VIDEO | Nueva Zelanda: Balance de cinco muertos: sin esperanzas de supervivientes entre las decenas de desaparecidos

VIDEO | Nueva Zelanda: Balance de cinco muertos: sin esperanzas de supervivientes entre las decenas de desaparecidos

WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Cinco personas murieron y docenas estaban desaparecidas o lesionadas tras la erupción de un volcán el lunes en una pequeña isla de Nueva Zelanda frecuentada por turistas. La Policía ha dicho que descartan la existencia de supervivientes entre las decenas de desaparecidos. Una gran columna de ceniza y vapor se alzaba sobre el volcán.

El subcomisario de policía John Tims confirmó en principio una muerte y dijo que la cifra probablemente subiría. Horas después el balance provisional subía oficialmente a los cinco actuales. Posteriormente se ha añadido que no hay esperanza de encontrar con vida a ninguno de los desaparecidos.

Veintitrés personas fueron evacuadas de la isla, incluidos varios heridos, señaló. No concretó el número de personas que se habían quedado y estaban desaparecidas, aunque señaló que en el momento de la erupción había menos de 50 personas en la isla.

La situación hacía demasiado peligroso que policía y rescatistas viajaran a la isla, señaló Tims, aunque querían volver lo antes posible. No se había logrado contactar con los desaparecidos.

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, dijo que viajaría a la región el lunes por la tarde.

Ardern había indicado en una conferencia de prensa por la tarde que varios heridos estaban siendo trasladados a tierra firme, y describió la erupción como “muy considerable”.

“Todos nuestros pensamientos están con los afectados”, apuntó.

En esta imagen tomada de un video, personas lesionadas tras una erupción volcánica en la isla White son subidas a ambulancias en Whakatane, Nueva Zelanda, el lunes 9 de diciembre de 2019. (Katee Shanls/NZME vía AP)
En esta imagen tomada de un video, personas lesionadas tras una erupción volcánica en la isla White son subidas a ambulancias en Whakatane, Nueva Zelanda, el lunes 9 de diciembre de 2019. (Katee Shanls/NZME vía AP)

“Dios mío”, escribió en Twitter Michael Schade, que compartió un video de la erupción. “Mi familia y yo habíamos salido de allí 20 minutos antes, estábamos esperando a nuestro bote a punto de irnos cuando lo vimos. La travesía de vuelta atendiendo a la gente a la que rescató nuestro bote fue indescriptible”:

En su video se veía un muro de ceniza y vapor en torno a la isla, y helicópteros dañados y cubiertos de ceniza. Una mujer sufrió lesiones graves pero parecía “fuerte” hacia el final del viaje, señaló.

Brad Scott, vulcanólogo de GNS Science, señaló que la erupción era significativa y que la nube de ceniza y vapor había alcanzado 3.660 metros (12.000 pies) de altura. También afectó a todo el cráter de la isla, señaló.

La agencia GeoNet subió primero su nivel de alerta a cuatro, en una escala en la que cinco es una erupción importante. Más tarde rebajó el nivel a tres. Scott señaló que eso se debía a que la erupción no se había mantenido tras el estallido inicial.

La isla White se ubica a unos 50 kilómetros (30 millas) del territorio principal de Nueva Zelanda.

Con seguridad, la prensa preguntará por qué se permitía aún a los turistas visitar la isla después de que los científicos advirtieran en fecha reciente un incremento en la actividad volcánica.

GeoNet subió el nivel de alerta en la isla de uno a dos el 18 de noviembre, señalando un aumento en la cantidad de gas de dióxido de azufre, que se origina en el magma en las profundidades del volcán. La agencia indicó también que los temblores volcánicos habían pasado de débiles a moderados.

Scott indicó que el nivel de alerta se subía y después volvía a bajar con frecuencia sin que llegara a haber erupciones.

La isla White estaba al noreste de la localidad de Tauranga, en la isla Norte, una de las dos islas principales de Nueva Zelanda. La policía solicitó a la gente que evitara zonas en la isla Norte cercanas a la erupción, incluidas las conocidas como Whakatane Heads y Muriwai Drive.

Se trata del cono volcánico más activo de Nueva Zelanda, con un 70% del volcán bajo el mar, según GeoNet.

Doce personas perdieron la vida en la isla en 1914 durante la explotación minera del azufre. Parte de una pared del cráter se derrumbó y el alud destruyó la aldea de los mineros y la mina misma.

Los restos de inmuebles de otra empresa minera de la década de 1920 son otra atracción turística, según GeoNet.

La isla se convirtió en un refugio paisajístico privado en 1953 y las visitas turísticas diarias llevan a más de 10.000 personas al volcán cada año.

La isla también es conocida con el nombre indígena maorí de Whakaari.