La esperada sentencia neerlandesa por el derribo del vuelo MH17: ocho años después y sin detenidos

La Haya, 10 nov (EFE).- Han sido 68 sesiones judiciales interrumpidas por la invasión rusa a Ucrania y han pasado ocho años del derribo del vuelo malasio MH17, pero las familias de las víctimas esperan "saber qué ha pasado" y "que se haga justicia" con el fallo que emitirá la Justicia neerlandesa el 17 de noviembre contra tres rusos y un ucraniano.

"Después de ocho años, quizás las familias podamos obtener justicia. De verdad que eso esperamos", admitió Piet Ploeg, presidente de la Fundación del Desastre Aéreo del MH17 y portavoz de los familiares. El fallo será "un hito" que permitirá a algunos seguir adelante, aunque lamenta que "para muchos nunca habrá un cierre real porque han perdido a los suyos".

Pero la sentencia no supondrá ver a los responsables rendir cuentas por esa tragedia. "Ya sabíamos por adelantado que los sospechosos no vendrían a La Haya. Están y seguirán bajo protección del Gobierno ruso. Tenemos que ser realistas", aceptó Ploeg.

Para la letrada Marieke de Hoon, experta en derecho internacional, lo importante es garantizar "un juicio justo" porque, incluso si se concluye que no hay pruebas suficientes para condenar a los acusados, eso es "justicia de alguna manera".

Ploeg y De Hoon atienden a un pequeño grupo de periodistas internacionales, entre ellos EFE, para aclarar dudas sobre lo que se espera de la Justicia neerlandesa el jueves de la próxima semana.

La Fiscalía pidió cadena perpetua para los rusos Oleg Pulátov, Igor "Strelkov" Girkin y Serguéi Dubinsky, y el ucraniano Leonid Kharchenko, a quienes consideró "totalmente responsables" y "culpables" del "asesinato" de los 298 pasajeros que iban a bordo del MH17. La mayoría de las víctimas eran neerlandesas, pero también había australianos, malasios, belgas, alemanes, entre otros.

Aunque no descarta que no supieran que era un avión comercial, la Fiscalía cree que los separatistas rusos que controlaban la zona este de Ucrania dispararon un misil BUK desde un campo, derribando el vuelo MH17, un avión de pasajeros fletado por Malaysia Airlines que partió de Ámsterdam con destino Kuala Lampur el 17 de julio de 2014.

UN JUICIO SIN DETENIDOS

Los sospechosos desempeñaron un papel en la entrada y salida del lanzamisiles BUK de Ucrania, pero no fueron quienes dieron la orden de derribar el avión, cree la Fiscalía. Países Bajos acusa a Rusia de estar detrás de ese desastre, pero Moscú siempre ha rechazado las acusaciones y se ha negado a entregar a los sospechosos. La Constitución rusa tampoco permite la extradición de sus nacionales.

Pulátov es el único que reconoció este proceso judicial con el envío de un equipo de abogados para defenderlo, con el que se reunió en Rusia, aunque se declaró inocente y acusó a la fiscalía de "no tener el objetivo de conocer la verdad, sino de llegar a una condena". Los otros tres acusados siguen en paradero desconocido y se les ha juzgado en rebeldía.

Kiev ha ofrecido 100.000 dólares a quien le entregue a Girkin por su papel en la guerra en curso, pero si logra capturarlo, también podría ser entregado a Países Bajos para cumplir una eventual condena.

Como fue la Justicia neerlandesa la primera en emitir la orden de detención contra Girkin, los acuerdos europeos -que también se aplican a Kiev- dan prioridad a Países Bajos, a menos que se pacte lo contrario. La Fiscalía neerlandesa dice que, de momento, si es arrestado en Ucrania, solicitará su extradición.

ACLARAR LO OCURRIDO

Para los familiares, lo importante ahora es que la justicia responda a tres preguntas: de dónde vino el sistema BUK, de dónde se disparó, y cuál fue el rol de los cuatro sospechosos.

"La respuesta a las dos primeras preguntas es incluso más importante que la tercera porque no hay que permitir que un Estado se salga con la suya después de facilitar un asesinato en masa. (Conocer) el rol del Estado ruso es muy importante para nosotros", dijo Ploeg.

Esta cuestión es también relevante, añadió, "para combatir la negación” por parte de Moscú de que ha estado involucrada en un conflicto en Crimea y otras regiones de Ucrania desde 2014.

El juicio empezó en marzo de 2019, después de que un equipo de investigadores internacionales recopilara las pruebas que permitieron identificar a estos sospechosos. En el momento de la tragedia, ocupaban puestos clave en los grupos rebeldes que luchaban en el este de Ucrania.

Tanto el portavoz de los afectados como De Hoon asumen que una o ambas partes apelarán el fallo del próximo jueves, pero Ploeg espera que la sentencia permita a los familiares retomar su vida y "distanciarse del caso" durante la apelación porque "esto llevará años" al ser "un caso muy grande, un archivo criminal gigante", admitió.

Imane Rachidi

(c) Agencia EFE