La escritora que fingió su suicidio y sus enfurecidos lectores no se lo perdonaron

Los asiduos lectores hasta contribuyeron con los servicios fúnebres de Susan Meachen

La inusitada reaparición de la escritora Susan Meachen ha enfurecido a sus seguidores. (Getty Images)
La inusitada reaparición de la escritora de novelas románticas Susan Meachen ha enfurecido a sus seguidores. (Getty Images)

Hay historias de la vida real que superan el mundo de la ficción. Ese es el caso de la escritora de novelas románticas Susan Meachen, quien reveló hace unas semanas que continuaba con vida aunque desde hace dos años sus seguidores lamentaban su trágico suicidio por culpa del incesante acoso de otros autores.

Los asiduos lectores, que hasta contribuyeron con los servicios fúnebres de Meachen, estallaron en furia al saberse engañados.

La sorprendente revelación salió a la luz cuando otra escritora aseguró en un grupo de Facebook que Meachen no estaba muerta. Para respaldar su afirmación, publicó como prueba capturas de pantallas de mensajes directos intercambiados con la autora supuestamente fallecida.

El enredo empeoró cuando Meachen intentó eludir responsabilidades de su suicidio simulado al declarar al diario The New York Times que fue su esposo Troy quien le pidió a su hija anunciar su muerte el 10 de septiembre de 2020. La joven dijo que su madre había muerto tras tomar una sobredosis de tranquilizantes.

Troy se había visto en la necesidad de hacer esta extraña petición porque estaba convencido de que la actividad online agravaba los problemas de salud mental de su esposa. “Ella no pudo hacerlo por su cuenta. Y, hasta el día de hoy, asumiré el 100 por ciento de la culpa, de la responsabilidad, como quieras llamarlo", dijo al diario The Sun.

Luego del anuncio del supuesto suicidio, surgieron rumores sobre presuntos acosos que llevaron a Meachen a tomar la fatal decisión, creando dolor y separación en el que antes fuera un compacto grupo de amantes del romance.

Pero mayor fue la conmoción del foro al escuchar las excusas de la pareja para justificar la simulación del suicidio.

Kasey Hill, ex editora de los libros de Meachen, dijo que con esas declaraciones sólo intentaban salvar las apariencias. También acusó a la escritora de seguir publicando en TikTok y Facebook bajo el seudónimo TN Steele.

Candace Adams, quien fuera amiga de Meachen, declaró con pesar que la escritora todavía no se ha disculpado por sus acciones, como si fuera incapaz de aceptar que hizo algo malo. Lo que más le molestó a Adams es que Meachen dijera que no había infringido la ley, aunque moralmente podría ser reprochable.

¿Quién es Susan Meachen?

Meachen apareció en la escena de la novela romántica en 2017 y desde entonces ha publicado 14 trabajos en Amazon, que firma con su nombre real, aunque la mayoría de los autores de ese tipo de textos lo hacen con seudónimos.

Las novelas de romance es el género más vendido en las plataformas digitales, con un mercado de unos 1.500 millones de dólares. La revolución digital cambió por completo el mundo editorial y ahora los escritores menos experimentados pueden vender sus historias directamente a sus lectores gracias a la existencia de los libros electrónicos.

En un principio, Meachen tuvo un éxito modesto pero llegó a tener popularidad gracias a que creó un grupo de Facebook, conocido como The Ward, que estaba dirigido a los escritores románticos, sus seguidores y también para las personas que aspiraban escribir.

Ese foro de más de 700 miembros quedó desconsolado cuando la hija de Meachen anunció su muerte.

“Me duele el corazón por la pérdida de esta increíble mujer y maravillosa amiga. ¿Cuándo verá la gente que esto no es una competencia? … Te extrañaremos Susan Meachen”, dijo Cassandra Jones, una de las foristas del grupo.

Adams dijo que los miembros de la comunidad romántica organizaron una subasta benéfica para contribuir con la familia de Meachen.

Pero la escritora volvió a las redes sociales el 4 de enero, sugiriendo que su familia tenía la responsabilidad por lo sucedido.

"Debatí sobre cómo hacer esto un millón de veces y todavía no estoy segura de sí es correcto o no", decía la publicación. "Mi familia hizo lo que pensó que era mejor para mí y no puedo culparlos por eso. "Estoy en un buen lugar ahora y espero escribir de nuevo. Que comience la diversión".

¿Enfermedad mental o fraude?

En su primera declaración a la prensa, Susan reveló a The New York Times que se le hizo muy difícil soportar la interacción con la comunidad romántica en línea cuando le diagnosticaron un trastorno bipolar. “Creo que causa una confusión muy peligrosa, especialmente si tienes una enfermedad mental”.

En un principio, el grupo le servía como un escape de su realidad cotidiana, pero con el paso del tiempo, ese contacto virtual empeoró su trastorno. Su esposo Troy relató que a veces llegaba a casa y la encontraba hablando y actuando como uno de los personajes de sus libros.

Pero sus antiguos seguidores siguen indignados por el engaño y han preguntado a Meachen que para qué le sirve volver si podía seguir fingiendo estar muerta mientras continuaba escribiendo con el seudónimo que había usado durante los últimos dos años.

Otros quieren saber si Meachen les devolverá las donaciones que hicieron a su familia para cubrir los gastos funerarios y la caída de sus ingresos. Adams fue de las palabras a la acción y se comunicó con las autoridades del condado donde vive Meachen para acusarla de fraude.

Todavía quedan unos cuantos capítulos para saber en qué quedará el melodrama de Susan Meachen, pero por los momentos no se avizora un final feliz.

——

Si tú o alguien que conoces está considerando quitarse la vida, contacta inmediatamente con tu Línea Nacional de Prevención al Suicidio:

México: (55) 5259-8121, o visita http://www.saptel.org.mx/

EEUU: 988 (línea gratuita en inglés y español) o visita suicidepreventionlifeline.org

Argentina: 135 (línea gratuita) (011)5275-1135 o visita https://www.casbuenosaires.org.ar/

Fuentes: BBC, Slate, The Guardian, The Sun, The New York Times.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Amores tormentosos, tóxicos y hasta mortales que dejaron huella