Qué se juega España en la cumbre bilateral con Alemania: el cara a cara definitivo

España y Alemania vuelven a celebrar una cumbre bilateral nueve años después de la última. Se trata de un encuentro al más alto nivel, ya que además de asistir el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, cuenta con la presencia de 15 ministros (8 españoles y 7 alemanes). Una delegación destacada que muestra claramente la importancia que tienen estas reuniones para ambos países.

Y es que tanto Alemania como España se juegan mucho en un momento político y económico de lo más complicado. La guerra en Ucrania ha hecho que los precios de la energía y los alimentos hayan subido mucho, llevando la inflación a los dos dígitos en la eurozona.

Olaf Scholz y Pedro Sánchez se ven las caras en esta cumbre bilateral donde ambos tienen mucho que ganar y perder. Foto: TOBIAS SCHWARZ/AFP via Getty Images
Olaf Scholz y Pedro Sánchez se ven las caras en esta cumbre bilateral donde España y Alemania ambos tienen mucho que ganar y perder. Foto: TOBIAS SCHWARZ/AFP via Getty Images

A las puertas de la llegada del frío, hay mucha preocupación en el continente sobre el suministro de gas en los próximos meses. Al mismo tiempo, las amenazas nucleares de Putin, ante los escasos avances que está obteniendo Rusia en su enfrentamiento con Ucrania, ponen en tensión a los 27.

No es de extrañar, por tanto, que los temas principales de la cumbre sean los grandes asuntos de la agenda europea: crisis energética, guerra en Ucrania, tensiones inflacionistas, crisis alimentaria, transición ecológica o reforma del mercado energético europeo. Y en muchos de ellos, España tiene mucho que decir.

No cabe duda que la energía centra una buena parte de las conversaciones. Hablamos de que Alemania es un país que en el año 2021 recibió un 55% de su gas procedente de Rusia. Ahora, con Europa intentando reducir su dependencia de Moscú y tras el sabotaje en el Nord Stream (el gasoducto que conecta el suelo ruso con el alemán) que le ha dejado inservible, el Gobierno de Scholz necesita alternativas.

Y una tiene que ver con España. Se trata del proyecto MidCat, un gasoducto que conectaría España con Francia a través de los Pirineos y permitiría llevar el gas de Argelia, uno de los principales exportadores mundiales, al centro de Europa.

El proyecto se desarrolló durante casi dos décadas y actualmente el tubo llega hasta Girona, por lo que a la obra le quedarían aproximadamente unos 200 kilómetros para completarse. En 2018 los avances quedaron paralizados después de que una auditoría encargada por la propia Comisión Europea ponía de relieve el elevado coste de la obra y la difícil rentabilidad a largo plazo. Pero ahora la situación es muy diferente.

Protestas en Barcelona contra el MidCat en 2017. Foto: Paco Freire/SOPA Images/LightRocket via Getty Images.
Protestas en Barcelona contra el MidCat en 2017. Foto: Paco Freire/SOPA Images/LightRocket via Getty Images.

Y lo que hace cuatro años Alemania veía con malos ojos, ahora ya no tanto. A ambos países les gustaría recuperar la infraestructura, pero deberán vencer la férrea resistencia francesa. Y es que desde París argumentan que tardaría muchos años en estar operativa, aunque ya no cierran la puerta de forma rotunda al proyecto.

Para llevarlo a cabo, España pone varias condiciones: la posibilidad de que transporte hidrógeno verde, la interconexión con Francia y recibir financiación europea para ello. Y además de todo eso, si el MidCat terminara viendo la luz le otorgaría a España una enorme importancia en el contexto de la Unión Europea.

Un 'hub' energético

España es el país de Europa con más capacidad de almacenamiento de gas (un 35% de la UE y de Reino Unido) y también con más capacidad de regasificación (el gas que llega en barcos en estado líquido). Así, acelerar estas conexiones energéticas con el resto de Europa es una oportunidad estratégica importantísima para España, ya que podría convertirle en un 'hub' energético.

Por otra parte, aunque a Alemania no le gusta una posible intervención al mercado del gas, es una posición que España lleva defendiendo varios meses y en una cumbre como esta se puede explorar la opción entre ambas potencias e intensificar las negociaciones. Así pues, es una nueva oportunidad de insistir en algo que puede tener muchos beneficios para la sociedad española, ya que ayudaría a controlar los precios y bajar la factura de los consumidores.

España es una potencia europea en almacenamiento de gas. Foto: JOSEP LAGO/AFP vía Getty Images.
España es una potencia europea en almacenamiento de gas. Foto: JOSEP LAGO/AFP vía Getty Images.

El escudo europeo antimisiles

Por último, en el apartado de Defensa, está sobre la mesa la posibilidad de que España participe en un escudo europeo antimisiles. Tras la invasión de Ucrania, Alemania está liderando este proyecto de defensa multilateral al que podría unirse España.

De momento, la embajadora alemana ya ha confirmado que se han producido conversaciones y que será uno de los temas a tratar en las reuniones, por lo que es una posibilidad que está encima de la mesa y que ahondaría en el vínculo entre ambas naciones.

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Así pues, más allá de proyectos y oportunidades, la cumbre puede ayudar a que España tenga un mayor liderazgo en la Unión Europea en las próximas décadas debido a un aumento de su influencia. En el horizonte, la posibilidad, además, de seguir avanzando para convertirse en un referente global en energías renovables. Veremos qué termina logrando.

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