Enseñanza remota es un reto para estudiantes discapacitados

BOSTON (AP) — En la escuela, la niña discapacitada Rose Hayes, de 8 años, trabajaba con un equipo de maestros y terapeutas para ayudarla con su padecimiento genético. Ellos le fijaban objetivos de lectura, le daban terapia física para mejorar su equilibrio y asegurarse de que avanzara, pero en las últimas dos semanas, su única conexión con la escuela ha sido por medio de una computadora.

Rose, confinada en casa en medio de la pandemia de coronavirus que ha cerrado escuelas en todo Estados Unidos, recibe ahora las lecciones de su maestro a través de YouTube. Sus terapeutas la revisan por videochat. Entre esas cosas, ella trabaja en sus tareas diarias.

Sus padres dicen que es lo mejor que pueden esperar, pero aun así pasan trabajos. Rose tiene dificultades para trabajar por su cuenta, así que los padres tienen que mantenerse cerca. Y sin el equipo de terapia que Rose usaba en la escuela, tienen que improvisar.

"Estamos tratando de ser maestros, estamos tratando de ser terapeutas, un poco de todo y es muy estresante", dijo Rob Hayes, de Woonsocket, Rhode Island. Él y su esposa trabajan para compañías farmacéuticas y han continuado trabajando durante la pandemia, tomándose turnos para quedarse en casa con Rose y su otra hija, de dos años.

En todo Estados Unidos, las escuelas y familias enfrentan nuevos retos para mantener la educación para los niños con discapacidades. Los maestros están explotando nuevas maneras para ofrecer lecciones personalizadas a larga distancia.

Aunque los padres de familia ya han asumido las tareas educativas de sus hijos en muchas partes de Estados Unidos, aquellos con hijos discapacitados deben añadir además terapia, participación en las lecciones y manejo de conducta.

El año pasado, casi 7 millones de estudiantes en Estados Unidos de entre 3 y 18 años recibieron servicios de educación especial, de acuerdo con cifras federales. Las escuelas tienen la obligación de preparar planes de lecciones especiales para cada uno: para algunos, sólo es cuestión de darles tiempo extra para las asignaciones, pero otros necesitan una serie de servicios complejos y algunos han perdido ahora acceso a tecnología costosa que usaban en las escuelas para poder comunicarse.

Al tener que adaptarse a los cierres, algunas escuelas están empleando videoconferencias para ofrecer lecciones y terapia, mientras que otras están recibiendo pequeños grupos de estudiantes para servicios o entrenando a los padres.

En medio de los cambios repentinos, algunos de los padres se sienten abandonados a su suerte.

Darlene Gildersleeve, de Nueva Hampshire, tiene una hija de 14 años cuyo plan educativo incluye orientación, terapia ocupacional, terapia del lenguaje e instrucción especializada. Su escuela ofreció organizarle parte de ello por teléfono y Google Classroom, pero Gildersleeve no ha escuchado nada sobre terapia de lenguaje ni ayuda con las matemáticas, el inglés y la lectura.

"No tengo la menor idea de cómo usar Google Classroom", dijo Gildersleeve. "Eso me preocupa mucho _ ¿podré ayudarla?".