Encuentran sin vida a madre y a su bebé en Colima; fueron reportadas como desaparecidas el 1 de noviembre
Alejandra Rivas Gómez y su hija de un año, María José Rivas Gómez, fueron localizadas sin vida en Colima. Sus familiares supieron de ellas por última vez el 1 de noviembre cuando salieron de Tlajomulco, Jalisco.
La Fiscalía General del Estado de Colima confirmó el sábado 9 de noviembre el hallazgo de los dos cuerpos sin vida. Además informó que identificó y localizó al presunto responsable.
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“Tras la denuncia interpuesta por familiares de las desaparecidas, la Fiscalía inició las labores de investigación y búsqueda que permitieron la localización de dos cuerpos así como la identificación del presunto autor del crimen”, indicó la dependencia estatal en un comunicado.
Añadió que Alejandra y su bebé María José fueron encontradas en el interior de un predio en el municipio de Cuauhtémoc. Posteriormente, cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar las necropsias correspondientes.
El pasado 6 de noviembre, la fiscalía estatal emitió alerta Alba por la desaparición de la madre y su hija.
En tanto, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Colima solicitó la colaboración de la sociedad para localizar a Alejandra y a María José. En su ficha de búsqueda indicar que ambas salieron de Jalisco hacia Colima con la intención de visitar a un familiar.
México, el país de los feminicidios disfrazados
De cada 100 hechos delictivos denunciados en México sólo 11 son investigados hasta lograr la captura y enjuiciamiento de los presuntos responsables, tal como revelan los registros oficiales sobre justicia penal divulgados por las autoridades del país.
Sin embargo, hablando específicamente de los feminicidios –es decir, de los asesinatos en los que el género femenino de la víctima fue una condición determinante para su comisión– el promedio de éxito en la persecución judicial se cuadriplica, ya que, según la autoridad, los presuntos responsables fueron llevados ante tribunales en 46 de cada 100 crímenes.
Por esa razón, las autoridades mexicanas aseguran que el feminicidio es uno de los delitos que se persigue con mayor eficacia a nivel nacional, en especial si se le compara con otros ilícitos que atentan contra la vida y la integridad corporal, como el homicidio doloso y las lesiones dolosas.
No obstante, tal como también revelan los registros oficiales en materia penal, estos logros en la persecución del feminicidio no son enteramente producto de un mejor funcionamiento del sistema de justicia, sino que, en buena medida, son resultado de la manipulación de expedientes, que permite a las autoridades reducir de un plumazo las estadísticas sobre violencia contra las mujeres.
Gracias a esta manipulación, entre los años 2015 y 2021 –único periodo sobre el que se reporta el proceso penal completo, desde la comisión del delito hasta la sentencia– al menos uno de cada cinco feminicidios no fueron reconocidos por las autoridades ministeriales, sino que fueron registrados bajo una categoría delictiva distinta o, incluso, como muertes accidentales.
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Además, los registros sobre los juicios penales realizados en el país (que son recabados por la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia), revelan que las pocas personas a las que se halla culpables de feminicidio en México son las que más fácilmente evitan la prisión, a pesar de haberse establecido su responsabilidad mediante una sentencia condenatoria, debido a las deficiencias con las que operan los organismos responsables de investigar y probar estos crímenes, así como por la discrecionalidad con la que los jueces encargados de estos casos otorgan beneficios a los agresores para eludir la sanción.