Los Estados miembros de la UE permitirán la caza de lobos

La Unión Europea (UE) ha dado un paso más hacia la legalización del sacrificio o la caza rutinaria de lobos. Los Estados miembros han acordado hoy una propuesta de cambios en un convenio internacional sobre la conservación de la fauna salvaje. Una medida criticada por los grupos ecologistas.

Los diplomáticos de la UE acordaron a puerta cerrada votar a favor de presentar una moción para rebajar el estatus de los lobos en el Convenio de Berna de 1979 sobre la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa, una propuesta presentada por la Comisión Europea el pasado diciembre.

Una medida liderada por Alemania

La inclinación de la balanza a favor de la postura del Ejecutivo comunitario parece haberse debido, en gran parte, a Alemania, la voz más poderosa según el sistema de voto ponderado utilizado en el Consejo de la UE.

Está previsto que los ministros celebren el 26 de septiembre una votación formal sobre la medida. Según fuentes diplomáticas, solo Irlanda y España tienen intención de votar en contra, y algunos Estados miembros más pequeños tienen previsto abstenerse.

Según la propuesta, el estatus del lobo pasaría de "estrictamente protegido" a "protegido", en virtud del Convenio de Berna. Esto permitiría a la UE modificar su Directiva Hábitats para flexibilizar la protección de la especie. Según las normas actuales, los lobos solo pueden matarse con autorización específica.

Los ecologistas condenan la decisión...

"Tanto la UE como el Gobierno alemán están socavando aún más la democracia y la cohesión europeas, al atender a las campañas populistas de alarmismo y abandonar los hechos y las soluciones pragmáticas", declaró Sophie Ruysschaert, especialista en Restauración de la Naturaleza de BirdLife Europe.

Para Sabien Leemans, responsable de Políticas de Biodiversidad en la Oficina Europea de Políticas de WWF, la medida envía una "señal desastrosa y vergonzosa desde Europa" a menos de un mes de que los líderes mundiales se reúnan en Colombia para la conferencia de las partes (COP16) del Convenio de la ONU sobre Diversidad Biológica.

"¿Cómo podemos pedir a otras regiones que protejan su biodiversidad y convivan con especies como tigres, leones o elefantes, cuando nosotros no podemos convivir con el lobo?", se preguntó Leemans.

Mientras, la derecha europea se congratula

Por el contrario, el Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, se felicitó por una decisión que atribuyó a "años de persistente presión" del grupo más numeroso del Parlamento Europeo.

El eurodiputado Herbert Dorfmann, responsable de Política Agrícola del PPE, declaró que "se trata de un gran avance para hacer frente al fuerte aumento de las poblaciones de lobos, que suponen una amenaza creciente para la ganadería, el turismo y las comunidades rurales de toda Europa".

Peter Liese, que encabeza la delegación del PPE en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, se hizo eco de los comentarios de Dorfmann, al tiempo que afirmó que "la gente está preocupada por el aumento de la población de lobos en Europa".

Reacciones en Bruselas

La Comisión Europea acogió con satisfacción el acuerdo provisional, subrayando que los Estados miembros de la UE estarán obligados a "mantener un estado de conservación favorable para la especie incluso después del cambio de estatus".

"Cuando se trata de cualquier cambio en la legislación de la UE, también hemos sido muy claros en que de lo que estamos hablando es del lobo y solo del lobo", dijo un portavoz a los periodistas.

El Copa-Cogeca, el grupo de presión de agricultura convencional más poderoso en Bruselas, también acogió con satisfacción la medida. "Nos complace ver que las instituciones de la UE escuchan las necesidades de los agricultores y los habitantes de las zonas rurales, a pesar de las numerosas presiones de quienes a menudo no tienen que hacer frente a las consecuencias de los ataques", afirmó en un comunicado.

Tras su aprobación por los ministros, la propuesta de la UE se presentará en una reunión del Comité Permanente del Convenio de Berna, prevista para principios de diciembre.