Erdogan promete reconstruir Turquía tras el seísmo, las labores de rescate se reducen

Por Ali Kucukgocmen y Clodagh Kilcoyne

ANTIOQUÍA, Turquía, 15 feb (Reuters) - El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, prometió seguir adelante con las labores de rescate y recuperación más de una semana después de que un fuerte terremoto arrasara su país y la vecina Siria.

El número total de víctimas mortales en Turquía y Siria supera las 41.000, mientras que muchos supervivientes están soportando temperaturas invernales cercanas al punto de congelación, tras haberse quedado sin hogar por la devastación en ciudades de ambos países.

"Seguiremos trabajando hasta sacar al último ciudadano que quede bajo los edificios derrumbados", declaró Erdogan a última hora del martes tras una reunión de su gabinete celebrada en la sede de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD).

La evaluación de los daños en los edificios, de los que decenas de miles quedaron destruidos, concluirá en una semana y la reconstrucción comenzará en unos meses, dijo.

"Reconstruiremos todas las casas y lugares de trabajo destruidos o inhabitables por el terremoto y los entregaremos a sus legítimos propietarios", añadió. Más de 105.000 personas resultaron heridas en el terremoto, y más de 13.000 siguen hospitalizadas.

Durante la noche, una mujer de 77 años llamada Fatma Gungor fue sacada con vida de entre los escombros de un bloque de apartamentos de siete plantas en la ciudad de Adiyaman, unas 212 horas después del primer terremoto, según informaron los medios de comunicación.

Con una máscara de oxígeno, cubierta con una manta térmica y atada a una camilla, Gungor fue transportada por los equipos de rescate desde las ruinas del edificio hasta una ambulancia que la esperaba, según mostraron imágenes de la cadena estatal TRT.

Después, los familiares de Gungor abrazaron al equipo de rescate, formado por militares y miembros de la autoridad de gestión de catástrofes AFAD.

Otros nueve supervivientes fueron rescatados en Turquía el martes, mientras las labores de ayuda se centraban en socorrer a las personas que ahora afrontan el frío sin cobijo ni alimentos suficientes.

Erdogan ha reconocido que hubo problemas en la respuesta inicial al seísmo de magnitud 7,8 que sacudió Turquía en la madrugada del 6 de febrero, pero ha dicho que la situación está ahora bajo control.

"Nos enfrentamos a una de las mayores catástrofes naturales no solo de nuestro país, sino también de la historia de la humanidad", dijo Erdogan.

Más de 2,2 millones de personas han abandonado ya las zonas más afectadas, dijo Erdogan, y cientos de miles de edificios han quedado inhabitables.

Entre los rescatados el martes figuraban dos hermanos de 17 y 21 años sacados de un bloque de apartamentos en la provincia de Kahramanmaras, y un hombre y una joven sirios en Antioquía.

Las autoridades de la ONU han dicho que la fase de rescate está llegando a su fin, y que la atención se centra ahora en el alojamiento, la alimentación y la escolarización.

"La gente está sufriendo mucho. Solicitamos recibir una tienda de campaña, ayuda o algo, pero hasta ahora no hemos recibido nada", dijo Hassan Saimoua, un refugiado que se aloja con su familia en un parque infantil de la ciudad turca de Gaziantep, en el sureste del país.

Saimoua y otros sirios se habían refugiado en Gaziantep de la guerra en su país. Ahora, sin hogar a causa del terremoto, han montado tiendas improvisadas en un parque infantil con láminas de plástico, mantas y cartón.

"Las necesidades son enormes y aumentan a cada hora", dijo Hans Henri P. Kluge, director de la Organización Mundial de la Salud para Europa. "Unos 26 millones de personas en ambos países necesitan ayuda humanitaria".

"También hay una preocupación cada vez mayor por los problemas de salud emergentes relacionados con el clima frío, la higiene y el saneamiento, y la propagación de enfermedades infecciosas, y las personas vulnerables se encuentran especialmente en riesgo."

"¡PAPÁ, RÉPLICA!"

Familias tanto en Turquía como en Siria dijeron que ellos y sus hijos estaban lidiando con las secuelas psicológicas del terremoto.

"Cada vez que se le olvida, oye un sonido fuerte y luego vuelve a recordar", dijo Hassan Moaz sobre su hijo de 9 años en Alepo, Siria. "Cuando está durmiendo por la noche y oye un ruido, se despierta y me dice: '¡Papá, réplica!".

Un primer convoy de ayuda de la ONU entró en el noroeste de Siria, controlado por los rebeldes, desde Turquía a través del recién abierto paso fronterizo de Bab al-Salam.

La búsqueda de supervivientes estaba a punto de terminar en el noroeste de Siria, dijo el jefe del principal grupo de rescate de los Cascos Blancos, Raed al Saleh.

Rusia también dijo que estaba concluyendo sus labores de búsqueda y rescate en Turquía y Siria y preparándose para retirarse.

El balance turco era de 35.418 muertos, dijo Erdogan. En Siria han muerto más de 5.814 personas, según un recuento de Reuters a partir de la informaciones de los medios estatales sirios y de una agencia de la ONU.

Los supervivientes se han unido a un éxodo masivo de la zona del desastre, abandonando sus hogares y sin saber si algún día podrán volver.

Hamza Bekry, sirio de 22 años, lleva 12 años viviendo en Antioquía, en el sur de Turquía, tras huir del conflicto en su país, pero ahora se preparaba para seguir a su familia a Isparta, en el sur de Turquía.

"Es muy duro... Empezaremos de cero, sin pertenencias, sin trabajo", dijo Bekry.

(Reporte adicional de Maya Gebeily, Daren Butler, Ezgi Erkoyun, Jonathan Spicer, Timour Azhari, Mehmet Caliskan, Jake Cordell, Firas Makdesi, Ece Tobaksay, Huseyin Hayatsever, Parisa Hafezi; Redacción de Rosalba O'Brien y Lincoln Feast; editado en español por Flora Gómez)