Por qué la escalada bélica rusa aún no tiene efecto para cambiar el curso de la guerra en Ucrania, según los expertos

Soldados ucranianos, en una posición en el frente de batalla en Kherson. (Jim Huylebroek/The New York Times)
Soldados ucranianos, en una posición en el frente de batalla en Kherson. (Jim Huylebroek/The New York Times) - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

LONDRES.- Los esfuerzos de Rusia para contrarrestar los avances de Ucrania por medio de una lluvia de misiles sobre Kiev y otras ciudades y una movilización de más de 220.000 reservistas representan una escalada en esta guerra que ya lleva siete meses, pero es poco probable que cambien la dinámica de un conflicto con una tendencia ahora favorable a Ucrania, dicen expertos militares y análisis de inteligencia occidentales.

Los ataques de misiles solos tienen poco valor estratégico, aunque causan desgracias humanas por doquier y han perturbado la vida en ciudades que se han mantenido relativamente a salvo de los ataques, demuestran los análisis.

Desde el comienzo de la arremetida, el lunes pasado, más de tres docenas de personas perdieron la vida y muchas otras resultaron heridas. La infraestructura eléctrica ucraniana parece ser el blanco principal de los rusos, y algunas zonas residenciales quedaron a oscuras, con civiles que se preguntan si tendrán que pasar el invierno sin electricidad.

Pero en el campo de batalla las condiciones, al menos en el futuro previsible, siguen siendo favorables para las fuerzas ucranianas, más ágiles, motivadas y mejor armadas, y es probable que mantengan esa ventaja sobre el Ejército ruso, más lento, peor equipado y exhausto.

Ucrania denuncia un ataque ruso en la ciudad de Mykolaiv
Un edificio seriamente dañado tras un ataque ruso en la ciudad de Mykolaiv

Funcionarios estadounidenses y de otros países occidentales predicen que Ucrania mantendrá la contraofensiva en los próximos meses, aunque el clima obligue a ralentizar el ritmo de la guerra.

“Espero que Ucrania siga haciendo todo lo posible en el invierno para reconquistar su territorio”, dijo esta semana el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. “Últimamente Ucrania ha sido muy eficaz tanto en el este como en el sur, ya que recuperó bastante territorio de manos de los rusos”.

El ritmo del combate se ralentizó en los últimos días, mientras Ucrania se consolida en las posiciones que acaba de tomar. Rusia logró apoderarse de algunos pueblos en el este del Donbass, cerca de Bakhmut, que los rusos intentan capturar desde julio. Ucrania capturó muchos más sitios en la provincia sureña de Kherson, donde avanza a paso firme.

Los expertos militares dicen que el ritmo se enlentecerá aún más con el invierno, que llevará barro al sur y nieve y hielo a los terrenos del este, donde se han librado las últimas batallas. En algún momento de los próximos meses, el clima podría forzar a Ucrania a suspender sus avances, dice un funcionario occidental que solicitó anonimato. Pero, por ahora, “los ucranianos mantienen la iniciativa y el brío”, añadió.

Y ya no se espera que Rusia esté en condiciones de apoderarse de porciones de territorio significativas. Ucrania dio vuelta la tendencia del combate de un modo tan espectacular que la única pregunta que cabe hacerse es cuánto territorio será capaz de recuperar, y ya no si Rusia será capaz de lograr sus objetivos, dice Rob Lee, del Instituto de Investigación de Política Exterior, con sede en Filadelfia.

El Ejército ucraniano ahora supera a las fuerzas militares rusas en prácticamente todos los niveles, dice Lee, desde los sofisticados sistemas de artillería occidentales que utiliza para detectar los blancos rusos lejos de las líneas de combate hasta la capacidad y calidad de los soldados que puede llevar al combate.

Arsenal

Rusia sigue sufriendo fuertes bajas de fuerzas y equipamiento, y está agazapada en posiciones defensivas mientras Ucrania sigue recibiendo provisiones de armas nuevas y de tecnología avanzada de sus aliados occidentales. Los análisis de la inteligencia estadounidense dicen que Rusia perdió 6000 tanques, vehículos blindados y otros equipos militares durante la guerra, y algunos de ellos son capturados intactos por los ucranianos, que así robustecen aún más su arsenal.

“Ucrania tiene ventaja y Rusia intenta igualarlo. Mientras Ucrania siga recibiendo artillería y apoyo de la OTAN, debería seguir cosechando victorias”, indica Lee. Lo que resulta más difícil de predecir –señala Konrad Muzyka, director de la consultora de defensa Rochan, en Polonia– es si la llegada de hasta 300.000 soldados rusos recientemente movilizados servirá para refrenar los avances ucranianos.

Los tres vehículos de los que consta el sistema de defensa IRIS-T con que cuenta Ucrania. El gobierno de Zelensky apuesta a obtener una superioridad tecnológica sobre los rusos
Los tres vehículos de los que consta el sistema de defensa IRIS-T con que cuenta Ucrania. El gobierno de Zelensky apuesta a obtener una superioridad tecnológica sobre los rusos - Créditos: @Marcus Schaefer

Los funcionarios ucranianos dicen que no percibieron ningún cambio significativo tras la incorporación de nuevos soldados rusos a las líneas de combate, que ya ascienden a 16.000, según el presidente Vladimir Putin. Pero no se puede descartar la posibilidad de que la enorme llegada de tropas rusas pueda complicar las esperanzas de avances ucranianos, advierte Yuriy Saks, asesor del Ministerio de Defensa de Ucrania.

Sin embargo, existen dudas sobre la capacidad de Rusia para entrenar y equipar adecuadamente a tanta cantidad de tropas sin experiencia, dice el funcionario occidental anónimo. Los soldados que ya llegaron al campo de batalla “recibieron muy poco entrenamiento y equipamiento muy deficiente”, agrega. “Es muy poco probable que tengan a corto plazo un impacto positivo para Rusia”.

Incluso se espera que la llegada del invierno favorezca a Ucrania, dice un asesor de defensa del gobierno ucraniano. Rusia intenta entregar bolsas de dormir y otros materiales de invierno para sus soldados, mientras que los aliados de Ucrania con clima frío, como Canadá, Estonia y Lituania, están contribuyendo con miles de uniformes de invierno.

Rusia parece tener la esperanza de que la llegada de decenas de miles de soldados en el campo de batalla se convierta en una “marea humana” que termine con los avances ucranianos, una jugada que casi con certeza le generará bajas colosales, advierte el asesor. Pero aunque Ucrania tiene fuerzas de reserva para igualar los despliegues de Rusia, está determinada a no librar batallas campales y sangrientas con los rusos. En cambio, espera seguir siendo más astuta que los rusos, concentrándose en atacar sus puestos de comando, equipamientos claves y líneas de suministro.

Un soldado ucraniano revisa las trincheras excavadas por los rusos en una zona recuperada por las tropas de Kiev en la región de Kherson
Un soldado ucraniano revisa las trincheras excavadas por los rusos en una zona recuperada por las tropas de Kiev en la región de Kherson

Rusia espera obtener algunas victorias a través de la superioridad numérica. “Si queremos ganar esta guerra, debemos pensar en la superioridad tecnológica”, dijo el asesor ucraniano. No debería ser una lucha al estilo soviético, de infantería contra infantería. “Estamos listos para luchar hasta el final, pero tampoco queremos jugar este juego desde la óptica rusa, donde la vida de los soldados no vale nada”, agregó.

Según funcionarios occidentales y expertos militares, se espera que disminuya la capacidad de Rusia para efectuar ataques con misiles, limitando aún más sus opciones en el campo de batalla. En particular, se cree que a Rusia le quedan pocos misiles guiados de precisión para atacar sitios claves.

El viernes, el Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que Rusia comenzó la guerra con 1844 misiles guiados de precisión –incluidos los misiles Kalibr lanzados desde el mar, los Iskanders lanzados desde tierra y los Kh-101 y Kh-555 lanzados desde el aire– y que solo le quedan 609 unidades. Funcionarios occidentales afirmaron que las cifras coinciden con sus cálculos.

Rusia todavía tiene considerables existencias de misiles no guiados que puede utilizar para atacar ciudades, y es probable que siga usándolos en su intento de desmoralizar a la población ucraniana, dice el asesor del gobierno. Pero mientras los ataques sigan dirigidos a los civiles y la infraestructura civil en vez de estar orientados a los blancos militares, “no van a cambiar el curso de esta guerra”, dice Muzyka.

Liz Sly

Traducción Ignacio Mackinze