“Escenario de guerra”: rescates contra reloj para contener el golpe en el sur de Brasil
PORTO ALEGRE.- El desafío es titánico y a contra reloj: las autoridades y los vecinos de Porto Alegre intentan evitar una tragedia aún mayor que la que ya vive el estado brasileño de Rio Grande do Sul, donde 78 personas murieron y más de 115.000 fueron desplazadas de sus lugares por las inundaciones, según las autoridades, que describieron la región “un escenario de guerra”.
Desde las calles anegadas o desde el aire, las imágenes son desoladoras: casas a las que apenas se les ven los techos, gente que perdió todas sus posesiones, y el centro de la moderna Porto Alegre, la capital, de 1,4 millones de personas, completamente inundado.
Según la intendencia de la capital de Rio Grande, el nivel del río Guaíba, que pasa por la ciudad, marcaba 5,30 metros, por encima del récord de 4,76 metros registrado durante unas históricas inundaciones en el lejano 1941.
Hoy por la mañana, las lluvias eran intermitentes en Porto Alegre, pero de todas maneras las aguas avanzaban de modo incontenible sobre la metrópoli. La capital está bajo alerta de “graves inundaciones”, según un aviso emitido por la Defensa Civil de Rio Grande do Sul la noche del sábado.
Las lluvias afectan ya a 332 de los 497 municipios del estado. La alerta de Defensa Civil señalaba preocupación sobre todo por las zonas más bajas de la región metropolitana, señalando que el riesgo de “inundaciones graves” tendría su pico máximo en las próximas 24 horas.
La agencia también aconsejó la evacuación inmediata de los habitantes de zonas de riesgo en municipios como Guaíba, Barra do Ribeiro, Gravataí, Canoas, Charqueadas, Sapucaia do Sul, São Leopoldo, Novo Hamburgo y Taquara.
El Comando Militar del Sur (CMS) anunció, por su parte, que a partir del miércoles se producirá un descenso brusco de la temperatura en el estado de Rio Grande do Sul, lo que podría provocar un aumento de los casos de hipotermia entre las personas aisladas por las lluvias que esperan ser rescatadas, además de hacer las condiciones de rescate y evacuación más difíciles. En algunas zonas del estado, según el CMS, la temperatura puede bajar hasta 10°C.
Según la CMS, el rescate y la distribución de alimentos son las prioridades en este momento. “Nuestro foco pasa ahora por la distribución de alimentos y donaciones”, afirmó el comandante militar del sur general Hertz Pires do Nascimento, representante del Ministerio de Defensa en el estado, durante la rueda de prensa.
Durante la noche, en el popular barrio Sarandí, un estacionamiento de camiones y maquinaria vial estaba totalmente cubierto por las aguas rojizas, y apenas se divisaban los techos de los vehículos.
Hay 15.000 personas en refugios y más de un millón de hogares sin agua en la región. La destrucción es incalculable, según Defensa Civil.
Rosana Custodio, una enfermera de 37 años, es una de las miles de víctimas del desastre. La inundación la obligó a abandonar su casa en Porto Alegre, y desde entonces vive una pesadilla.
Pudo mudarse a la casa de su suegra, pero “el jueves sobre la medianoche las aguas comenzaron a subir muy rápido. (...) En la desesperación salimos en busca de un lugar más seguro. No podíamos caminar. (...) Mi esposo puso a mis dos pequeñas en un kayak y remó con una (caña) tacuara. Yo y mi hijo nadamos hasta el final de la calle y comenzamos a caminar con el agua al cuello”, relató en un mensaje de WhatsApp.
Se refugiaron en la morada de su cuñado, en Esteio, localidad al norte de Porto Alegre, pero el viernes la historia volvió a repetirse. “Fuimos rescatados por una lancha de amigos”. Desde entonces, cuenta, se encuentra con su familia en un refugio.
Visita de Lula
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva visitó hoy por la mañana Rio Grande do Sul para respaldar las acciones contra las lluvias en el estado, acompañado de los presidentes de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (PP-AL), y del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD), además del vicepresidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Edson Fachin.
La delegación fue recibida por el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite (PSDB). Leite, que recibió a Lula por segunda vez desde que se declaró la tragedia, calificó la situación de “dramática”, “absolutamente sin precedente” y como un “escenario de guerra”.
Hoy, “era un día clave para los rescates”, dijo, por su parte, el ministro de Comunicación de la Presidencia, Paulo Pimenta. Las escenas de gente en los tejados esperando socorro, de pequeños barcos y canoas surcando ríos sobre calles y avenidas, o de camionetas 4x4 ayudando en cruces imposibles se repetían una y otra vez.
El estado necesitará una especie de “Plan Marshall” para ser reconstruido, afirmó el gobernador Leite.
Pero eso será para después de que las aguas bajen, y cuando las lluvias paren. Ahora, la preocupación es por el abastecimiento de víveres y la continuidad de la cadena productiva en este estado agropecuario, que tiene el quinto PBI de Brasil y es uno de los más pujantes del país.
O trabalho para apoiar a população gaúcha e a reconstrução do Rio Grande do Sul não para. A cada dia, a força-tarefa do governo federal soma mais esforços e apresenta mais ações pela região. Seguiremos juntos e juntas! pic.twitter.com/9cvsoVNGiE
— Lula (@LulaOficial) May 5, 2024
El alcalde de Porto Alegre, Sebastião Melo, urgió a la población a racionar el agua, después de que cuatro de las seis plantas de tratamiento de la ciudad tuvieron que ser cerradas.
La excepcional situación tiene a Porto Alegre prácticamente sitiada. La Policía Rodoviaria señaló que la llegada desde el sur está cortada a unos 15 km de distancia, mientras que por el norte aún se logra acceder a la urbe.
El aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió el viernes sus operaciones por tiempo indeterminado. La electricidad también va desapareciendo por zonas.
El número de desaparecidos va en aumento. Ya son 101 personas. Y 155 heridos. Pero el aislamiento de algunos municipios hace temer cifras aún más trágicas.
Desde el Vaticano, el Papa elevó sus “plegarias para la población del estado de Rio Grande. El señor tiene en su corazón a los difuntos, conforta a los familiares y a quienes debieron dejar sus casas”, señaló el Pontífice.
Agencias AP, AFP y ANSA