El escritor Roberto Saviano enfrenta un juicio por haber llamado “bastarda” a Giorgia Meloni

Roberto Saviano
Roberto Saviano - Créditos: @Reuters

ROMA.- Hace dos años la llamó “bastarda” a Giorgia Meloni por avalar la política de cierre de puertos a los barcos de ONG que rescatan a migrantes en el Mediterráneo de la xenófoba Liga de Matteo Salvini. Y hoy el famoso escritor italiano, Roberto Saviano, autor de diversos best sellers sobre la criminalidad organizada, debió ir a declarar en un juicio por difamación que emprendió en su contra la entonces líder del posfascista Hermanos de Italia, hoy primera ministra del país.

Mientras la premier se encontraba a miles de kilómetros de distancia, en el G-20 de Bali, la primera audiencia del proceso contra Saviano tuvo hoy gran repercusión. El juicio se da justo cuando el flamante gobierno de derecha de Meloni ni siquiera cumplió un mes de vida y en momentos en el que la irresuelta cuestión de los migrantes se encuentra otra vez al rojo vivo. Ni bien asumió, el gobierno de Meloni aplicó una política de cierre de puertos y mano dura parecida a la que había implementado el gobierno populista de 2018-2019 –cuando Salvini fue ministro del Interior-, algo que tensó como nunca la relación con Francia, aliado histórico y con la Unión Europea (UE). De hecho, se espera que, después del cortocircuito que hubo la semana pasada, cuando Francia se vio forzada a recibir una nave con 231 desesperados que Italia no quiso dejar atracar, Meloni pueda ver a Emmanuel Macron en Bali y recomponer un vínculo considerado imprescindible porque se trata no sólo de un aliado histórico, sino un peso pesado en el marco de las decisiones de la UE.

La difamación de la que es acusado Saviano –autor de Gomorra, sobre la camorra, la mafia napolitana, libro por el que fue amenazado de muerte y vive bajo custodia-, se remonta a cuando participó de “Piazza Pulita”, un programa televisivo político, en diciembre de 2020.

Entonces, en un programa dedicado a la tragedia de los migrantes, pasaron un video que mostraba la desesperación de una mujer de Guinea que lloraba la muerte de su bebe de seis meses en un naufragio de la precaria embarcación con la que intentaba cumplir su sueño de llegar a Europa. Acto seguido, Saviano salió a atacar a los que llevaban adelante campañas anti-inmigración y usó el término “bastardos” no sólo contra Giorgia Meloni, entonces líder y parlamentaria de Hermanos de Italia, sino también, contra Salvini, hoy aliado en su gobierno.

“En las mismas horas en las que ocurría esa tragedia en el mar, Meloni en una entrevista daba su solución: las naves de las ongs son naves pirata. Por esto deben ser hundidas, su tripulación arrestada y quien está a bordo, repatriado”, evocó Saviano en un artículo que escribió hoy en el Corriere della Sera. Allí, el escritor y periodista denunció la falta de programas serios de la política para enfrentar el drama de los migrantes, desesperados que viven infiernos antes de embarcarse, que escapan de guerra y miseria, pero que sólo tienden a ser criminalizados, así como las ongs que los rescatan en medio del mar. Y, por otro lado, la voluntad de los políticos de intimidar y callar a quienes, como él, los critican.

Al salir de la primera audiencia de un juicio por el que podría ser condenado a tres años de prisión, Saviano recordó que no es la primera vez que lo procesan por decir o escribir lo que piensa. “Creo que tengo el récord de periodista, personalidad, individuo más procesado por miembros de este gobierno”, dijo, visto que en el pasado ya fue acusado de difamación por Salvini -vicepremier y ministro de Infraestructuras- y por el actual ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano.

Saviano leyó ante la prensa un un texto que hubiera querido leer ante el juez en una declaración espontánea, pero que no pudo, en el que advirtió del peligro de una “democratura”, jugando con los términos “democracia” y “dictadura” y defendió la libertad de expresión. “Confío en que finalmente podamos exorcizar mi peor mierdo, que es que tener una opinión contraria a la de la mayoría signifique tener una opinión no legítima y que, entonces, tener un problema con la mayoría de este gobierno signifique tener un problema con la justicia”, dijo. “Esto sería gravísimo y confirmaría la hipótesis de que esta mayoría política pueda querer conducirnos a una verdadera ‘democratura’”, disparó.

La audiencia duró apenas diez minutos y en la puerta del tribunal aparecieron diversos personajes del mundo del periodismo y la cultura para demostrarle solidaridad.

“Me encuentro hoy bajo juicio y considero singular que un escritor sea procesado por las palabras que utiliza, por más duras que sean, mientras individuos inermes siguen padeciendo sufrimientos atroces”, también dijo Saviano. “Frente a los muertos, a los que se ahogan, a la indiferencia, a la especulación, ante esa madre que perdió a su hijo, yo no podía callarme. Y siento que hasta usé palabras demasiado prudentes, siento de haber gritado mi indignación hasta con parsimonia”, aseguró.

De la vereda de enfrente, el abogado de Meloni, Luca Libra, explicó que la querella nació por los tonos utilizados. “Yo le enseñé a mi hijo que la palabra ‘bastardo’ es una ofensa”, dijo el letrado, que de todos modos anunció que podrían llegar a retirar la querella. La próxima audiencia será el 12 de diciembre.