Escape del Holocausto: familia de Miami planea recrear la peligrosa huida de su abuela

Durante gran parte de su vida, Evelyn Walg Grunberg nunca habló del pasado.

En 1942, Grunberg y sus padres escaparon de la persecución nazi en Francia caminando durante tres días y tres noches por los Pirineos, una cadena montañosa situada entre España y Francia. Con solo tres años, Grunberg recuerda pocas cosas. Estaba nevando. Cabalgó a hombros de su padre durante gran parte del penoso viaje. Él estaba agotado, pero continuar era cuestión de vida o muerte.

“El tipo le dijo: ‘si no camina, lo mato’. Porque no vamos a sacrificar al resto de la gente’”, dijo Grunberg, recordando lo que le dijo su padre.

A sus 85 años, Grunberg tiene muchas historias sobre su vida, algunas más dolorosas que otras. Ahora, vecina de Aventura desde hace muchos años y con su propia familia numerosa, Grunberg está por fin preparada para recordar su pasado. Este Día de Conmemoración del Holocausto (Yom HaShoah), que comenzó el domingo por la noche y concluye el lunes, es especial para toda la familia Grunberg. Este verano, conmemorarán la historia de la familia haciendo un viaje a los Pirineos para rememorar el viaje de Grunberg hacia la libertad.

Acompañados por un historiador y más de 60 miembros de la familia, los que puedan recorrerán la misma ruta que Grunberg siguió con su madre y su padre, volviendo sobre sus pasos, aprendiendo sobre los horrores del Holocausto y su impacto en las generaciones futuras.

“Me parece muy muy bonito. Es una gran idea, sobre todo 82 años después. Es mucho tiempo”, dijo Grunberg.

Grunberg, quien nació en Bruselas, espera encontrarse por primera vez con miembros de su familia mientras aprende más sobre la ruta de escape que miles de judíos tomaron para huir de Francia.

“Me parece increíble. De repente, se nos están uniendo descendientes de todas partes”, dijo Grunberg. “Gente de Israel, de España, de Holanda, de Bélgica, de todas partes”.

Evelyn Walg Grunberg muestra un libro que escribió sobre la historia de su familia y su huida del nazismo durante el Holocausto en 1942.
Evelyn Walg Grunberg muestra un libro que escribió sobre la historia de su familia y su huida del nazismo durante el Holocausto en 1942.

Millones de judíos fueron asesinados en el Holocausto. Como muchos judíos europeos, los Grunberg perdieron ramas enteras del árbol genealógico –primos, tías, abuelos, casi 100 parientes en total– durante la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis. Tras años de desplazamientos y penurias, su familia acabó en Caracas, Venezuela, para empezar una nueva vida. Desgraciadamente, años más tarde, sus padres murieron en un trágico accidente de avión cuando se dirigían a Estados Unidos. Grunberg solo tenía 14 años. A principios de la década de 2000, la familia se mudó de nuevo para huir de la situación política cada vez más grave de Venezuela. Esta vez encontraron refugio en el sur de la Florida.

No fue hasta que su nieto Arie le preguntó por qué nunca hablaba de su pasado que se planteó volver a contar su vida. Evelyn empezó a investigar y a escribir la historia de su vida, y finalmente escribió un breve libro autobiográfico titulado “I Have Lived my Future”, que publicó el año pasado. Aunque el proceso a veces le hizo llorar, dice que está contenta de que sus hijos puedan conocer ahora la historia de su familia.

“Toda mi vida fue una penuria”, dijo. “Es el final de mi vida, y lo estoy aprovechando lo mejor que puedo”.

Encontrando respuestas

Cuando Grunberg empezó a indagar en su pasado, se dio cuenta de que la investigación era más difícil de lo esperado. Gran parte de la familia Grunberg murió durante la Segunda Guerra Mundial, lo que dificultó la búsqueda de información, dijo Henry Grunberg, hijo de Evelyn.

“El resto de la familia pereció en el Holocausto. Mi abuelo fue el único que escapó”, dijo Henry. “Por lo tanto, no fue fácil”.

Por pura casualidad, Evelyn encontró a un historiador español, Josep Calvet, cuya investigación se especializa en la huida de refugiados del nazismo a través de España y los Pirineos durante la Segunda Guerra Mundial.

Grunberg estaba un día viendo la televisión cuando vio una entrevista en la que Calvet hablaba de los Pirineos e inmediatamente fue a Amazon.com a comprar su libro, “The Forgotten Letter. Two twins separated by Nazism” [La carta olvidada. Mellizos separados por el nazismo. El libro describe la historia de dos hermanas alemanas que estuvieron separadas cinco años durante la guerra, pero que pudieron reencontrarse gracias a las rutas de los Pirineos. Con el permiso de Calvet, Grunberg pudo insertar extractos de su investigación en su historia, completando así su libro.

Entonces, la familia volvió a escribir a Calvet para pedirle ayuda.

“Le dije: ‘Queremos ir a los Pirineos, ¿nos ayudaría? Y él dijo que por supuesto”, dijo Grunberg. “Incluso nos va a llevar a un museo, donde nos va a contar la historia de la gente que cruzaba los Pirineos”.

Calvet acompañará a los Grunberg este verano, guiándolos por lo que probablemente será el mismo camino que su familia recorrió hace tantos años.

Ayudar a las familias judías a comprender su historia con el Holocausto es algo que Calvet dice encontrar gratificante en su trabajo.

“Siempre han sido experiencias muy emotivas y me siento muy orgulloso de ayudar a estas personas a reconstruir esta parte de su historia familiar que es desconocida para muchos”, dijo en español.

Evelyn Walg Grunberg posa en su apartamento en Aventura. Este verano se reunirá en Francia con otros familiares para conmemorar la huida de su familia de la Europa nazi en 1942.
Evelyn Walg Grunberg posa en su apartamento en Aventura. Este verano se reunirá en Francia con otros familiares para conmemorar la huida de su familia de la Europa nazi en 1942.

Viaje ‘indescriptible’ por los Pirineos

Según la investigación de Calvet, unos 10,000 judíos de diferentes países pudieron salvar sus vidas cruzando los Pirineos y llegando a España entre 1940 y 1944. Dice que los viajes se hicieron en secreto, ya que era muy difícil conseguir la documentación adecuada para salir de Francia a mediados de la década de 1940.

La mayoría de los refugiados acabaron en América, tanto en Sudamérica como en Estados Unidos y Canadá, la mayoría en Estados Unidos, dijo Calvet al Herald. Muchos también fueron al entonces Mandato Británico de Palestina, hoy Israel.

A través de su investigación, Calvet descubrió que, para esas familias, el viaje de huida “no fue fácil”. Las personas que huían tenían que viajar rápidamente por un terreno accidentado y montañoso con los guardias nazis pisándoles los talones. Muchos no estaban preparados físicamente y llevaban ropa inadecuada. Tenían poca comida y ni idea de adónde ir.

Para la familia de Grunberg, el viaje fue igualmente difícil, recorriendo al menos 93 millas según los cálculos de su padre. En su libro, Grunberg cita una de las cartas de su padre a su cuñado en 1944, que encontró años después cuando visitó Bruselas, en la que describe su huida.

“Fue un viaje extremadamente doloroso, casi puedo decir qué indescriptible. Durante tres días y tres noches, vagamos por los Pirineos, a menudo a más de 3,000 metros de altura, por el barro y el hielo... afortunadamente, llegamos a España, donde no nos sentimos mucho más libres, ya que a lo largo de la frontera se había apostado un ejército completo de policías para vigilar y no podíamos asomar la nariz al exterior sin riesgo de que nos detuvieran”.

El padre de Grunberg, quien también se llamaba Henry, acabó en una prisión española durante cuatro meses antes de que la familia hiciera gestiones a través del gobierno holandés para ir a Curazao, una isla holandesa del Caribe, parando primero en Jamaica, donde permanecieron 13 meses en un campamento de refugiados. A través de sus cartas, se hace evidente la ansiedad mientras se pregunta qué ha sido del resto de su familia.

“No sé nada de mi familia desde mediados de 1941. Temo lo peor, a menos que hayan encontrado nuestro nombre en Suiza ..... Me alegraría mucho tener noticias de ellos, pero desde que sabemos que esos bandidos deportaron a casi todos los judíos holandeses, no tengo muchas esperanzas”.

Detalles como este ayudaron a Grunberg a comprender mejor a sus padres, quienes finalmente se establecieron en Caracas, Venezuela. Fallecieron en un accidente aéreo 10 años después de escapar de los nazis, cuando el avión en el que viajaban se estrelló en un vuelo de Venezuela a California, un lugar al que esperaban poder llamar finalmente su hogar.

La importancia de recordar el Holocausto

Antes de empezar a investigar su propio pasado, Grunberg dice que no se consideraba una “sobreviviente” del Holocausto porque no estuvo entre los que sobrevivieron a la tortura de los campos de concentración. Pero ahora, tras la huida de su familia, comprende que la guerra trajo consigo otras formas de trauma y desplazamiento para las generaciones venideras.

“La guerra trajo consecuencias para muchas generaciones, no solo para la primera generación que la sintió, sino para las siguientes”, dijo. “Si tienes padres traumatizados, tú también lo estás”.

Parte de las consecuencias, para algunos, es no poder reconstruir una imagen completa de la historia que es tan vital para la historia de las familias judías. Por eso su hijo, Henry, se ofreció voluntario para documentar el viaje de este verano en videos y fotografías.

“Son los últimos sobrevivientes y dentro de unos años no habrá nadie que pueda decir que escapó o que sobrevivió a esta Segunda Guerra Mundial”, dijo. “Entonces será nuestra responsabilidad, como hijos de sobrevivientes, seguir contando la historia y mantenerla viva”.

Evelyn Walg Grunberg y su hijo, Henry Grunberg, hojean un álbum familiar en el apartamento de ella en Aventura. Se reunirán en Francia con otros familiares durante el verano para conmemorar la huida de su abuela de la Europa nazi a España a través de los Pirineos en 1942.
Evelyn Walg Grunberg y su hijo, Henry Grunberg, hojean un álbum familiar en el apartamento de ella en Aventura. Se reunirán en Francia con otros familiares durante el verano para conmemorar la huida de su abuela de la Europa nazi a España a través de los Pirineos en 1942.

En 2003, sintiendo el conflicto político en Venezuela, Henry y sus hermanos se marcharon para establecerse en Hollywood, Florida, donde él vive actualmente. Dijo que muchos de sus amigos se quedaron más tiempo antes de huir, pero él tuvo que seguir su instinto de que las cosas empeorarían.

“Nosotros, el pueblo judío, tenemos la piel muy fina ante las persecuciones y la falta de libertad. Así que cada vez que ocurre algo, lo sentimos primero”, dijo.

Al final, Grunberg siguió a sus hijos al sur de la Florida, donde ahora vive la mayor parte de la familia, libre y sin miedo. Ese fue siempre el sueño de sus padres, que dieron los primeros pasos peligrosos en el largo viaje que los pondría a todos a salvo.

“Así que 70 años después, todos están aquí”, dijo. “Todos”.

Este artículo se escribió con la ayuda financiera de Trish y Dan Bell y de donantes de las comunidades judía y musulmana del sur de la Florida, en colaboración con Journalism Funding Partners. El Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.