En su esfuerzo por conseguir una ventaja de inteligencia, las fuerzas armadas de China recurrieron a los globos

Marinos de la Armada estadounidense recuperan el globo de vigilancia chino derribado cerca de la costa de Carolina del Sur, el 5 de febrero de 2023. (Tyler Thompson/Marina estadounidense vía The New York Times)
Marinos de la Armada estadounidense recuperan el globo de vigilancia chino derribado cerca de la costa de Carolina del Sur, el 5 de febrero de 2023. (Tyler Thompson/Marina estadounidense vía The New York Times)

TAIPÉI, Taiwán — Mucho antes de que una aeronave no tripulada china que flotaba sobre Estados Unidos capturara la atención del mundo, Taiwán tal vez avistó las ambiciones de Pekín de convertir a los globos (que parecen tan anticuados y lentos) en herramientas elusivas del poder militar del siglo XXI.

Al menos en varias ocasiones en los dos últimos años, algunos residentes de Taipéi y otros lugares de la isla han avistado y fotografiado orbes pálidas y misteriosas a grandes distancias en el cielo. Sin embargo, pocas personas aquí, incluso funcionarios, reflexionaron mucho al respecto. Ahora, servidores públicos taiwaneses se cuestionan si alguno de esos globos era parte de la creciente flota de naves de vigilancia aérea de China, desplegada para recopilar información de la isla autónoma que Pekín reclama como suya.

Las incursiones han cobrado importancia desde que Estados Unidos identificó y derribó el globo chino que había pasado días atravesando el país. Pekín ha protestado por el abatimiento del globo, pues asegura que era una nave civil que realizaba investigación científica. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses afirman que el globo era parte de un esfuerzo de vigilancia global que tiene como objetivo socavar las capacidades militares de varios países.

Expertos afirman que es probable que las aeronaves de vigilancia de China sean operadas por la Fuerza de Soporte Estratégico, un brazo relativamente nuevo y a menudo secreto del Ejército chino que lleva a cabo vigilancia electrónica y ciberoperaciones. Su Tzu-yun, un analista en el Instituto para la Defensa Nacional y la Investigación de Seguridad en Taipéi, comentó que la fuerza surgió del ímpetu del líder chino Xi Jinping de modernizar al Ejército Popular de Liberación, incluyendo la expansión de sus capacidades de inteligencia, que van desde satélites en el espacio hasta embarcaciones en las profundidades del mar.

En una entrevista, el analista también mencionó: “Los globos deben ser entendidos como una parte de su sistema electrónico de espionaje”. Indicó que incluso los datos que los globos puedan recopilar sobre humedad y corrientes de aire pueden ser útiles en términos militares. Si China alguna vez lanza misiles, “esta información atmosférica podría mejorar su precisión”.

Un análisis de estudios militares, artículos de periódicos y solicitudes de patentes chinos esclarece el rango de los intereses y las ambiciones con globos de Pekín.

Científicos militares chinos han estado estudiando materiales y técnicas nuevos para hacer más durables los globos, más maniobrables y más difíciles de detectar y rastrear. Investigadores del Ejército Popular de Liberación también han estado probando los globos como plataformas aéreas potenciales desde las cuales se podrían disparar armas.

Un globo de vigilancia (el punto blanco al centro en la parte superior del cuadro) avistado sobre Taiwán en septiembre de 2021. (Oficina Central del Clima de Taiwán vía The New York Times)
Un globo de vigilancia (el punto blanco al centro en la parte superior del cuadro) avistado sobre Taiwán en septiembre de 2021. (Oficina Central del Clima de Taiwán vía The New York Times)

Incluso en este rincón hasta ahora oscuro de innovación militar, China ve grandes posibilidades. Sus investigadores militares advierten que gobiernos rivales, sobre todo Estados Unidos, podrían derrotarlos en su propio juego. Se preocupan en especial por el dominio en el “espacio cercano”, la capa inhóspita de la atmósfera que está entre 19 y 100 kilómetros sobre la superficie terrestre.

Un artículo publicado en 2018 en Liberation Army Daily, el periódico oficial del Ejército chino, señaló: “El espacio cercano se ha convertido en un nuevo campo de batalla en la guerra moderna”. Su objetivo era celebrar la hazaña de China del año anterior de elevar un globo, que cargaba a una pequeña tortuga viva, a más de 19 kilómetros de altura. El año pasado, China experimentó con el uso de cohetes para propulsar globos hasta 40 kilómetros sobre la superficie terrestre.

Bates Gill, el autor del estudio reciente “Daring to Struggle: China’s Global Ambitions Under Xi Jinping”, opinó que el Ejército chino, como otras instituciones castrenses, quiere “probar todas las opciones”.

Gill, el director ejecutivo del Centro para el Análisis de China del Asia Society Policy Institute, expresó: “Mi sensación es que el Ejército Popular de Liberación está muy poco restringido en la actualidad. No en el sentido corrupto y del salvaje Oeste del pasado, sino en el sentido de cómo experimenta e impulsa cambios”.

Tal audacia podría explicar los recientes vuelos de globos sobre Estados Unidos y Taiwán, los cuales no pasaron por completo desapercibidos. En septiembre de 2021, residentes de Taipéi, la capital de la isla, hicieron llamadas ansiosas a funcionarios meteorológicos para preguntar sobre un punto diminuto y pálido que veían muy a la distancia en el cielo.

Cheng Ming-dean, el jefe de la Oficina Central de Meteorología de Taiwán, revisó una fotografía en primer plano del punto y le dijo a la gente que se relajara: era solo un globo. Los globos grandes fueron vistos en dos ocasiones a finales de 2021, así como en marzo del año pasado. Cuatro grupos de globos más pequeños también se vieron a principios del año pasado.

En una entrevista, Cheng relató: “En ese entonces, creo que Taiwán no estaba prestando atención a este tipo de cosas”.

Ahora, mientras algunos Estados más pequeños (en específico, aquellos que Estados Unidos describe como aliados y socios) enfrentan esta nueva amenaza potencial de vigilancia, sus opciones podrían ser limitadas.

Chang Yan-ting, un subcomandante retirado de la fuerza aérea de Taiwán, aseguró que derribar globos quizá sea difícil y caro para muchas fuerzas aéreas. Hace más de 30 años, Yan-ting era un piloto de combate y lo enviaron a inspeccionar tres globos que se creía eran chinos. Al final, decidió que no representaban ninguna amenaza y, de todas maneras, habría sido muy difícil derribarlos.

En una entrevista, aseveró: “Es muy difícil, estos globos no se reflejan en el radar. Miren lo que pasó en Estados Unidos: hizo esfuerzos enormes para enviar los F-22, su mejor avión de combate, y empleó sus misiles más avanzados para impactarlo. ¿Lo ven? Es un poco como usar un cañón para dispararle a una pequeña ave”.

Para ser claros, el núcleo del sistema de recolección de inteligencia digital de China sigue siendo una armada de más de 260 satélites dedicados a la inteligencia y la vigilancia. Sin embargo, los globos pueden brindar algunas ventajas en comparación con los satélites porque pueden flotar sobre áreas y pueden producir imágenes más nítidas, según funcionarios estadounidenses que hablaron con la condición de mantener el anonimato para comentar asuntos sensibles.

El Ejército chino está consciente de estas ventajas. En 2021, un reporte del Chinese Liberation Army Daily afirmó que también en los campos de batalla modernos, “mantener una vigilancia aérea constante se ha convertido en una tarea urgente”. El reporte precisó que, solo con satélites y aviones, “es difícil lograr una vigilancia aérea y alerta temprana de tiempo completo, alcance total y punto fijo”.

© 2023 The New York Times Company