Entra en vigor nueva prohibición del aborto en Florida, pero los electores decidirán su futuro

Demócratas y activistas a favor del acceso al aborto llevan meses advirtiendo de la inminente reacción de los electores contra los republicanos que apoyaron la prohibición de; aborto después de las seis semanas de embarazo en la Florida. Ahora es hora de descubrir si tienen razón o no.

La prohibición de las seis semanas, que fue promulgada discretamente el año pasado por el gobernador Ron DeSantis, entró en vigor el miércoles, añadiendo formalmente a la Florida a la lista de estados que han restringido estrictamente el acceso al aborto desde que la Corte Suprema federal revocó el fallo del caso Roe vs. Wade hace casi dos años.

Pero el debate sobre el aborto no está cerrado en la Florida. Los electores tendrán que decidir en noviembre si mantener en vigor la nueva prohibición o aprueban una propuesta de enmienda constitucional que garantice el acceso al aborto antes de la “viabilidad fetal” —que generalmente se considera alrededor de las 24 semanas de embarazo— o si el médico de la paciente lo considera médicamente necesario.

Los demócratas dicen que pueden beneficiarse en noviembre de la medida en la boleta, conocida como Enmienda 4, creyendo que su postura sobre el aborto resuena entre la mayoría de los floridanos. Encuestas muestran un amplio apoyo al acceso al aborto entre los electores de la Florida y el tema ha resultado difícil de manejar para los republicanos en otros estados en los últimos años.

Nikki Fried, presidenta del Partido Demócrata de la Florida, dijo que al promulgar una prohibición después de las seis semanas de embarazo, los republicanos han tentado a la suerte.

“Se han alejado completamente de la realidad de lo que está a punto de suceder en la Florida”, dijo Fried al Miami Herald en una una entrevista el miércoles. “A las mujeres se les va a negar la atención que necesitan, algunas van a perder la vida”.

La prohibición después de las seis semanas de embarazo en la Florida mantiene excepciones que permiten abortar hasta las 15 semanas en casos de violación e incesto, e incluso más tarde por necesidad médica, según determinen los médicos. Los republicanos creen que es una política acorde con los valores de los floridanos.

Pero Fried dijo que la ley recién promulgada en el estado limita drásticamente el acceso de las mujeres a la atención médica reproductiva, no solo en la Florida, sino en todo el sur. Los datos publicados en enero por la Agencia de Administración Médica de la Florida mostraron que el año pasado se practicaron más abortos en la Florida que en 2022, un aumento impulsado por un alza del 15% en la cantidad de habitantes de fuera del estado que abortaron en la Florida.

Con la Florida uniéndose a otros estados que han eliminado o limitado drásticamente el acceso al aborto, el Estado del Sol ya no será un refugio para las mujeres que buscan someterse al procedimiento, dijo Fried. Dijo que, durante los próximos seis meses, será trabajo de los demócratas “conectar los puntos” entre la nueva prohibición del aborto de la Florida y los republicanos que allanaron el camino para ello.

“No puedes votar a favor de consagrar el derecho al aborto en nuestra constitución y luego votar por representantes y senadores que simplemente te quitarían tu derecho”, dijo.

Más allá del debate político, la Dra. Chelsea Daniels, abortista de Planned Parenthood en Miami, dijo que la nueva prohibición de seis semanas ya ha tenido repercusiones en sus pacientes.

En las semanas previas a la entrada en vigor de la ley, Daniels dijo que ella y otros proveedores de abortos trabajaron “horas extras para ver a tantos pacientes como fuera posible”. A partir del miércoles, sin embargo, dijo que ha comenzado a enviar pacientes a clínicas en estados con restricciones menos estrictas, como Carolina del Norte, Virginia y Maryland.

“Estamos sobre el terreno viendo que las pacientes tienen pánico, están aterrorizadas”, dijo Daniels. “Toda la mañana he estado en conversaciones con pacientes ... que están en una fase extremadamente temprana del embarazo y no pueden recibir la atención necesaria aquí”.

Pero señaló que para muchas pacientes viajar a varios estados lejanos para abortar no es una opción, debido a los costos financieros y los obstáculos logísticos. Dijo que enviar a las mujeres a otro lugar también supone una carga para las clínicas de otros estados que no están equipadas para atender la llegada de pacientes.

“No hay un solo estado ni una sola clínica que pueda atender a toda la Florida”, dijo.

Demócratas destacan la nueva ley floridana

Los demócratas han entrado de lleno en el debate sobre el aborto en su intento de recuperar algo de poder político en la Florida, donde los republicanos tienen ahora todos los cargos de elección del estado, así como la mayoría absoluta en la Legislatura.

En un discurso pronunciado en Jacksonville el miércoles por la tarde, la vicepresidenta Kamala Harris responsabilizó directamente al ex presidente Donald Trump de la nueva ley del aborto. Advirtió que si gana otro mandato en la Casa Blanca, Trump tomaría medidas para prohibir el acceso al procedimiento a nivel nacional, aunque el ex presidente ha dicho que apoya dejar la política de aborto en manos de los estados.

“Donald Trump nos ha dicho quién es”, dijo Harris ante una multitud en el Centro de Convenciones Prime F. Osborn III. “Así que esto es lo que parece un segundo mandato de Trump: más prohibiciones, más sufrimiento y menos libertad. Pero no vamos a dejar que eso ocurra, porque, como ven, confiamos en las mujeres. Confiamos en que las mujeres saben lo que más les conviene. Y las mujeres confían en todos nosotros para luchar por proteger sus libertades más fundamentales”.

Harris dijo que Trump piensa que “puede dar por sentado que la Florida está bien”, pero insistió en que el “impulso” político está del lado de los demócratas y de los activistas del acceso al aborto.

“Este noviembre la libertad reproductiva está en la boleta”, dijo Harris. “Y ustedes, los líderes, ustedes, el pueblo, tienen el poder de protegerla con su voto”.

Sus declaraciones ocurrieron poco más de una semana después que el presidente Joe Biden hizo campaña en Tampa con el mismo mensaje. También ocurrió tras una ola de actividad del Comité Nacional Demócrata (DNC) sobre la promulgación de la prohibición del aborto después de las seis semanas en la Florida.

El grupo colocó vallas publicitarias en todo el estado, en inglés y en español, culpando a Trump de la prohibición del aborto en la Florida. El DNC también ondeará el miércoles una pancarta sobre el club Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, en la que se leerá: “El plan de Trump: prohibir el aborto, castigar a las mujeres”.

Trump, habitante de la Florida que aspira a volver a la Casa Blanca, se ha atribuido en repetidas ocasiones el mérito de nombrar a los jueces de la Corte Suprema federal que anularon el fallo en el caso Roe vs Wade en 2022. Un portavoz de la campaña de Trump no respondió a la solicitud de declaraciones del Herald el miércoles.

Mientras que los demócratas ven la nueva prohibición del aborto en la Florida y la Enmienda 4 como un potencial impulso político, la medida en la boleta ya está atrayendo una fuerte oposición. Republicanos y activistas antiabortistas han tachado la enmienda de propuesta extrema que permitiría el aborto hasta el nacimiento. Activistas a favor de la medida han rechazado esta afirmación.

DeSantis ha dicho que se opondrá a la Enmienda 4, que ha descrito de “radical” y que va mucho más allá de aquello con lo que la mayoría de los floridanos se sienten cómodos. Pronosticó durante la firma de un proyecto de ley el mes pasado que la medida en la boleta no alcanzaría el 60% de apoyo que necesita en noviembre para ser aprobada.

El senador Rick Scott, que se postula a la reelección este año, es uno de los republicanos más criticados por los demócratas por su postura sobre el aborto. Scott ya ha declarado que habría firmado la prohibición de las seis semanas si fuera gobernador de la Florida, y anteriormente copatrocinó una ley que establecía una prohibición nacional del aborto después de las 20 semanas de embarazo.

En una entrevista reciente con el Herald, Scott dijo que el acceso al aborto debería dejarse a la decisión de los gobiernos estatales, pero argumentó que la Enmienda 4 distaba mucho de ser una opción consensuada por los floridanos y que sería rechazada por los electores. Sugirió que una prohibición del aborto después de las 15 semanas sería más apropiada.

“Si nos fijamos en dónde está el consenso en nuestro estado, no está ni siquiera cerca de donde están los demócratas”, dijo Scott. “El consenso está en torno a las 15 semanas con excepciones por violación, incesto y vida de la madre”.

Por ahora, el destino del acceso al aborto en la Florida no está claro. Los sondeos más recientes muestran que, aunque hay más electores a favor de la Enmienda 4 que en contra, aún no alcanza el 60% de apoyo que necesitará para ser aprobada en noviembre.

Incluso así, demócratas dicen que propuestas similares han sido aprobadas en otras partes del país —como estados firmemente republicanos: Kansas y Ohio— cuando se han presentado ante los electores, argumentando que el acceso al aborto no es un tema partidista.

“En un estado tras otro, cuando la decisión está en manos del pueblo, este ha optado por rechazar la interferencia del gobierno”, declaró Fentrice Driskell, líder de la minoría en la Cámara de Representantes de la Florida. “Para el pueblo, esta no es una lucha de ‘demócratas contra republicanos’. La mayoría de la gente, incluidos republicanos, demócratas y electores no afiliados, están todos de acuerdo en que debe protegerse el acceso al aborto”.