Encuentran en un ático 30.000 negativos que podrían valer millones

Asya Ivashintsova-Melkumyan estaba en el ático de su antigua casa familiar en Pushkin, San Petersburgo, cuando encontró en una caja un total de 30.000 negativos de fotografías nunca vistas tomadas por su madre, la artista y crítica de cine Masha Ivashintsova. Masha era una mujer comprometida con los movimientos artísticos del Leningrado (ahora San Petesburgo) de los años 60, 70 y 80 que falleció en el año 2000.

Algunas personas consideran a Masha la “Vivian Maier” rusa, en referencia a la fotógrafa estadounidense que trabajó durante 40 años como niñera en Chicago y que murió en la pobreza sin sospechar que sus instantáneas serían consideradas como obras maestras décadas después.

“Por supuesto, sabía que mi madre hacía fotos todo el tiempo. Lo que es sorprendente es que nunca compartió sus trabajos con nadie, ni siquiera con su familia “, asegura Asya. Tras revelar los negativos escondidos, la hija de Masha se sorprendió al descubrir lo bien que esas fotos reflejaban no sólo la vida de su madre, sino también la forma de vida cotidiana de la URSS en plena Guerra Fría.

La vida de Masha se truncó cuando la ingresaron en un hospital psiquiátrico de la URSS. Tal y como explica Aysa, el régimen soviético tenía como objetivo “estandarizar” a las personas, hacerlas vivir según las reglas comunistas. Este sistema de control deshumanizante tuvo un gran impacto en Masha, algo que también se reflejó en su trabajo. “Tuvo una relación difícil con el comunismo. Finalmente fue confinada a un hospital psiquiátrico en contra de su voluntad”, cuenta Aysa.

Las fotografías de Masha Ivashintsova pueden verse en mashaivashintsova.com, la página creada por su hija para que todo el mundo pueda contemplar y disfrutar la obra de su madre.

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