El error de Alberto Fernández al aludir el Tratado Antártico

La visita del presidente Alberto Fernández a la Base Marambio, en la Antártida
La visita del presidente Alberto Fernández a la Base Marambio, en la Antártida - Créditos: @"MARIA EUGENIA CERUTTI"

Desde la Base Marambio, el presidente Alberto Fernández realizó un discurso en lo que constituye la cuarta visita de un jefe de Estado al continente blanco, con el objetivo de reafirmar el carácter “bicontinental” del país en el Día de la Antártida Argentina. Así, en lo que representa una de sus pocas cadenas nacionales, el mandatario evitó referirse a la interna en el Frente de Todos y, en cambio, ahondó en la importancia de lograr la “paz mundial”. La alocución, sin embargo, contó con un error de fechas que rápidamente fue remarcado.

“Nuestro país ostenta un rol protagónico, que es fruto de una ardua labor diplomática, científica y logística”, dijo hoy Fernández, y remarcó: “Hemos sido honrados con el establecimiento de la sede de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico desde 2004. Fue y es, indiscutiblemente, un reconocimiento internacional a que la Argentina está comprometida con los principios básicos de mantenimiento de la paz, cooperación científica internacional y protección del medio ambiente, para nuestro bienestar y el de las generaciones futuras”.

La visita del presidente Alberto Fernández a la Base Marambio, en la Antártida
La visita del presidente Alberto Fernández a la Base Marambio, en la Antártida

No obstante, el establecimiento de la sede de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico fue en 2001, durante la presidencia de Fernando De La Rúa con Adalberto Rodriguez Giavarini de Canciller y Marcelo Stubrin como enviado a San Petersburgo.

La información se desprende de documentos oficiales, específicamente de la Resolución 3754/2001.

“Recordando la necesidad de establecer una Secretaría permanente del Tratado Antártico a fin de asistir a la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) y al Comité para la Protección del Medio Ambiente (CPA) en el cumplimiento de sus funciones; acogiendo con agrado el ofrecimiento realizado por la Argentina en julio de 1992 proponiendo Buenos Aires como la sede de la Secretaría del Tratado Antártico; acogiendo con agrado asimismo el consenso en torno a la ubicación en Buenos Aires de la Secretaría del Tratado Antártico” se decidió: “que la Secretaría del Tratado Antártico será establecida en Buenos Aires tras la preparación de las modalidades y acuerdos necesarios”.

Tan es así que incluso en el sitio oficial de la Secretaría del Tratado Antártico se detalla de esa manera. “Tras varios años de debate y planificación, la Reunión Consultiva del Tratado Antártico decidió, durante la XXIV RCTA (San Petersburgo), el establecimiento de una Secretaría permanente en la ciudad de Buenos Aires (Decisión 1 [2001]). En la XXVI RCTA (Madrid), las Partes adoptaron el Acuerdo de Sede entre la RCTA y el Gobierno de la República Argentina (Medida 1 [2003]), que sienta las bases sobre la forma en que la Secretaría comenzaría a funcionar en Buenos Aires y su relación institucional con el país anfitrión”, se informa, y se precisa que en 2004 fue cuando se abrieron las oficinas y comenzó a funcionar.

Pese a esto, en el Gobierno dijeron que el “establecimiento fue en 2004, en 2001 se tomó la decisión”. Y añadieron que, para la Casa Rosada, no hay error alguno.

El discurso de Alberto

“Feliz Día de la Antártida Argentina a las y los compatriotas que trabajan ahora en la Base Marambio, en las otras 12 bases, en campamentos y refugios antárticos y en los buques afectados a la Campaña Antártica”, comenzó Fernández con su discurso desde la Base Marambio.

“Desde que el 22 de febrero de 1904 se estableció el Observatorio Meteorológico en las Islas Orcadas del Sur solo cuatro presidentes llegaron hasta aquí. Soy el primero en hacerlo luego de más de veinte años y por esto también me embarga una profunda emoción”, sostuvo el Presidente.

“La Argentina es un país que se extiende desde la Quiaca hasta la Antártida y las islas del Atlántico Sur. ¿Por qué será que nuestro imaginario no repara en el azul profundo del atlántico sur, en el viento helado de la meseta patagónica, en los acantilados o en los hielos del sur?”, cuestionó el mandatario.

Y tras ello apuntó: “Que el Estado esté acá es un acto de justicia para con nuestra historia y nuestra identidad, venir hasta este lugar es reconocer lo grande que somos. Mucho más de lo que algunos paladines del desánimo quieren hacernos creer”.

El presidente Alberto Fernández junto a funcionarios y personal de la Base Marambio, en la Antártida
El presidente Alberto Fernández junto a funcionarios y personal de la Base Marambio, en la Antártida

Sin embargo, a lo largo de su discurso Fernández evitó referirse a la interna política y ahondó en la importancia de logar la “paz mundial” y afirmó que “la amenaza nuclear vuelve asomar ante una humanidad que mira impávida como se expande la violencia y la muerte”, luego de que ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, suspendiera la participación de su país en el único acuerdo bilateral de desarme nuclear que existe con Estados Unidos.

“El mundo de hoy observa una guerra desatada en Europa sin conocer hasta dónde llegarán los daños que ella provoque . La amenaza nuclear vuelve a asomar ante una humanidad que mira impávida como se expande la violencia y la muerte en un mundo que acaba de sobrevivir a una pandemia. Pareciera que los muertos en Hiroshima y Nagasaki no pesan en la conciencia de los agresores”, destacó.

“En un momento en que el mundo es pura incertidumbre, la Antártida es zona de paz y una imagen del futuro. Esta tierra, antes mítica, hoy está al alcance de nuestra ciencia y tecnología, de nuestra planificación estratégica y de nuestra capacidad de proyectar. Las tareas que se llevan hoy en la Antártida son vitales para la humanidad”, concluyó al respecto el mandatario.