Un esqueleto neandertal está cambiando lo que sabemos sobre la evolución humana


Un esqueleto neandertal “verdaderamente extraordinario” y cubierto de “palomitas de cueva” empieza a esclarecer algunos de los misterios de la evolución humana. Conocido como el “hombre de Altamura”, el fósil es uno de los especímenes neandertales mejor conservados jamás descubierto hasta ahora y, tal vez, el más completo.

Consultado por Newsweek, el Dr. Giorgio Manzi, profesor e investigador de la Universidad de Roma La Sapienza, dijo que el esqueleto de Altamura “es un hallazgo verdaderamente extraordinario y de enorme interés para el estudio del  neandertal, de nuestra especie y de la evolución humana en general”.

Atrapado en las entrañas de un sistema de cuevas próximo a la ciudad de Altamura, en el sur de Italia, el esqueleto fue descubierto en 1993, pero nunca se ha retirado del sitio por temor a ocasionarle daños.

“La posibilidad de estudiar este neandertal —sobre todo, si lográramos extraerlo de la piedra caliza, con todas las precauciones del caso, por supuesto— se traduciría en una oportunidad única para analizar algunos aspectos de la evolución humana que no hemos podido estudiar hasta hoy”, explicó Manzi.

“Por desgracia, este extraordinario patrimonio científico permanece en su sitio, aprisionado en los depósitos calcáreos que lo han envuelto a lo largo de decenas de miles de años”, agregó el paleontólogo.

Pese a los impedimentos, Manzi y sus colegas investigadores ahora saben que el cráneo fosilizado presenta una combinación de rasgos jamás vista en la especie. El pasado 24 de marzo, el equipo compartió sus hallazgos en un estudio publicado en la revista Communications Biology, donde sugiere que es necesario replantear una de las teorías más importantes sobre la evolución neandertal.

UN ANTIGUO PARIENTE NUESTRO

Conocido popularmente como neandertal, el Homo neanderthalensis es uno de nuestros parientes antiguos más cercanos, y vivió en Eurasia hasta que se extinguió, hace unos 40,000 años. Las evidencias apuntan a que la especie emergió en el Pleistoceno Medio, periodo geológico que inició hace unos 780,000 años y concluyó hace 126 milenios. 

Aun cuando los fósiles más primitivos asociados con los neandertales tienen alrededor de 430,000 años de antigüedad, aún se desconocen los aspectos más importantes de la historia sobre el origen del H. neanderthalensis.

Con todo, el cráneo del hombre de Altamura podría cambiar el conocimiento. Manzi informó que su equipo tuvo que realizar una “excavación virtual” para reconstruir el cráneo digitalmente, y fue así como descubrieron una “combinación muy peculiar” de rasgos físicos que, en opinión de Manzi, son “únicos”.

El investigador reconoce que algunas características del cráneo son típicas de los neandertales. No obstante, otras parecen más primitivas y son comparables con las de especímenes datados cientos de miles de años antes que el H. neanderthalensis. De hecho, algunos de esos rasgos semejan los de una especie humana anterior y, posiblemente, distinta: el llamado Homo heidelbergensis.

Los investigadores calculan que el hombre de Altamura vivió hace 130,000 a 170,000 años, periodo marcado por la transición entre el Homo heidelbergensis y los neandertales. Sin embargo, el fósil italiano no encaja claramente en ninguna de las dos clasificaciones.

Esqueleto neandertal
La reconstrucción digital del cráneo del hombre de Altamura permitió que, por primera vez, un equipo científico examinara detalles del fósil. (Manzi / Communications Biology)

ESQUELETO NEANDERTAL CON RASGOS MUY PRIMITIVOS

“A partir de las características observadas en el cráneo, casi podríamos afirmar que, más que uno de los primeros Homo neanderthalensis, el espécimen italiano es el último representante de la especie Homo heidelbergensis” propuso Manzi.

Los rasgos, sorprendentemente primitivos, llevaron a los investigadores a aventurar la hipótesis de que las regiones más australes de la península italiana sirvieron de “refugio” a los humanos primitivos durante las etapas más frías del Pleistoceno Medio y el Pleistoceno Superior (hace alrededor de 126,000 a 12,000 años).

En opinión de los autores del reciente artículo, los rasgos primitivos pudieron ser consecuencia del aislamiento geográfico de las primeras poblaciones neandertales en el sur de Italia. en esta región, dichas características persistieron durante más tiempo que en otras partes de Europa.

A consecuencia de ello, Manzi propone la necesidad de replantear ciertos aspectos del “modelo de acreción”. Una de las hipótesis más importantes sobre la evolución neandertal, el modelo de acreción sugiere que los neandertales evolucionaron genéticamente aislados del resto de las especies humanas primitivas y que, paulatinamente, adquirieron las características físicas distintivas de las poblaciones europeas.

Ahora bien, el estudio de Manzi demuestra que el modelo de acreción solo es aceptable si toma en cuenta las diversas condiciones ambientales de las distintas regiones europeas, debido a que las condiciones ambientales pudieron acelerar el proceso en algunas partes mientras que, en otras, como el sur de Italia, las condiciones locales pudieron haber ralentizado el proceso.

¿POR QUÉ DEJARON AL HOMBRE DE ALTAMURA EN LA CAVERNA?

No es fácil estudiar el espécimen de Altamura, ya que se encuentra en las profundidades del sistema de cuevas de Lamalunga, el cual solo es accesible con equipos especiales.

Por si eso fuera poco, el esqueleto se encuentra envuelto por una capa de depósitos minerales, de modo que solo algunas partes son visibles. Otra dificultad es que el fósil abarca dos cámaras separadas por una “cortina mineral” y, además, está cubierto de coraloides: abultamientos minerales que suelen formarse en la superficie de las cavernas, comúnmente conocidos como “palomitas de cueva”.

La disposición de los huesos revela que el hombre Altamura agonizó y murió en el sitio donde yace su esqueleto. Una explicación posible es que cayó por algún pozo del complejo de cuevas y no encontró una salida.

Desde su descubrimiento, los científicos han esperado la oportunidad de transportar el fósil a la superficie para realizar un examen detallado de los restos en un laboratorio. Sin embargo, las autoridades italianas se niegan a autorizar la extracción sin que antes se encuentre la manera de excavar el espécimen sin ocasionarle daños irreparables.

Esqueleto neandertal
El cráneo de Altamura está ubicado justamente entre dos cámaras del sistema de cuevas. La mayor parte del esqueleto está envuelta por depósitos minerales formados a lo largo de decenas de miles de años. (Manzi / Communications Biology)

TRABAJAR EN EL SITIO

Por lo pronto, la única opción es trabajar directamente en el sitio. Aun cuando el hombre de Altamura fue hallado en 1993, debieron transcurrir otros 22 años antes que un equipo de investigadores —que incluyó a Manzi— confirmara que se trataba de un espécimen neandertal.

Para el estudio publicado en marzo de este año, Manzi y sus colegas se pusieron el objetivo de examinar el cráneo. No obstante, las condiciones en la cueva les impidieron visualizarlo completamente, ya que uno de los lados está orientado hacia la cámara posterior (la cual es inaccesible), y los investigadores solo pudieron ver partes del cráneo a través de unas pocas aberturas en la cortina mineral.

Por esa razón, los investigadores decidieron utilizar sondas para hacer una “excavación virtual” del cráneo, y la información recogida les permitió producir una reconstrucción virtual del cráneo completo. Fue así como, por primera vez, los científicos pudieron estudiar, a detalle, la totalidad de la cabeza. N

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