Enfermera del sur de la Florida condenada por estafa al Medicare

Una enfermera del sur de la Florida enfrenta una larga pena de prisión tras ser declarada culpable el miércoles de firmar ilegalmente miles de pedidos de equipos médicos y pruebas genéticas, al tiempo que presentaba más de $200 millones en reclamaciones falsas al programa Medicare, financiado por los contribuyentes, según autoridades federales.

Elizabeth Hernández, de 45 años y vecina de Homestead, tuvo un papel fundamental en una trama en la que participaban empresas de telemercadotecnia que contactaban y convencían a pacientes del Medicare para que solicitaran productos médicos innecesarios, como aparatos ortopédicos y pruebas genéticas para el cáncer, según el Departamento de Justicia (DOJ). A continuación, las empresas le enviaban los pedidos de los productos a Hernández, quien los firmaba declarando falsamente que había examinado o tratado a los pacientes, según la fiscalía federal.

Los fiscales dijeron que Hernández facturó al Medicare como si estuviera haciendo complejas visitas a los pacientes, la mayoría de los cuales nunca vio. Dijeron que presentaba reclamaciones por más de 24 horas de “visitas al consultorio” en un solo día.

“En 2020 Hernández ordenó más pruebas genéticas de cáncer a beneficiarios del Medicare que cualquier otro proveedor en la nación, incluyendo oncólogos y genetistas”, dijo el DOJ en un comunicado de prensa luego del veredicto del jurado, señalando que la enfermera se embolsó alrededor de $1.6 millones y los gastó en autos caros, joyas, renovaciones de vivienda y viajes.

Un jurado federal de Miami condenó a Hernández por un cargo de confabulación de estafa en la atención de salud y fraude electrónico, junto con cuatro cargos de fraude en la atención de salud y tres cargos de declaraciones falsas. Enfrenta a una pena máxima de 20 años por confabulación, 10 años por cada cargo de estafa a la asistencia de salud y cinco años por cada cargo de declaración falsa en una vista de sentencia el 14 de diciembre ante el juez federal de distrito K. Michael Moore,

Aunque Hernández fue sola a juicio, colaboró con otros operadores de telemedicina del sur de la Florida que ya se declararon culpables y fueron condenados a prisión.

Michael Stein, de 36 años y vecino de Lake Worth, se declaró culpable en abril de confabularse para estafar al gobierno federal , solicitando y recibiendo comisiones ilegales de otro hombre del sur de la Florida que era copropietario de Panda Conservation Group. La compañía con sede en Texas operaba dos laboratorios de pruebas genéticas que le facturaron $90 millones al Medicare y recibieron $60 millones en pagos entre abril y noviembre de 2020.

En junio, Stein fue condenado a cinco años de prisión y la jueza federal de distrito Cecilia Altonaga le ordenó pagar $63.3 millones en restitución al Medicare.

Stein y uno de los copropietarios de Panda, Leonel Palatnik, fueron acusados de confabularse para desplumar al programa de seguros del gobierno de Estados Unidos para personas mayores e indigentes explotando las exenciones concedidas a los proveedores de telemedicina durante la pandemia de COVID-19, dijeron los fiscales.

En 2021, Palatnik, de 44 años y vecina de Aventura, se declaró culpable de estafar al Medicare y de pagarle comisiones ilegales a Stein como parte de su plan para facturar al programa federal de seguros miles de pruebas de laboratorio innecesarias en Panda. Palatnik fue condenado a casi siete años en prisión.

Como parte de su acuerdo con la fiscalía, Palatnik admitió que le pagaba $50,000 al mes en sobornos a Stein, propietario de 1523 Holdings LLC en Hollywood, a cambio de que se encargara de que los proveedores de telemedicina aprobaran los pedidos de pruebas genéticas para pacientes en los laboratorios de Panda, pedidos firmados por Hernández.