Tras esquivarse el default, la atención de los mercados se traslada al FMI y al plan inexistente (por ahora)

Luego de los avances en la reestructuración de la deuda con bonistas, los temas de atención por parte de los mercados pasan a estar a partir de esta semana puestos en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el programa económico que tarda en llegar. En el plano externo, el mercado sigue atento a los idas y vueltas por una nueva ronda de estímulos fiscales en Estados Unidos. Mientras tanto, el exceso de liquidez a nivel global continúa beneficiando a los activos financieros.

Tras el acuerdo privado, el foco se traslada al FMI

Primó la racionalidad en ambos lados de la mesa y en un punto medio entre las últimas posturas el Gobierno y los acreedores lograron un acuerdo. La clave estuvo en un adelanto de pagos de cupones y amortizaciones que tendrán los nuevos bonos. Se logró entonces aumentar el Valor Presente Neto (VPN) de los títulos manteniendo intactos los montos de pagos de capital e intereses. De este modo, se estima que se alcanzará un nivel de aceptación de al menos el 80% que serviría para activar las CACs sin la necesidad de ningún tipo de estrategia al estilo "Pacman". Con la aprobación del plan para la deuda bajo ley local en el Congreso y muy cerca de lograrse la reestructuración de la totalidad de la deuda privada, el foco se traslada al proceso de negociación con el FMI. El Gobierno debe empezar a negociar las condiciones de devolución del préstamos por US$44.000 millones que comienza a amortizar a partir del 2021, con importantes vencimientos en 2022 y 2023 (cerca de US$18.000 millones por año). La disputa se centrará en los montos de desembolsos y en la política económica exigida por el organismo que, según se entiende, pretenderá el cumplimiento de metas macro y un programa económico que implique mejoras en términos fiscales y de reservas. El Gobierno deberá negociar con cintura política (más que económica).

Esquivar el default no fue suficiente para los activos financieros

La reacción inmediata del mercado, sin gran sorpresa, fue positiva en los distintos activos financieros locales. Pero no fue un movimiento que pueda calificarse como una tendencia sostenible. De hecho, tras este comportamiento puntual, hubo toma de ganancia en acciones y nueva presión alcista sobre la brecha, que había logrado caer con el anuncio (con un CCL/MEP que volvió a la zona de $125). Mientras tanto, los bonos en dólares ganaron entre 6% y 8% a lo largo de la semana, para promediar niveles de US$46/US$48 y ajustarse así un poco más al VPN de la oferta. De hecho, aún tras el rally observado, estos siguen reflejando un potencial upside del 10% a 12% con respecto al VPN de US$54,6 que se ofrece, si se considera una exit yield del 10%. Ahora bien, la realidad o no de esta tasa (y de la posibilidad de una mayor compresión) estará, claramente, en las señales que el Gobierno ofrezca sobre lo que hará. Se sabe que el acuerdo es una condición necesaria pero no suficiente para volver a un sendero de crecimiento. Los problemas de fondo siguen vigentes. Los desequilibrios fiscales y monetarios son demasiado importantes como para ignorarlos y el mercado lo hizo saber con una rápida toma de ganancias en el mercado de renta variable.

Los bonos CER siguen siendo la "estrella" del mercado

La estrategia de roll over del Tesoro permite seguir logrando un financiamiento neto positivo en moneda local. Esto genera mayor confianza en el mercado de deuda en pesos, donde se observan importantes comprensiones en los spreads de las distintas curvas. En especial, la de CER, que refleja la mejor performance en lo que va del año. Incluso la mayor demanda reciente de estos títulos, como consecuencia de las expectativas alcistas de inflación y la búsqueda de cobertura, llevan a que la curva se mueva actualmente entre Tires reales negativas de -2% promedio en la parte corta y de entre 5/7% en la parte larga; y por ende, una pendiente alcista bien marcada. Es importante entender que las opciones CER están concentradas únicamente en emisiones soberanas. Y los vehículos para incorporar estas opciones a una cartera pueden ser invirtiendo directamente en estos títulos (hoy, ante el movimiento reciente, las oportunidades están más en la parte media/larga), o bien en distintos Fondos Comunes de Inversión que basan sus estrategias vinculadas únicamente a este tipo de activos. Esta alternativa es la recomendada para inversores minoristas al permitirle diversificar la posición, limitando el riesgo y la volatilidad de posiciones puntuales.

El exceso de liquidez a nivel global beneficia a los activos financieros

En cuanto a los mercados externos, la tendencia se mantiene. El S&P500 avanza hacia niveles de 3300/3400 puntos y la volatilidad sigue perforando mínimos de corto plazo, con el VIX por debajo de los 24 puntos. El equity americano resulta favorecido por la "megaemision" de la FED y las tasas tendiendo a cero en las principales economías del mundo. Al mismo tiempo, esta coyuntura de excesiva emisión monetaria y una economía que tardaría en recuperarse en Estados Unidos, deja bien parados a los "save havens" (activos de refugio). Entre ellos, el oro y la plata, que en las últimas semanas tuvieron subas en sus precios del 15% y 40%, respectivamente. Mientras tanto, el dólar no solo se devalúa contra commodities y acciones americanas, sino que también lo hace contra el euro, el yen y activos emergentes. Hacia adelante, será clave el devenir de las negociaciones por una nueva ronda de estímulos fiscales y los rebrotes de contagios de Covid que siguen apareciendo. También el escenario político, considerando la cercanía de una nueva elección presidencial. Mientras tanto, en el viejo continente, con mejores resultados en la contención del virus, el mercado descuenta un escenario favorable en comparación con Estados Unidos.