CÓRDOBA.– La Fiscalía pidió la elevación a juicio de la causa por las cinco muertes de bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba. Hay dos detenidas: una es la enfermera Brenda Agüero, detenida desde mediados de agosto del año pasado acusada de homicidio calificado por aplicar un método insidioso en el caso de las cinco criaturas e intento de homicidio de ocho recién nacidos sobrevivientes. La pena prevista para estos delitos es prisión perpetua.

La otra detenida, con prisión domiciliaria, es la exdirectora Liliana Asís, que sufrió un agravamiento de la acusación, que ahora es de encubrimiento calificado; lo mismo pasó con el exministro de Salud, Diego Cardozo, y el exsecretario, Pablo Carbajal, imputados por encubrimiento doblemente calificado.

La Justicia dispuso también tres nuevas imputaciones por las muertes de bebés. Se trata del exsecretario legal del Ministerio de Salud, Alejandro Gauto, la exdirectora de Maternidad e Infancia, Marcela Yánover y el exdirector de Hospitales de Capital, Esteban Ruffin; todos quedaron acusados por encubrimiento.

El fiscal Raúl Garzón, a cargo de la causa, consideró “completa” la investigación y entendió que hay pruebas suficientes para acusar a Agüero. Admitió que la ampliación y agravamiento de la imputación a los exfuncionarios implica que, en ese segmento, seguirán los análisis procesales.

Las muertes de los bebés en Córdoba se produjeron entre el 18 marzo y el 5 junio del 2022. La investigación judicial comenzó el 4 de julio. Garzón precisó que en ese lapso hubo “sospechas crecientes” del porqué de las muertes. “Hubo una progresividad en el conocimiento y también ocultamiento y hasta destrucción de pruebas”, refirió el fiscal para argumentar el agravamiento de las acusaciones de los exfuncionarios. Es decir, entiende que su conducta superó el “omitir” sino que apuntó a “ocultar”.

Las pericias confirmaron el perfil serial de quien atacó a los bebés. No definen quién fue, pero sí determinan que “se observaron eventos, lesiones y análisis de laboratorio que no tienen sustento médico justificado para que sean de causa natural y sin participación de un tercero. Se puede afirmar que una sola persona puede realizar sin inconvenientes la agresión”.

Sin mencionar a Agüero –por el resto de los elementos, la Fiscalía la considera autora–, señalan que quien realizó los ataques es “una persona cuya presencia en el lugar de los hechos estaba justificada, seguramente por su vinculación laboral, ya que se trata de un lugar de acceso restringido, no generó sospecha y se pudo desplazar en el mismo e interactuar con pacientes de manera habitual”.

En la causa, por los análisis toxicológicos, hay evidencias de que a algunos de los bebés se les inyectó potasio y, a otros, insulina. Los resultados muestran que existían valores altos de estas sustancias tanto en análisis hechos en vida de algunas de las criaturas como en los cuerpos de los fallecidos.

La clave para la Justicia la marcaron las autopsias de dos bebés fallecidas el 6 de junio, Angeline Rojas y Melody Luz Molina. Los informes anexos dieron cuenta de un cuadro de “hiperpotasemia” (exceso de potasio en el cuerpo) que se produjo porque la sustancia habría sido “inyectada de manera intencional”. Las tres muertes anteriores fueron entre marzo y mayo.

Ese 6 de junio el médico de guardia no quiso firmar los certificados de defunción porque le resultaron sospechosas las dos muertes en un hospital que tenía hasta entonces, en promedio, tres decesos mensuales. Por eso se realizaron las autopsias. Después, en los sobrevivientes también se encontró evidencia de exceso de potasio.

Agüero está presa en la cárcel de Bouwer desde mediados de agosto del 2022. Se le realizaron peritajes psicológicos y psiquiátricos. Además, la Justicia con su cuerpo de técnicos y peritos realizó estudios anexos a las historias clínicas de tres de los cinco bebés muertos que no tenían autopsias y también de los ocho que sobrevivieron después de descompensarse. La búsqueda siempre estuvo orientada a los patrones comunes de síntomas. Participaron siete médicos en esos anexos.

La definición de “personalidad serial” excede el número de víctimas y apunta a determinar si hay un patrón común en la conducta delictiva. Por ejemplo, esa definición no le cabría a un asesino que suma cinco crímenes pero todos con modalidades diferentes. En el caso de la enfermera, a priori, se la acusa de haber seguido pasos similares en todos los casos.

El expediente de la causa suma 22 cuerpos de unas 200 fojas cada uno; no hay fecha todavía para el juicio ya que las partes tienen tiempo para apelar la elevación a juicio.

Qué declaró la enfermera

Aguero declaró dos veces ante Garzón y siempre negó su responsabilidad. Desde su imputación y detención cambió varias veces de abogado. El exfiscal provincial Gustavo Nievas y Juan Rivero son los actuales. Después del pedido de elevación a juicio de la causa, criticaron que faltan tomar testimonios ofrecidos por ellos y hacer más pericias. Sin embargo, Nievas sostuvo que “seguramente” no apelarán el pedido del fiscal.

Para los abogados, el único elemento de prueba sería un “indicio parcial de presencia” de la enfermera en el lugar de los hechos. Sostienen que hay algunas muertes y descompensaciones en los que Aguero “no vio” a los bebés.

En diciembre pasado Aguero habló con Cadena 3. “Me tiene detenida injustamente. Cuando me lee las pruebas no tiene ninguna en contra de mí. Lo único que tiene es que estuve en el hospital”, aseguró respecto de Garzón. Apuntó a un compañero: “Estaba en todos los partos, cuando declaró dijo que él sí conocía el potasio y que se aplica a los bebés en casos de urgencia y no lo debería saber”.

A diferencia de lo que en su momento planteó su primer abogado, la enfermera sostuvo que no se puede confundir a la vitamina K con el potasio. “Hay autopsias que dicen que dieron potasio elevado. Cuando me leen los hechos, en algunas autopsias de los bebés no especifica que sea potasio. Lo único que dice es que se pudo haber administrado potasio u otra sustancia”, agregó.