Enorme tiburón mako sale a la superficie para alimentarse de restos de un pez espada. Los excursionistas contemplan sorprendidos

Cuando navegaba por la costa oeste de Australia, la tripulación de un bote de excursiones vio una gran mancha oscura que estaba flotando cerca.

Intrigados, el grupo de marineros manipuló la nave —un catamarán de 75 pies lleno de turistas que buscaban ver a un tiburón — hasta acercarla a la misteriosa sombra.

Mientras se aproximaba, la tripulación vio un gran pedazo de carne que emergía a la superficie. Los restos luego se identificaron como los pedazos devorados de lo que quedaba de un pez espada.

La mitad del cuerpo había desaparecido y lo que quedaba tenía “grandes marcas de mordidas por todas partes”, según un comunicado del 21 de abril de la compañía Naturaliste Charters, localizada en Bremer Bay.

“No podíamos creer lo que estábamos viendo”, agregó el comunicado, tras señalar que varias especies de aves también sobrevolaron los restos.

Las aves, sin embargo, no eran las únicas criaturas interesadas en el pez espada.

Los marineros vieron también un tiburón mako que nadaba en círculos alrededor del pez muerto y le lanzaba mordidas a la carne descompuesta.

En las fotos, el hocico puntiagudo del tiburón puede verse cómo rompe la superficie mientras nada velozmente hacia el pez espada.

Esta especie de depredador alfa es el “tiburón más rápido del océano”, capaz de alcanzar velocidades de unas 40 millas por hora (mph).

Estos tiburones habitan en oceános tropicales y templados, pueden llegar a tener 12 pies de longitud y vivir hasta tres décadas, de acuerdo con el Servicio Nacional de Pesca Marina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Estos depredadores emigran mucho y pueden nadar océanos enteros, según la organización. El avistamiento tuvo lugar en el último barco que zarpó en la temporada, dijo la compañía, agregando después: “Estamos muy satisfechos con todos los encuentros que hemos tenido este año con las orcas y los otros peces que hemos hallado en los viajes”.

Traducción de Jorge Posada