Estados Undios: un pez ángel flotaba de costado, lo llevaron al veterinario y le hicieron una tomografía

Pez ángel francés
Pez ángel francés

El cuidado del mundo animal es cada vez más importante alrededor del mundo dado los desarrollos científicos y tecnológicos que permiten intervenciones y tratamientos con un grado cada vez más alto de eficacia. En esta ocasión, los trabajadores de un zoológico de Estados Unidos lograron identificar mediante análisis de ultrasonido y una tomografía computarizada qué era lo que afectaba el nado de un pez ángel francés.

La extraña situación se dio a conocer en la última semana, en el zoológico y reserva Tropical Discovery de la ciudad estadounidense de Denver, capital del estado de Colorado. Allí, un trabajador del establecimiento reconoció que uno de los peces del acuario se comportaba de una manera extraña que perjudicaba su forma de nadar.

Fue entonces que decidieron recogerlo y derivarlo al centro médico Helen and Arthur E. Johnson Animal Hospital. La información que recibieron en el lugar fue que el pez de color azul y amarillo estaba nadando con cierta inclinación y no podía flotar adecuadamente.

En el hospital lo sometieron a una serie de estudios que oscilaron entre ultrasonido y una tomografía digital en una máquina usada en general para osos de más de 300kg.

Una vez que se conocieron los resultados, el diagnóstico de los especialista definió que el pez poseía “gases” que provocaban una diferencia de presión entre el ambiente y el interior de su cuerpo. Específicamente: una enteritis, o sea una inflamación intestinal.

Esto le provocó un incremento en el gas interno que estaba afectando la flotabilidad del pez, indicó Jake Kubie, portavoz del zoológico. “Recibió tratamiento con antibióticos”, declaró. “Está mucho mejor, y ya nada normalmente”.

La tomografía se realizó en una máquina lo suficientemente grande como para hacerle un estudio a un oso pardo de 317 kilos de peso, por lo que fue necesario prepararle un habitáculo especial al pez ángel, agregó Kubie.

Además, explicó que el pez de 17 centímetros de longitud fue sedado, colocado en forma vertical sobre una esponja y se le roció agua sobre las branquias para mantenerlo vivo mientras se llevaba a cabo el estudio.

El pez afectado es conocido como “ángel francés” dada su coloración que varía desde un azul oscuro en la zona de su cabeza que se hace más oscura en el resto del cuerpo. Además, se lo reconoce por sus líneas amarillas y blanquecinas que lo atraviesan de arriba abajo. En general se lo encuentra en zonas de arrecifes.

Con información de AP