Esquites, el manjar callejero que quisieron convertir en 'Mexican Street Corn Salad'
Los esquites todavía están a salvo del fenómeno que han padecido los tacos, tortas, gorditas y otros platillos desde hace varios años. Por suerte. Conforme una comida callejera se hace popular, es cuestión de tiempo para que los restaurantes nice hagan de las suyas y conviertan una invención popular en un platillo gourmet que ni sabrá rico, ni saciará el hambre, pero costará una fortuna. "No vendemos comida, vendemos una experiencia", se justificarán los responsables del atraco.
Ojalá tengan claro que con los esquites cualquier intento será en vano. Aunque no han faltado quienes lo han intentado, todavía están lejos de competir con la esencia de tan peculiar aperitivo. Sí, los elotes ya son bastante ricos, pero los esquites bien preparados tienen una magia diferente: queso, mayonesa, epazote, chili piquín y limón. No se necesita mucho más para encontrar la felicidad. Y por menos de veinte pesos. Un poco más o un poco menos, dependiendo del vendedor y del precio al que hayan comprando la docena de elotes.
Por razones desconocidas, en cierto momento alguien decidió que pagar 200 pesos por tres tacos insípidos era una buena idea. Ya saben, lugares que ofrecen "la experiencia" en detrimento de la comida. Uno volverá a casa con hambre, pero con toda una colección de fotografías para colgar en Instagram. Ojalá los 'me gusta' tuvieran el poder de alimentar de verdad (la panza y no solo el ego, vaya). Pero mientras eso no pase, la estafa seguirá siendo flagrante: esquites que de esquites solo tienen el nombre, tacos con dos hebras de carne que se podrían canjear por dos kilos de bistec, y así podemos seguir con cientos de platillos más (básicamente todo lo que se puede encontrar en la Roma y la Condesa, con todo respeto).
Hay cosas que son como son. Nadie tendría que intentar cambiarlos. Los esquites y elotes entran en esa categoría (porque sí, señores, esquites y elotes son cosas diferentes semántica y culinariamente). Como decían los Beatles, simplemente hay que dejarlos ser. Que le pregunten de Janelle Rohner, que en TikTok intentó modificar la receta original de los esquites mexicanos para convertirlos en algo que podría ser cualquier cosa, pero no unos esquites.
En su 'corrección', Janelle usó una lata elotes desgranados (primer fallo, deben ser naturales y hervidos), queso cotija y cilantro en lugar de epazote. De lo que dicta el manual mexicano, solo incluyó mayonesa y limón. También recomendó que se usara yogurt griego en vez de mayonesa. Oficialmente, la creación recibió el nombre de "Mexican Street Corn Salad" (ensalada mexicana callejera).
Los usuarios mexicanos no estuvieron de acuerdo con la receta saludable. Y vaya que se lo dejaron saber: "Y para colmo con elote de lata", "llegaré con mi elotero y le pediré esto", "es una falta de respeto". Son algunos de los comentarios que la tiktoker recibió. Los debates sobre cómo se le debe llamar al manjar (si esquites o elote en vaso) se convirtieron en un juego de niños ante semejante afrenta a la patria. Pocas cosas se toman tan en serio en este país como nuestra gastronomía urbana.
Lo dicho: hay cosas que son perfectas tal y como existen. No hay que moverle. Cierto: nadie diría que unos esquites son saludables. Pero tampoco son veneno envasado. Un gusto no le cae mal a nadie de vez en cuando. Dejen en paz a los esquites. Es la última reserva de sabor callejero que nos queda. Hasta que los vendedores de experiencias se pongan a jugar como saben hacerlo y entonces sí decidan que venderán medio vaso con dos que tres menjurjes de adorno y listo: esquites, elote en vaso, ensalada callejera, lo que sea, por 150 pesos. Tengan, para que digan que comieron en un lugar bonito. Ya estarán contentos.
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