Un escándalo de un legislador italiano que casi termina en tragedia salpica a Giorgia Meloni

El diputado Emanuele Pozzolo
El diputado Emanuele Pozzolo - Créditos: @Twitter

ROMA.- No comenzó bien el año para la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Más allá de problemas de salud –mareos por otolitos y una afección en el oído interno que la obligaron a postergar su tradicional conferencia de prensa de fin de año–, justo en la última noche del año se le sumó otro dolor de cabeza debido a un escándalo que salpica a su partido, Hermanos de Italia, protagonizado por uno de sus diputados, Emanuele Pozzolo.

Hasta ahora bastante desconocido para la opinión pública, Pozzolo tuvo la mala idea de ir armado con un mini-revólver a una fiesta de fin de año en la que también estaba su amigo, el viceministro de Justicia, Andrea Delmastro. Entonces, ya había pasado la medianoche y, de repente, se oyó un disparo que muchos creyeron que era un petardo, que creó un gran susto e hirió en una pierna al yerno de un agente de la custodia de Delmastro, alto funcionario del gobierno de Meloni.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (AP Foto/Alastair Grant)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (AP Foto/Alastair Grant) - Créditos: @Alastair Grant

El accidente, que pudo haber sido una tragedia y que creó las primeras polémicas de 2024, ocurrió en Rosazza, pequeño pueblo de montaña ubicado unos 70 kilómetros al norte de Turín, en una fiesta organizada por su alcaldesa, Francesca Delmastro, hermana del viceministro de Justicia y ambos amigotes de Pozzolo, que es oriundo de la misma zona del Piamonte.

Rebautizado “el diputado del revólver”, Pozzolo enseguida sostuvo que no había sido él quien disparó la North American Arms LR22 –que posee legalmente–, sino que el disparo salió de forma accidental mientras mostraba a otros invitados su arma, que es tan pequeña que puede entrar en la palma de la mano. “Confirmo que el disparo salió accidentalmente, pero no disparé yo”, aseguró el diputado, de 38 años, a quien el accidente en verdad le salió bastante barato.

La persona que resultó herida, de 31 años y a la que los médicos tuvieron que extraerle el proyectil que se había incrustado debajo de un glúteo, en efecto, fue dada de alta ayer y ya se encuentra caminando con muletas.

Pero la fiscalía de Biella –ciudad cercana al lugar de los hechos– ya abrió una investigación para aclarar qué pasó y un sumario por lesiones agravadas contra Pozzolo, a quien le secuestró el arma y su permiso de portación. Aunque Pozzolo, de 38 años, padre de tres niños y conocido por sus posiciones anti-vacuna, también dio que hablar porque al principio utilizó su inmunidad parlamentaria para rechazar someterse al test de la pólvora. Sólo accedió a hacerlo a las 7.25 de la mañana del primero de enero, casi seis horas después de los hechos, según fuentes de prensa.

Lo más curioso es que Pozzolo, apodado “Manny”, en 2015, después de una matanza ocurrida en Oregón, Estados Unidos, había escrito en sus redes sociales que “para Obama siempre es culpa de las armas, pero yo nunca vi una pistola que se dispara sola”, en un posteo en sus redes sociales que ahora aparece profético. Lo cierto es que un testigo contó que Pozzolo “estaba alegre” y “mostraba” la pistola durante la fiesta, en la que había chicos.

Como era de esperar, el episodio enseguida creó polémicas. ¿Por qué el diputado fue armado a una fiesta de fin de año llena de gente, niños, funcionarios importantes y escoltas?, preguntó la oposición de centroizquierda, que aprovechó para salir a atacar al gobierno y a pedirle a Meloni explicaciones e incluso la expulsión del diputado en cuestión.

“Estos incapaces son un peligro para los que tienen alrededor”, clamó Elly Shlein, líder del Partido Democrático (PD), el principal de la oposición, que llamó a Meloni a “aclarar de inmediato qué medidas tomará” en contra de Pozzolo, “diputado de Hermanos de Italia que va a fiestas con una pistola cargada en el bolsillo, que termina hiriendo a una persona”.

Le hizo eco la responsable de Justicia de su partido, Debora Serracchiani, que habló de “un hecho gravísimo y un ulterior comportamiento totalmente incompatible con los roles institucionales que algunos recubren”. “En un país normal, uno renuncia por mucho menos”, atacó.

El ex ministro de Justicia y diputado del PD, Andrea Orlando, apeló a la ironía, al postear una foto de su cena de fin de año con la leyenda: “Mi brindis de Año Nuevo. Nadie trajo una pistola. ¡De todos modos, felicidades!”.

Coincidió el expremier y líder de Italia Viva, Matteo Renzi, que habló de su fiesta de fin de año “con personas normales” y acusó a los diputados de Meloni de “tener muy poco de normal”. “La de Meloni no es una clase dirigente: son inadecuados, peligrosos sobre todo para ellos mismos”, acusó.

“Lo único que faltaba era el parlamentario pistolero”, comentó, en tanto, el Movimiento Cinco Estrellas del ex premier, Giuseppe Conte, mientras que Angelo Bonelli, de los Verdes, denunció un “far west inaceptable” y reclamó la renuncia del viceministro de Justicia, Delmastro.

Entrevistado por La Repubblica, este funcionario se manifestó “conmocionado”, que pasó un fin de año “terrible”, que justo estaba afuera cuando ocurrió el disparo y aseguró que de haber sabido que Pozzolo estaba armado no lo hubiera invitado a la fiesta.

Su partido, Hermanos de Italia, finalmente, en un comunicado trató de minimizar los hechos, al afirmar que el episodio no tenía “relevancia política” y al asegurar que “de emerger comportamientos irregulares o inadecuados de parte de Pozzolo se tomarán las oportunas medidas”. Pero “es absurdo el intento de transformar lo que pasó en un caso político para atacar a Hermanos de Italia”.