticó Clark. “En ese sentido, los rusos han podido absorber pérdidas. Sin embargo, creo que, a estas alturas, los operativos rusos de ofensiva a gran escala ya no son viables”.

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